La Asamblea Nacional concluye este año 2022 confrontada políticamente con casi todas las funciones del Estado, alejada de las demandas cotidianas de sus representados, sin diálogo con el Ejecutivo, sin una agenda en común entre las bancadas, y entrará a su tercer año de gestión donde el conflicto se incrementará cuando busque cambiar a sus autoridades administrativas.

En el 2022, la crisis interna del Parlamento golpeó a todos los sectores políticos, en el que se privilegió agendas partidistas que antepusieron la toma de las instituciones clave para ejercer poder, hubo confrontación y se recurrió a la justicia por acciones de protección, que pusieron en apuros a la legislatura.

Pachakutik perdió la presidencia de la legislatura con Guadalupe Llori, a igual que la Izquierda Democrática la segunda vicepresidencia con Yeseña Guamaní. El correísmo y el PSC armaron una mayoría afín para dar un giro en la conducción del Parlamento con Virgilio Saquicela, y desde esa trinchera se puso en ejecución la tarea de fiscalizar al Consejo de la Judicatura, al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), pero los resultados fueron adversos.

Pero, ¿cuánto respondió la Asamblea en el último año de labores? El presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, en un balance realizado señala que hubo 37 proyectos aprobados, de los cuales 29 corresponden a su gestión.

Johana Moreira, de la Izquierda Democrática, resalta la aprobación de leyes, pero ella considera que en el 2022 a la Asamblea Nacional le faltó ese vínculo con la ciudadanía que busca respuestas a los problemas que está enfrentando.

Si bien se están aprobando proyectos de ley y se fiscaliza, pero en el fondo la legislatura está alejada de las realidades que vive la gente, se mantiene concentrada en las luchas entre los poderes del Estado, no sale de las pugnas y de las agenda partidistas que buscan tomarse el poder.

Los asambleístas tampoco se preocupan, añade Moreira, porque el proyecto aprobado se cumpla o exigir al Gobierno que elabore el reglamento para que la ley sea efectiva.

Moreira, quien integra el Consejo de Administración Legislativa (CAL), afirma que el Parlamento en el último año ha permanecido distante del Ejecutivo, y existe mucho celo entre los dos sectores. Hay un Ejecutivo que no hace su parte, no se abre a los consensos, frente a una Asamblea que ha jugado el papel de la confrontación con todos los poderes del Estado.

Las pugnas entre funciones del Estado han permanecido durante todo el año, y muchas de esas pugnas se trasladan a los líderes de los partidos, quienes marcan lo que debe hacer la legislatura para llegar al poder, comenta la representante de El Oro.

Pero el coordinador del PSC, Esteban Torres, considera que en una democracia plena la existencia de pesos y contrapesos es necesaria y positiva, y si se ha visto eso durante este 2022, quizá cae en el disgusto de aquellos que defienden al gobierno de Guillermo Lasso.

La presencia de una mayoría de oposición al Gobierno, añade, es una consecuencia natural de que existe democracia, y si se evalúa lo que pasó a diciembre de 2021, se puede dar cuenta de que todos los actores políticos están casi al mismo nivel de aprobación y popularidad. El año pasado había un Ejecutivo que tenía casi un 70 % de popularidad, hoy vemos que “producto de estas disputas todos los actores políticos están casi al mismo nivel, se desgastaron todos”.

Torres, integrante del CAL, manifiesta que al Ejecutivo le cuesta entender que la Asamblea no es una dependencia del Gobierno; que lamentablemente muchas de las pugnas políticas están alejadas de las expectativas del ciudadano, lo cual es un desgaste para la Asamblea y los asambleístas.

El representante de Tungurahua defiende que hay cosas positivas que pasan en la Asamblea con la aprobación de leyes, pero que lamentablemente eso es absorbido por las peleas y las disputas, y no necesariamente al ciudadano le llega un mensaje de lo que le estaría estar viendo de las Asamblea.

Torres se cierra a posibilidades de consensos y entendimiento con el Ejecutivo, porque “no se puede llegar nunca a un consenso, peor a un acuerdo con un político con alguien que no cumple la palabra, y el Gobierno incumplió la palabra, y por eso no se puede llegar a acuerdos puntuales a futuro; y lo único que se seguirá dando son coincidencias en temas ideológicos.

Ricardo Vanegas, asambleísta nacional de Pachakutik, sostiene que la Asamblea perdió su rumbo y lo que ha prevalecido es una estrategia conducente a tomarse los órganos de control y para eso han violado procedimientos y normas constitucionales, lo cual motivó que se presenten acciones de protección ante jueces constitucionales.

Al legislativo y al Ejecutivo no les permite avanzar por sus posiciones cerradas, no buscan un consenso con base en el diálogo, sino un enfrentamiento innecesario donde prevalece el interés por tener el control de las instituciones del Estado, pues hay muchos políticos que tienen miedo a la Contraloría General del Estado, entonces quieren ejercer el control del contralor para tapar las cosas que han ocasionado.

Además buscan otras entidades de control, porque al ser oposición no tienen posibilidades de tener puestos en el Gobierno y necesitan cumplir sus compromisos; ellos han privilegiado sus ambiciones personales antes que preocuparse por aprobar una ley que permita al país enfrentar el tema de inseguridad y el narcotráfico.

Nathalie Arias, de la Bancada Acuerdo Nacional (BAN), al realizar una autocrítica coincide con la legisladora Johana Moreira, de que esta Asamblea a cerrar el 2022 le queda debiendo al pueblo ecuatoriano en algunos sentidos. Hubo episodios “penosos”, señala cuando se destituyó del cargo de presidenta a Guadalupe Llori, y a la exvicepresidenta Yeseña Guamaní, lo cual no dejan un buen precedente para la Asamblea Nacional. La intención del PSC y UNES fue tomar el control del Parlamento.

Desde el sector de independientes, Elías Jachero observa que hay instituciones dispersas entre el Ejecutivo y Legislativo que no tienen una agenda en común; si bien se han aprobado leyes existe mucho por hacer.

La ciudadanía debe involucrarse más y exigir a quienes los representan el cumplimiento de sus planes de trabajo, y si se evalúa conscientemente sobre lo que ha realizado la Asamblea en el 2022, creo que le queda debiendo al país.

Jachero resalta que para salir de la confrontación política se necesita diálogo, debatir, proponer, coincidir y luego de ello, “irnos encontrando en el camino para las soluciones viables y prácticas”. (I)

Listado de proyectos tramitados y aprobados

Juicios políticos tramitados