Boboy pide el observatorio ciudadano para el respeto de los derechos colectivos

María Isabel Boboy Caicedo conoce el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) desde la provincia y se postula para vocal, pues quiere rescatar el trabajo con la ciudadanía y con los pueblos y nacionalidades del país.

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Ingresó a trabajar en el CPCCS en Ibarra en 2010 cuando se abrieron las oficinas en varias capitales. Una amiga le avisó porque buscaban un perfil de informática y que conociera algo sobre el manejo de proyectos. Para entonces, ella ya se había graduado de ingeniera en Sistemas por la Universidad Autónoma Regional de los Andes (Uniandes) y tenía experiencia de activista en la defensa del manglar.

Inquieta y curiosa, a Boboy siempre le había gustado la informática aunque no tenía una computadora. Por las tardes iba al centro de cómputo de su colegio en su natal San Lorenzo (Esmeraldas) para aprender a usar el único ordenador que había. Con el título de bachiller, a los 18 años, llegó a Ibarra junto a dos hermanas, las tres mayores de un total de siete. Fue una experiencia superfuerte, pues comenzó de cero.

Se inscribió primero en el Tecnológico Ibarra (ITSI) y al inicio debía hacer doble esfuerzo para ponerse al día. Se graduó al cabo de tres años y de ahí pasó a Uniandes para obtener el título de Ingeniería. Como ya se sentía más segura en sus conocimientos empezó a dedicarse a otras actividades. Trabajó limpiando casas. “Lo importante era graduarme y ayudar a mi familia”, recordó. Antes de entrar al CPCCS hizo pasantías y trabajó con el Fondo de Cesantía del Magisterio.

En sus diez años en el CPCCS, su perfil de técnica de sistemas ha ido quedando de lado, pues se convirtió en analista. Ha participado en veedurías, en la realización de asambleas y en los procesos de rendición de cuentas de las autoridades locales. “Cuando con el auspicio del CPCCS se crea un comité de usuarios y se logran cambios en un servicio público, ahí vemos que el Consejo funciona”, indicó.

Boboy ha trabajado en todo menos en el nombramiento de autoridades, pues esto estaba a cargo de la matriz.

Por ello, esta ingeniera de 37 años con un máster en marketing digital apoya la labor que se realizó con la ciudadanía hasta antes de la consulta del 2018. “El CPCCS tenía un pico alto en procesos participativos y por eso los defiendo”, dijo. Y critica que antes del referendo se coartaba el ejercicio de la ciudadanía para incidir en la designación de autoridades porque se nombraba a funcionarios cercanos al gobierno de Rafael Correa.

Con los nuevos consejos a partir del 2019 y los problemas entre las autoridades, Boboy se siente decepcionada porque eso ha atentado a la credibilidad del CPCCS y las sedes provinciales han sido abandonadas.

Una de sus principales propuestas es crear un observatorio ciudadano sobre el cumplimiento de los derechos colectivos de los pueblos y del decreto 60. Este estableció que el pueblo afroecuatoriano debe tener incidencia laboral de acuerdo con el porcentaje de su población. El 7,2 % de los funcionarios debe ser afroecuatoriano, en principio.

También quiere garantizar que la ciudadanía tenga herramientas claras para incidir en la gestión pública. (I)