En los últimos catorce años y con el devenir de tres administraciones, el Ministerio de Gobierno ha experimentado, al menos, cinco cambios tanto en su estructura como en su denominación, para hacer frente al manejo de la seguridad ciudadana y la coordinación política.

Este 30 de marzo, el Ministerio de Gobierno fue escindido por disposición del presidente de la República, Guillermo Lasso, quien se debate en una espinosa relación con la Asamblea Nacional, sin la que —según ha anunciado— considera gobernar.

A dos meses de cumplir su primer año de mandato, suscribió el Decreto Ejecutivo 381, con el cual retoma la existencia del Ministerio del Interior, que es el primero que crea y que se desprende del Ministerio de Gobierno, ahora también denominado de Gestión de la Política.

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Guillermo Lasso divide al Ministerio de Gobierno y crea el del Interior; nombra como nuevos ministros a Francisco Jiménez y Patricio Carrillo

Como titular del Interior nombró al general inspector de la Policía Nacional en servicio pasivo Patricio Carrillo; mientras que al frente de la cartera de Gobierno y Gestión de la Política estará Francisco Jiménez.

Francisco Jiménez renunció a su curul en la Asamblea Nacional y fue nombrado como ministro de Gobierno, este 30 de marzo del 2022. Abogado y político, proviene del movimiento político Ruptura de los 25, pero luego se adhirió al movimiento oficialista CREO. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

El antecesor de Lasso, el expresidente Lenín Moreno, decidió en diciembre del 2018, como parte de una medida de optimización de recursos debida a la crisis económica que enfrentaba el país, extinguir lo que era la Secretaría de Gestión de la Política y pasar sus competencias de la articulación política al Ministerio del Interior, que a su vez volvió a llamarse de Gobierno.

En la administración de Rafael Correa el manejo de la política y la seguridad pública estuvo en manos de varios ministerios.

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Creó el Ministerio Coordinador de Seguridad Interna y Externa, y a Gobierno se sumó Cultos, Policía y Municipalidades; mientras que para la política se creó el Ministerio Coordinador de la Política y Gobiernos Autónomos Descentralizados.

Luego, este último ministerio se transformó en la Secretaría de la Gestión de la Política, que finalmente fue suprimida por Moreno, quien pasó sus competencias al de Gobierno.

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Así lo asumió Lasso, que a lo largo de estos diez meses tuvo como ministros a César Monge, quien falleció de cáncer y cuyo remplazo fue Alexandra Vela Puga, que renunció este 29 de marzo, evidenciando sus discrepancias con el Gabinete por sugerir aplicar la muerte cruzada o disolución de la Asamblea Nacional, por la confrontación política emanada desde los diferentes bloques legislativos.

“La seguridad es algo tan esencial para nuestro funcionamiento que merece que tenga un ministerio propio, liderado por un profesional especializado precisamente en esa rama; y en la actual coyuntura, pocos podrían hacerlo mejor que Patricio Carrillo”, justificó Lasso en su discurso de este 30 de marzo, cuando posesionó a las nuevas autoridades y anunció la creación de esta institución.

El Ministerio del Interior era un viceministerio integrado al organigrama de Gobierno, que estaba compuesto por seis subsecretarías: la de Seguridad Ciudadana; de Orden Público; de Evaluación y Estudios; de Migración; la Subsecretaría Técnica de Control y Administración de Sustancias Catalogadas sujetas a Fiscalización; y la Subsecretaría de Policía.

Patricio Carrillo fue nombrado ministro del Interior, durante la ceremonia de posesión, en el Palacio de Carondelet. Fue comandante de la Policía Nacional en el gobierno de Lenín Moreno, actualmente general inspector en servicio pasivo. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Tendrá 23 atribuciones, entre ellas, formular la política de seguridad ciudadana en coordinación con las instancias políticas y operativas pertinentes y con la sociedad civil, así como aprobar el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana.

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En tanto, el Ministerio de Gobierno tendrá doce atribuciones, como formular políticas y estrategias de gobernabilidad para la Función Ejecutiva, asesorar en la gestión política para el cumplimiento de los programas, así como diseñar protocolos de articulación política con las demás funciones del Estado y otros niveles de gobierno.

