Con cuatro votos afirmativos y una abstención, el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó la convocatoria al Referéndum 2023, que se realizará este 5 de febrero del 2023, junto a las elecciones seccionales y de los siete vocales del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

En una sesión virtual instalada la noche de este 6 de diciembre, los consejeros electorales conocieron y aprobaron el texto de la convocatoria a las urnas para que la ciudadanía se pronuncie sobre el referéndum de ocho preguntas de enmienda a la Constitución, propuesto por el presidente del Gobierno, Guillermo Lasso y que superó el control de constitucionalidad de la Corte Constitucional (CC).

La convocatoria de 27 de páginas se aprobó con el voto afirmativo de los consejeros Elena Nájera, José Cabrera, Enrique Pita y Diana Atamaint; la consejera Esthela Acero, exlegisladora del movimiento Alianza PAIS cuando lo lideraba el expresidente Rafael Correa, se abstuvo provocando sorpresa y preocupación entre sus colegas, pues consideró que se debería realizar en otro momento y no este 5 de febrero.

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Acero dijo que no estaba en contra de que se haga el referéndum, pero sí cree que la ciudadanía debe conocer los textos antes de ir a votar, pues la razón de ser de este proceso electoral es cambiar textos constitucionales.

Entre los observaciones que enumeró, está el tiempo que tomaría votar por este referéndum, más la elección de las autoridades de gobiernos locales y los vocales del CPCCS, que sumaría más de seis minutos. En cambio, sin referéndum tomaría tres minutos, aseveró.

A esto se suma, que cada Junta Receptora del Voto (JRV) recibirá a 350 electores, quienes “no podrán ejercer su derecho en condiciones óptimas”, debido a que la jornada electoral el día de la elección es de más de diez horas.

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“No se alcanzaría a recibir el voto de todos los electores”, reclamó Acero y añadió que con “consulta popular el escrutinio será de 6 horas y 22 minutos y se aumentan ocho actas de escrutinio (por cada pregunta); sin consulta popular es de cuatro horas. Ustedes saben consejeros que a veces eso no se cumple porque los miembros de las juntas receptoras del voto se pasan del tiempo estimado”, advirtió.

Dijo también estar preocupada por la seguridad de los miembros de las mesas de votación, frente al nivel de inseguridad; o que en la consulta popular del 2011, que se realizó en el gobierno de Rafael Correa, hubo un porcentaje de inconsistencias de más del 52% y “ojo que solo fue consulta popular”, subrayó a sus colegas.

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De esta manera, usando una expresión plural aseguró: “No estamos en contra de hacer el referéndum, pero sí creemos que se debería hacer en tiempos distintos, para que el elector acceda a su derecho y para que tenga el tiempo para leer las preguntas y recurrir a los anexos si es necesario”.

En respuesta, el consejero José Cabrera pidió que no se confunda el escrutinio (conteo de votos) con el tiempo de sufragio, además, que esto es un tema técnico y no político. “Separemos, no confundamos a la ciudadanía, este es un tema técnico, no político. Una cosa es lo que los ciudadanos van a sufragar y otra es el escrutinio. Son dos temas diferentes”, le dijo.

Reconoció que lo expresado por Acero era preocupante, pero lo fundamental en la organización del referéndum y de las elecciones seccionales y de los siete vocales del CPCCS, será la capacitación de los miembros de las Juntas Receptoras del Voto y, una correcta difusión del contenido y los anexos de las ocho preguntas del referéndum.

“Nosotros tenemos que cumplir con el país con la ayuda de todos los funcionarios, porque vamos a llevar dos procesos en paralelo. Debemos estar a la altura para servir al país, porque este es un proceso de servicio para la democracia”, enfatizó.

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El vicepresidente Enrique Pita recalcó que el trabajo del Consejo Electoral deberá concentrarse en trabajar estrategias de difusión sobre qué es lo que se elegirá este 5 de febrero y cuál es el contenido del referéndum, para que el electorado acuda informado a sufragar.

En sus estimaciones, afirmó que el escrutinio de las papeletas de las autoridades de gobiernos locales y de los vocales del CPCCS tomaría alrededor de una hora y media; y, del referéndum una hora, que en total, podrían extenderse hasta en tres horas o tres horas y media.

Y, si la preocupación “es el tiempo que le toma al ciudadano votar, es ahí en donde está la responsabilidad del Consejo Electoral: difundir el contenido de las preguntas. Hay que preparar al ciudadano, porque si el día de la votación va recién a llegar a leer, obviamente se generaría un problema”, opinó.

La consejera Elena Nájera expresó también su preocupación por las observaciones planteadas por Acero, por dos motivos: porque tenía acceso a información privilegiada y, porque quien lidera la Coordinación de Procesos Electorales, es Luis Bonifáz, un funcionario que ingresó al Consejo bajo la recomendación de Acero y que en reuniones previas con los consejeros, no había mencionado dichas estadísticas.

En ese sentido, Cabrera y Pita coincidieron con Nájera de que las áreas técnicas del CNE les entreguen los respectivos informes con estas estimaciones para su análisis.

La presidenta Diana Atamaint recordó que en cada proceso electoral se realizan simulaciones de cómo será el día de la votación y que próximamente se harán otros simulacros que arrojen nuevas estimaciones, tanto de cuánto tiempo tomaría sufragar, como el escrutinio.

No obstante, “estamos preparados para organizar este proceso electoral”, apuntó Atamaint.

Luego de la aprobación del texto de la convocatoria, este miércoles se lo difundiría en cadena nacional de radio y televisión para conocimiento de la ciudadanía. (I)