Dos problemas generan incertidumbre sobre la suerte de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS), la más grande del país. Por un lado, está la amenaza que representa el avance de la erosión regresiva del río Coca, que lleva más de un año y que ahora está a 8,7 kilómetros de las obras de captación de agua de la central. Por otro lado, existe preocupación por las fisuras halladas en los distribuidores de presión, por lo cual la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) presentó una solicitud de arbitraje internacional en contra de la empresa china que construyó el proyecto: Sinohydro Corporation.

Esta situación fue verificada este viernes 18 de junio por una comitiva que recorrió parte del río Coca y las instalaciones de Coca Codo. El grupo estuvo conformado por los asambleístas Fernando Villavicencio y Pedro Velasco, miembros de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, por autoridades y técnicos de la Celec, y cuatro expertos.

La visita es parte de la investigación que lleva adelante la mesa legislativa, en la que se indagan supuestos sobrecostos, irregularidades y desperfectos en la central hidroeléctrica.

Publicidad

Acciones para enfrentar la erosión

La Corporación brindó detalles sobre las acciones que se han adoptado y lo que se prevé hacer para frenar la erosión. Actualmente, este proceso, por el cual desapareció la cascada San Rafael en febrero de 2020, está llegando al río Malo, que es uno de los afluentes del río Coca.

Las obras de prevención que se han implementado hasta el momento representaron un gasto de $ 700.000. Para esta primera instancia se construyeron seis diques que frenen la velocidad de la corriente del río; sin embargo, se destruyeron al cabo de diez meses porque fueron diseñados para resistir un caudal de 1.000 metros cúbicos por segundo cuando en la práctica tuvieron que soportar hasta 1.600 metros y hasta con una crecida superior a los 2.000 metros, explicó Galo Atiaga, responsable de estudios, diseños y monitoreo.

Publicidad

Un millonario gasto está por ejecutarse en los próximos meses, para financiar las siguientes etapas planificadas para enfrentar el problema de la erosión regresiva y proteger a la hidroeléctrica. Preliminarmente, se estima que se requerirán al menos $ 97 millones para la ejecución de algunas acciones. El valor se incrementará cuando se definan más estudios.

En ese sentido, Atiaga detalló que la segunda instancia de intervención, la cual está en proceso precontractual, se divide en tres fases. La primera es una pantalla de pilotes secantes, para disminuir la erosión, y tendrá un costo aproximado de $ 17 millones.

Publicidad

La segunda fase consiste en la instalación de trece pantallas con tecnología jet grouting (inyección a presión de hormigón para consolidar el suelo), valoradas en $ 80 millones; para esto se cuenta con el asesoramiento de expertos de universidades ecuatorianas, de Argentina, de España y de Estados Unidos. El costo estimado, dijo Atiaga, todavía no es fijo porque depende de modelos físicos de optimización.

Por último, la tercera fase comprende la reubicación de las captaciones de Coca Codo. “Es el caso más crítico”, remarcó el técnico de la Celec y adelantó que para octubre de este año se tendrían listos los estudios de prefactibilidad que establecerán cuál es la mejor ubicación para las captaciones. Después vendrá un estudio de factibilidad y diseños definitivos. Esta parte aún no ha sido presupuestada.

“Estimamos entre nueve meses y un año la ejecución de la fase de factibilidad y diseños definitivos. En ese momento tendremos información del avance de la erosión y se pueden tomar decisiones en torno a la ejecución de la tercera fase”, describió Atiaga.

La intención es tener el mayor tiempo posible para tomar las decisiones viendo cómo resulta el avance de la erosión. La obra de pantallas rígidas está a un kilómetro de la captación. En la zona de San Luis, del puente Ventana 2, estuvieron ubicados los seis diques.

Publicidad

Celec informó que en julio está prevista la visita de un grupo de expertos del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos, quienes conjuntamente con los técnicos de la Comisión Ejecutora Río Coca revisarán la problemática de la erosión regresiva y las soluciones planteadas.

Fisuras en los distribuidores de presión

Desde el interior de los grandes distribuidores de Coca Codo, los asambleístas y expertos pudieron constatar directamente varias de las grietas que comprometen a las instalaciones. Había más de 7.000 fisuras que ya han sido intervenidas, pero se han encontrado otras 800 aberturas.

Las reparaciones se iniciaron en mayo de este año en la fase II de la central (unidades 5, 6, 7 y 8) y corren por cuenta de Sinohydro. Marcelo Reinoso, gerente de la Unidad de Negocio Coca Codo Sinclair, manifestó que son defectos de construcción y que se cuenta con alrededor de $ 200 millones de las garantías económicas de la empresa china.

Aunque la central hidroeléctrica, que tiene una capacidad de 1.500 megavatios, fue inaugurada en noviembre del 2016, hasta el momento la obra no ha sido recibida de manera definitiva por el Gobierno, debido a múltiples inconvenientes técnicos.

Por ello, Reinoso advirtió que Celec recibirá la infraestructura “una vez que estén subsanados, a conformidad, todos y cada uno de los defectos y trabajos pendientes que son de responsabilidad de Sinohydro”.

Debido a las fisuras, la Corporación presentó el 17 de mayo una solicitud de arbitraje en contra de Sinohydro ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, con el fin de solucionar las controversias surgidas por la ejecución del proyecto hidroeléctrico.

Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización, comentó que sobre los distribuidores de la casa de máquinas hay denuncias de que el acero usado por Sinohydro tuvo fallas de origen. “Sin embargo, tanto la fiscalizadora como las autoridades eléctricas de entonces (del gobierno de Rafael Correa) autorizaron la importación e instalación de esos equipos”, cuestionó.

Con base en datos de Celec, el asambleísta expone que la construcción de la central costó $ 2.760 millones, a lo que se deben sumar otros $ 600 millones que se destinaron para las líneas de transmisión; sin contar los recursos invertidos para enfrentar la erosión y la rotura de oleoductos que se produjo en 2020 a causa del fenómeno natural. Villavicencio sostiene que la reposición de los distribuidores costaría cerca de $ 1.000 millones.

Datos sobre generación de Coca Codo

Desde su entrada en funcionamiento hasta mayo de 2021, la hidroeléctrica ha entregado al Sistema Nacional Interconectado (SNI) un total de 31.337 millones de kilovatios/hora, lo que equivale al 120 % del consumo anual de energía eléctrica del país durante el año 2020.

La producción de esta central representa el 25 % de la demanda energética anual y ha producido ingresos por $ 265,16 millones, según Celec. Además, en 2020 se exportaron 1.301,59 GWh a los países vecinos, lo que significó un ingreso de $ 55,20 millones. En abril de 2021 se alcanzaron récords y registros de producción con cerca de 28.000 megavatios hora en un día de manera continua al SNI.