A pocos días de cumplir 50 años y relacionado con el escándalo de Fondo Global de Construcción (Foglocons) y el Sistema Sucre, Luis Eduardo Sánchez Yánez quiere tener un nombre limpio. El venezolano de ascendencia ecuatoriana ha presentado una demanda en Bogotá, donde está radicado, contra el asambleísta Fernando Villavicencio por injurias, ante lo cual el legislador ha dicho que la enfrentará con gusto.

Sánchez, hermano de Jaime, quien fue un funcionario público muy cercano a Rafael Correa, asegura que lo contrataron como vicepresidente de Foglocons Venezuela y que fue accionista de la firma en Ecuador por poco menos de tres meses. Asevera que Álvaro Pulido Vargas era quien llevaba el negocio de la construcción de casas, gimnasios y estadios en Venezuela, y que este le presentó a Álex Saab Morán como su socio a inicios de 2012, pero que trató muy poco con él porque Saab no tenía oficina en la sede de la empresa en Caracas. Estados Unidos logró la extradición de Saab, a quien acusa de ser el testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro; y también presentó una acusación contra Pulido. Foglocons Ecuador facturó $ 160 millones de exportaciones a Venezuela a través del Sistema Sucre, las autoridades ecuatorianas allanaron sus oficinas e iniciaron un juicio, pero luego se dictó sobreseimiento definitivo.

¿Cómo conoció a los señores Álvaro Pulido y Álex Saab, y llegó a ser socio de Foglocons en Ecuador?

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Siendo joven, desde 1989 estuve ligado a la banca y durante mis últimos diez años en Venezuela con el Banco Santander, renuncié a fines de 2010 porque el entonces presidente Hugo Chávez nacionalizó la institución. Nos vinimos a Bogotá con mi familia, comencé a dar asesorías a compañías. Conozco al señor Pulido en junio de 2011 y me contó que su constructora había ofertado un proyecto para la Misión Vivienda. En diciembre de ese año me contactó en Bogotá y me explicó el proyecto. Un mes antes se había firmado un convenio binacional entre Colombia y Venezuela, en el que participaba Foglocons. Se iba a montar una empresa mixta de producción de paneles prefabricados en Venezuela. En enero de 2012 tuvimos otra reunión en Caracas junto con Miguel Perilla, vicepresidente ejecutivo.

Saab aparece en la firma del convenio binacional, ¿aún no lo conocía?

No, lo conocí después. En enero de 2012 estaban contratando mucha gente en Colombia, se iba a montar la planta, era un proyecto binacional muy interesante.

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¿Cuál era su cargo?

Laboré como vicepresidente de Administración y Finanzas de la venezolana Foglocons, que se constituyó en marzo de 2012. Esta compañía no accedía al sistema de divisas Cadivi, no lo hacía porque controlaba ELM Import y Thermo Group. En 2011 a ELM Import, que era controlada por Saab y Pulido, el Estado venezolano le otorgó un Certificado de Insuficiencia de Producción Nacional para que accediera a divisas. En ese año importaron a través del sistema Aladi. Y en abril de 2012 se lo renuevan, para entonces el comercio con Colombia estaba cerrado y el Estado venezolano debía dinero a los exportadores colombianos.

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¿Cómo Saab y Pulido controlaban ELM Import?

No sé si firmaron una alianza o convenio, pero digo que la controlaban porque ese Certificado de Insuficiencia era muy importante, eso permitía las importaciones utilizando las divisas que entregaba el Estado venezolano.

¿Por eso el contrato para las casas se firmó con ELM Import?

No, se lo firmó con Foglocons Venezuela. ELM importaba los kits de vivienda y era uno de los proveedores. Lamentablemente no tengo ese contrato. En mayo de 2012 nos informan que se iba a invertir en Ecuador montando una fábrica de paneles para importar ese producto.

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¿Ya lo conocía a Saab?

Lo conocí en febrero de ese año. La relación de quienes trabajábamos en Foglocons era con Pulido porque él estaba metido en la operación, reuniones con proveedores, por ejemplo. De hecho, Saab no tenía oficina en la empresa, estaba más en los temas de lobby, viajaba mucho. Pulido me lo presentó como socio de la compañía, una presentación muy corta. Lógicamente en el tiempo que trabajé ahí compartimos con el señor Saab, pero él no aparece en los papeles sino solo Pulido.