Francisco Jiménez asegura que irá al Gobierno a tender puentes con la Asamblea Nacional

El decreto con el que se escinde a Gobierno da un plazo de 100 días para que, en conjunto con los ministerios de Trabajo y de Finanzas, se cree la nueva institucionalidad.

El analista político Francisco Huerta, exministro de Gobierno, resaltó la medida, aunque espera que haya una coordinación no solo entre los ministros, sino entre todos los miembros del Gabinete para evitar “contradicciones entre lo que declaran los voceros y los ministros”, y a la par que el jefe de Estado “no se involucre en pleitos en los que no debería intervenir”.

“Es conveniente la creación de este ministerio, porque son dos temas gordos que requieren dedicación ejecutiva y con personal especializado. Porque puede ser que un ministro sepa mucho de política, pero no sepa nada de seguridad; por más que pongan un subsecretario, no tiene el rango para tratar ese tema. Y, al contrario, una persona puede tener conocimientos de seguridad, pero no tiene noción de la política”, explicó Huerta.

Agregó que la continua reestructuración de esta cartera en los últimos años no ha dado resultados, porque no se han implementado “políticas públicas que continúen en el tiempo, sino que se improvisa en cada oportunidad, por lo que deben rehacerse políticas públicas consensuadas y no impuestas”.

Desde una mirada académica, se califica como positiva esta gestión.

Para el catedrático de la Universidad Central del Ecuador Lautaro Ojeda, la decisión es “acertada, porque uno es el tema de la gobernabilidad y la relación con la Asamblea, y otro es el tema tan complejo de la seguridad y cárceles”.

“De ahí que estos dos ministerios van a tener que reorientarse, reestructurarse para dedicarse a la seguridad, a la nueva fenomenología de los tipos de crímenes, con una profunda relación con los sistemas de inteligencia y la justicia, para encargarse de la corrupción y el crimen organizado”, comentó Ojeda.

No obstante, lo que deberá analizarse es cómo se va a reestructurar, qué recursos se van a destinar y si existe la preparación, el conocimiento, porque —a su criterio— el comportamiento de los últimos tres Gobiernos, y en especial el de Correa, fue coyuntural.

“Se hicieron inversiones fabulosas, como en las cárceles, en donde hay graves errores, como la ausencia de formación de guías penitenciarios. Han ido peloteando en los temas, dependiendo de la coyuntura, de los índices de criminalidad, y no han tomado de manera profunda y sistemática estos ámbitos”, añadió.

Uno de los temas que concentrarán la atención del nuevo Ministerio del Interior será el de la seguridad en el interior de las cárceles, que en los últimos meses registró más de 200 personas privadas de la libertad fallecidas. FOTO: Jorge Guzmán Foto: Jorge Guzmán

Observó que hay temas, como la violencia social, que no están generados por criminales, sino en el ámbito intrafamiliar; o el acoso escolar, que “produce el 42 % de los homicidios”. Y ¿quién se encargará de eso?, “¿quizás este ministerio tratará los temas de violencia social?”, preguntó.

Daniel Pontón, catedrático del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), describe al Ministerio de Gobierno como una “figura tradicionalista, vieja en materia de política y de seguridad”. Y, aunque ve como “una buena medida” retomar el Ministerio del Interior, cree que se la tomó “tarde”.

Una vez que se ha retomado este ministerio, “habrá que ver si la figura de Patricio Carrillo es adecuada, positiva, porque él es un policía, y hay un problema de que los policías se autogobiernan; sin embargo, tiene ciertas ventajas, como que ganan un mecanismo de gobernabilidad hacia el interior de la Policía, pero también se requiere a nivel de un ministerio que esté enfocado en seguridad”.

Para Pontón, el que haya un ministro dará un nivel de rectoría que implicará un liderazgo, incluso para gestionar políticas públicas con otros organismos del Estado, como la justicia y los gobiernos locales, así como con la Asamblea Nacional para el trámite de leyes.

“En todo caso, ya está el ministerio y hay que ver cómo aplicarán sus capacidades como ministros. Antes la seguridad ciudadana era más marginal; ahora es un problema central; y si bien el Gobierno no se cae por la inseguridad ciudadana, sí lo desgasta”, recalcó.

La resolución presidencial deberá ejecutarse hasta inicios de julio, pues los 100 días para la escisión y creación de esta reestructura ministerial corren desde la expedición del decreto ejecutivo. (I)