Hubo una época en que Rubén David Cherres Faggioni era Rubén Antonio Cherres Faggioni. Con este último nombre compró una empresa en Ecuador y enfrentó un proceso judicial por narcotráfico del cual fue sobreseído hace más de 20 años.

Hoy, el nombre de Rubén Cherres ha puesto en apuros al gobierno del presidente Guillermo Lasso. La crisis se inició con las publicaciones del portal digital La Posta que señalan a Cherres como hombre de confianza y “amigo” de Danilo Carrera Drouet, cuñado del mandatario, como un operador que ha movido los hilos para el nombramiento de ministros de Estado y como un empresario ligado a supuestos narcotraficantes albaneses.

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El presidente Lasso reaccionó defendiendo a su cuñado, a quien considera un hombre intachable, a la vez que ordenó la captura inmediata de Cherres, cuya ubicación se desconoce.

Rubén Cherres tiene 62 años. Aunque en su cédula consta como profesión “petrolero”, no tiene ningún título universitario en esa área registrado en la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt) ni tampoco negocios de ese tipo. De su trayectoria profesional resalta su faceta de empresario inmobiliario.

Su primera incursión empresarial fue en 2003, cuando adquirió la inmobiliaria guayaquileña Celito Cateyente S. A. La compañía fue creada en junio de ese año. Cherres y la que entonces era su esposa la adquirieron pocos meses después, en noviembre.

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Cherres usó su pasaporte para registrar sus acciones en la Superintendencia de Compañías, con el nombre de Rubén Antonio. Sin embargo, en los documentos de traspaso sí hizo constar su número de cédula, que fue escrito a mano.

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En poder de Cherres, la inmobiliaria se mantuvo sin actividad económica, al menos ante la mirada de la Superintendencia. No presentó los balances financieros ni los demás documentos que exige la ley por dos años. Por ello, la Superintendencia la declaró inactiva en julio de 2016 y tres meses después ordenó su disolución.

Para entonces, Cherres y su esposa habían devuelto las acciones de Celito Cateyente al mismo empresario que les había vendido la empresa. Él se encargó de hacer el trámite para reactivar la compañía en 2009.

Años después, Cherres se asoció con Dritan Gjika, un ciudadano albanés domiciliado en Guayaquil. Desde 2014, ambos han compartido acciones de doce compañías, la mayoría ligada al negocio inmobiliario, según los registros de la Superintendencia. Estas son:

  • Bodegsar S. A.
  • Construador S. A.
  • Construcciones de Obras Civiles Consobrivsa S. A.
  • Corpsalcorp S. A.
  • Drisard S. A.
  • Drixsa S. A.
  • Inducord S. A.
  • Inmobirealstate S. A.
  • Inmobitrust S. A.
  • Inmord S. A.
  • Inmosad S. A.
  • Trustal S. A.

Ocho de estas empresas fueron creadas en un solo día, el 17 de junio de 2021. Todas estas están domiciliadas en una oficina del edificio Sky Building, ubicado en la av. de las Américas, en el norte de Guayaquil.

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De acuerdo con una investigación de la revista digital Plan V, la Superintendencia señaló a dos empresas ligadas a Cherres y Gjika por no haber cumplido las normas de control para prevenir el lavado de activos, el financiamiento al terrorismo y otros delitos. Se trata de Inmobitrust e Inmobirealstate.

Aparte, Cherres comparte con su hijo acciones de la compañía Agricolasas S.A.S., que tiene un RUC para el cultivo de banano.

El caso Río Grande

Rubén Cherres estuvo envuelto junto con otras 21 personas en un gran operativo antinarcóticos, al que la Policía bautizó como Río Grande, que se realizó a finales de los años noventa. El archivo digital de la Función Judicial conserva poca información de este proceso. En él aparece Cherres como Rubén Antonio. Los documentos indican que fue llamado a juicio el 3 de abril de 2000 por posible narcotráfico.

Facsímil de las firmas de Rubén Cherres Faggioni usando diferentes identidades, que constan en los registros de la Superintendencia de Compañías.

No obstante, esta decisión fue apelada. Una sala de la Corte Superior del Guayas revocó el llamamiento a juicio en contra de Cherres y este quedó separado del juicio. Al final, solo tres de los 22 procesados fueron declarados culpables.

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Un agente de Inteligencia de la Policía consultado por EL UNIVERSO aún recuerda a Cherres envuelto en ese caso de narcotráfico. “Es el mismo”, afirmó y mencionó que ese operativo lo hizo una unidad de Guayaquil.

Cherres volvió al radar de la Policía Antinarcóticos a mediados de 2021. Un informe policial publicado por La Posta señala que el 5 de mayo de ese año, Cherres se habría reunido en Manta con tres sujetos para presuntamente planificar el envío de droga a través de una empresa pesquera.

El documento describe los seguimientos encubiertos realizados a Cherres y sus socios. Fotografiaron reuniones en una cafetería del edificio Sky Building, donde están domiciliadas varias empresas de Cherres. También interceptaron su teléfono.

La investigación policial se hizo dentro de la indagación previa 130801821050133, dirigida por la Fiscalía. Los agentes de Policía realizaron su informe final el 15 de enero de 2022. En él detallaron las reuniones y conversaciones de los involucrados. Sin embargo, diez días después, la Fiscalía de Manta pidió a un juez el archivo de la indagación. La solicitud fue concedida el 21 de marzo de ese mismo año.

Luego de que La Posta hiciera público el informe policial, la Fiscalía General del Estado indicó en un comunicado que la fiscal Diana Salazar ordenó que el expediente judicial sea trasladado a Quito para realizar un control jurídico y analizar la reapertura de esa causa.

La suerte judicial de Cherres aún no se ha finiquitado. (I)

Opinión gráfica de Bonil del 17 de enero de 2023