La escritura de constitución de Foglocons Ecuador es del 12 de septiembre de 2012 ¿cómo se conformó esa empresa?

El asesor legal de la compañía, Víctor Alfaro, comenzó los trámites, le detectaron un cáncer de piel en la nariz y por eso me pidieron a mí que culminara el proceso, por eso aparezco junto con Pulido en la constitución en septiembre de 2012 en Guayaquil. Para octubre ya se había creado una estructura de empresas en España y Malta para absorber a las compañías Foglocons que operaban en Venezuela, Colombia y Ecuador. La española Grupo FGDC Latinoamérica Sociedad Limitada le otorgó un poder a Alfaro para comprar las acciones de Foglocons en Ecuador y Colombia, y esto se da el 30 de noviembre.

Usted y Pulido también crearon Constructora Jaar en Guayaquil el 20 de septiembre.

Sí. Pulido quería tener esa empresa para trabajar en Ecuador, aprovechando que se tendría la fábrica de paneles, pero en realidad nunca funcionó que yo sepa.

El poder de la española Grupo FGDC lo da el británico Ian Geofrey Styles, ¿puede documentar que Pulido es el beneficiario final de estas sociedades?

Este es un certificado de la autoridad que indica que FGDC Malta Holdings Limited fue registrada el 23 de octubre de 2012 y que los accionistas son Álvaro Pulido y Gordon Mifsud (intermediario que aparece con 192 empresas en OffshoreLeaks). Este es el velo corporativo, la compañía maltesa es dueña de la española, que a su vez es propietaria de la ecuatoriana. Alfaro firma por la empresa española.

Certificado de FGDC Malta Holdings Limited, entregado por Luis Sánchez Yánez.

Y Pulido pasó sus acciones a Fondo Global Petrolero S.L., aunque los documentos se presentaron en la Superintendencia de Compañías de Ecuador en mayo de 2013.

Esa empresa también es de él, pero esos documentos no los tengo. Pulido me contó en Bogotá sobre la investigación por lavado de activos en Ecuador, en julio de 2013 más o menos, y me comentó que aparecía mi nombre. Me quedé en la empresa para asegurar que me defendieran hasta que salió el sobreseimiento en Ecuador, en abril de 2016. Tengo los documentos de mi liquidación.

En abril de 2015 publicamos el reportaje sobre ‘El desangre de dólares de Venezuela’, y en una entrevista usted nos dijo que el propietario del grupo era un fondo financiero de Bahamas. Ahora dice que es de España y Malta.

Déjeme buscar los documentos. Lo que pasa es que en España se creó la empresa FGDC Latam 2012, creo que es lo que les comenté en 2015.

No, usted nos dijo que era Universal Venture Capital con sede en Bahamas.

Le explico. FGDC Malta Holdings Limited, de Pulido, constituye varias empresas españolas, una de ellas es FGDC Latam 2012 que compra Foglocons de Venezuela. No recuerdo si fue en 2014 o 2015 cuando Malta Holdings es absorbida por Universal Venture Fund que está en Barbados.

O sea, no era Universal Venture Capital de Bahamas sino Universal Venture Fund de Barbados.

Esa empresa maltesa deja de ser socia de la española y ahora es el fondo de Barbados, esa es la estructura que quedó.

En 2015 nos dio un nombre distinto en otra jurisdicción. En esa entrevista usted estaba acompañado por Menameh Michel Edery, socio de Thermo Group.

Sí, luego él llegó a ser director general de Foglocons de Venezuela.

¿Por qué no se hicieron las obras?

Sí se hicieron, hay medias verdades. Se desarrollaron los proyectos Tacarigua y Las Vegas, que no se entregó en su totalidad. El gran problema fueron los traspasos de los terrenos que eran de distintas instituciones del Estado.

Los periodistas de Armando.Info que trabajaron con este Diario fueron a Cúa, y ahí había un terreno baldío.

Había un proyecto muy grande, no sé si era ese, con un proyecto de cinco mil viviendas que no se ejecutó por problemas con los terrenos.

¿Cuánto era su sueldo?

Ganaba en dólares y bolívares.

¿Y hasta que se fue en mayo 2016 la compañía seguía funcionando?

Claro e incluso después de que yo me fui. Foglocons Venezuela construyó 20 gimnasios verticales, también un coliseo deportivo para los Juegos Panamericanos de Playa 2015, un estadio de béisbol en el estado de Vargas.

