Varios países confirmaron esta semana su intención de aplicar una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, principalmente de la tecnología ARN mensajero, que hasta el momento solo son las Pfizer-BioNTech y Moderna.

Entre los países que ya anunciaron que lo harán están Alemania, Francia, Rusia, República Dominicana, Uruguay, Emiratos, Israel y Baréin.

Uno de los primeros en anunciarlo fue Israel tras la recomendación de un grupo de expertos. Ya se lo ofrece a personas con un sistema inmunitario comprometido y esta semana añadió a personas de 60 años para arriba. Mientras que Alemania dijo que empezará en septiembre con las personas vulnerables.

Publicidad

En Uruguay se les dará un refuerzo con la Pfizer a quienes recibieron la de Sinovac. Mientras que República Dominicana empezará con los trabajadores de salud, quienes recibirán una diferente a las que les tocó inicialmente.

Incluso el secretario general de Sanidad de EE. UU., Dr. Vivek Murthy, dijo a CNN que es posible que a fines del verano el país tome una medida similar. Esto, aunque ya se alcanzó la meta de administrar al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus al 70 % de la población adulta, según AFP.

De acuerdo con estudios realizados por Pfizer, una tercera dosis elevaría fuertemente la protección contra la variante delta, que es la principal culpable de los aumentos de casos en el mundo.

Publicidad

“Algunos países están ya planificando e incluso aplicando una tercera dosis de vacuna a población adulta mayor y personas inmunovulnerables en las cuales las vacunas no inducen una inmunidad suficiente. Se estima que una tercera dosis es necesaria para mantener una inmunidad robusta. Esto, en el contexto de países que han inmunizado a su población ya en su meta del 75 % o más y donde las vacunas no escasean”, dice la doctora Josefina Coloma, investigadora de la Universidad de Berkeley, en California, Estados Unidos.

Ella comenta que la idea surge debido a la prevalencia de variantes como la delta, las cuales evaden mejor la inmunidad, son más infecciosas, tienen carga viral más alta. Pero aclara que es importante primero inocular a un 85 % de la población vacunable (12 años o más) y pronto los menores, ya que se espera que las vacunas de ARNm reciban aprobación emergente en septiembre o octubre.

Publicidad

El doctor Fernando Espinoza, director del Centro de Investigación de la Universidad Espíritu Santo, explica que uno de los productores de las vacunas de ARNm, Pfizer, ha hecho un trabajo de farmacovigilancia mejor a otros y ha estado trabajando de varias maneras en la identificación y seguimiento de los anticuerpos neutralizantes para variantes.

El médico concuerda con Coloma en que esto se empieza a hacer en lugares con un programa de vacunación avanzado, no casos como Ecuador, que si bien ha superado los nueve millones con al menos una dosis, debe llegar a que cada ciudadano esté totalmente vacunado con dos dosis.

Para Coloma, cuando ya se ha vacunado completamente, al menos, a 70-75 % de la población se puede pensar en vacunar a los adultos mayores con un booster de Pfizer, la cual es hasta ahora la vacuna que se usa para esta tercera dosis con excelentes resultados. “Pienso que si en el país se sigue con las medidas de protección como las mascarillas, aforos, ventilación y se sigue al ritmo actual de vacunación, se evitará una potencial nueva ola y crisis en los siguientes meses”, añade.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que si bien se debe seguir analizando la opción de la tercera dosis, lo principal debe ser avanzar con la vacunación normal y ayudar a que países de pocos recursos accedan a las vacunas.

Publicidad

“Si los países se adelantan y comienzan a aplicar los refuerzos, se agrava el problema que tenemos, que (es que) en este momento hay un suministro insuficiente para que todos los países hayan vacunado a todos sus grupos de mayor prioridad y luego a los grupos de menor prioridad”, dijo Kate O’Brien, directora de inmunización de la OMS.

Reino Unido y Chile también estudian aplicar una tercera dosis más adelante.

Respecto de los estudios de Pfizer sobre tercera dosis, Espinoza apunta: “Da la capacidad de identificar, uno, si sus anticuerpos neutralizantes están o no siendo positivos para las variantes, y dos, al hacer la farmacovigilancia dicen cuántas semanas o meses usted va a tener la protección con estos anticuerpos. Teóricamente las vacunas deberían servir para toda la vida... en el caso de las de coronavirus SARS-CoV-2 estamos aprendiendo en el camino”, dice Espinoza, quien añade que es bueno que una empresa haga esto para que diga el “título de anticuerpo” en las personas mientras pasa el tiempo y si es o no mejor reforzar.

El experto explica que, por ejemplo, si Pfizer explica que su vacuna es 98 % efectiva contra enfermedades graves, lo que dicen es que tal vez baje con el tiempo a 90 % u 85 %, por ende, una tercera dosis volvería a mantener un nivel más alto. Especialmente si las primeras dos dosis fueron con una vacuna que no es de ARNm, puesto que la mayoría son de adenovirus. Luego, en el camino se verá si esa tercera dosis protege doce meses más o un tiempo mayor o para siempre.

Además, en los últimos meses ya se ha venido analizando y observando que la mezcla de los dos tipos diferentes de vacunas podría dar más protección.

Espinoza agrega que hay gente que puede ver esto como una forma de que la empresa farmacéutica gane más dinero, por lo que cree que esa tercera dosis debería venderse a un menor precio. Agrega que los países deben pensar en tener al 85 % de la población vacunada con dos dosis para tener mayor cobertura ante la aparición de variantes más infecciosas

“Por último tenemos que acordarnos de que las vacunas salvan vidas. Todas bajan mucho el riesgo de severidad y muerte. Pero vamos a seguir viendo personas vacunadas que se infectan, desgraciadamente ninguna vacuna es 100 % eficaz y el SARS-CoV-2 tiene una misión de escapar de la inmunidad mediante mutaciones. Le podemos no dar tregua asegurándonos de que todos nos vacunemos, que no escuchemos las teorías falsas y el miedo que nos quieren dar los antivacunas”, recuerda Coloma. (I)