¿El problema de Ecuador no le provocó un dolor de cabeza?

Si yo hubiera sido parte de ELM Import habría estado nervioso, pero yo era vicepresidente de Foglocons Venezuela y toda mi operación era en bolívares. Recuerdo que de Ecuador llegaron como un millón de dólares o algo así de paneles prefabricados, lo que no arribó fueron los sanitarios, baldosas, puertas, ventanas. Con el área de compras viajamos a Ecuador y tuvimos reuniones con el Grupo Eljuri, el grupo de diseño hizo lo mismo con Window World. Luego vino el allanamiento a las instalaciones y ya no llegó material. Las obras se trabajaron con los insumos que teníamos y se puso a trabajar la planta de prefabricados venezolana.

¿Con qué empresarios se reunió?

Fue como por febrero o marzo de 2013. Fuimos a Cuenca a reunirnos con Eljuri. Y también con Nassib Neme, a quien yo le había hecho una asesoría muy puntual en un tema que no tiene que ver con Foglocons, fue una intermediación para venta de cable en Venezuela y Centroamérica.

Su hermano fue funcionario del Gobierno de Ecuador y se quedó hasta el 2015.

El 75 % de mi sangre es ecuatoriana. Venimos de Cotopaxi. Mi padre, Gustavo Armando Sánchez Yánez, y mi abuelo materno, Armando Yánez Caicedo, fueron los fundadores de la ciudad más industrial de Venezuela, Puerto Ordaz. Mi papá y mi mamá, Smyrna Yánez Marticorena, son primos hermanos.

¿Cómo llegó su hermano a Ecuador?

Mi mamá se regresó a Ecuador en el 2002. Mis hermanos Jaime y Óscar son gemelos, y Jaime vivía en Estados Unidos. Y decidimos pedirle a Jaime que se regresara a Ecuador para que se hiciera cargo de una hacienda familiar en Barrancas, Cotopaxi. Y entró al Gobierno por Manuela Gallegos, que conoce a mi familia.

¿Y su hermano no conocía a Chávez?

No, lo conoció por el presidente Rafael Correa. Y después trabajó con el ministro del Interior. Jamás ha trabajado en temas de seguridad como guardaespaldas.

Él estuvo con Correa el 30S.

Mi mamá nos llamó al mediodía de ese 30 de septiembre de 2010 para contarnos que había llamado a Jaime, pero que no le contestaba. Luego me contestó a mí y me dijo que iba a salir de su casa para ir al Palacio de Gobierno. En la tarde se fue al Hospital y logró ingresar gracias a unos policías.

¿Ha sido citado a dar testimonio en el caso de Ecuador o en Estados Unidos?

No. He reaccionado por las declaraciones del asambleísta Fernando Villavicencio, que dio entrevistas a medios colombianos importantes hace dos semanas y me acusó de estar relacionado al lavado de activos y narcotráfico. Por eso el 5 de noviembre pusimos una demanda en Bogotá con el doctor Rubén Darío Cevallos.

¿Por estas acusaciones le podrían quitar a usted la residencia en Colombia?

Son acusaciones graves y absurdas. A los abogados les llama la atención el nivel de saña. Es un tema muy político y complejo, por eso he puesto la demanda en Bogotá.

Existe el problema de un homónimo.

Así es. Cuando se realiza el allanamiento en Guayaquil y se investiga a la empresa, se descubre que en el año 2006 hay una averiguación en Venezuela contra una persona que se llama como yo, nacida en Puerto Ordaz, que es un militar con una cédula de identidad distinta a la mía. Yo sabía de esa investigación por narcotráfico, pues en febrero de ese año debía viajar a España y me paró Migración en Caracas por este tema, pero chequearon mis documentos y es fácil darse cuenta que es un homónimo.

¿Usted nunca más vio a Pulido?

Le seguí enviando mensajes hasta 2017 porque me debían una parte de la liquidación. Lo mismo sucedió con el doctor (Víctor) Alfaro en 2019 porque quería una certificación de que yo no era accionista de Foglocons Venezuela. Hay otra precisión, como yo vivía en Bogotá al igual que otros ejecutivos, viajábamos en avión todos los viernes por la tarde desde Caracas para pasar el fin de semana con la familia. (I)