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Controles internos más estrictos y trabajar en contrainteligencia, puntos que debería observar la fuerza pública ante el acecho del narcotráfico y el crimen organizado

El embajador de Estados Unidos Michael Fitzpatrick en entrevistas ha revelado la preocupación de su Gobierno por la penetración del narcotráfico en Ecuador.

GUAYAQUIL (ECUADOR), 30/04/2022.- Militares y Policías han realizado operativos conjuntos en la ciudad de Guayaquil, con fin de contrarrestar hechos delictivos y de violencia, que podrían estar relacionados con delitos de narcotráfico. EFE/Mauricio Torres Foto: Mauricio Torres

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Mejorar los controles internos de la Policía y las Fuerzas Armadas, actualizar los niveles de supervisión periódica, trabajar más en contrainteligencia y sistemas de controles cruzados de información, aparecen para expertos en seguridad como las formas de evitar la existencia de lo que se califica como “narcogenerales” en la fuerza pública, militares de la Fuerza Naval a los que supuestamente Estados Unidos les retiró las visas o uniformados que fueron detenidos por ser parte del negocio del narcotráfico.

A mediados de esta semana volvió a la palestra pública el retiro de visas estadounidenses a oficiales de cuerpos de seguridad del Estado. Esta vez fue el turno de la Fuerza Naval, en donde supuestamente a 18 de sus miembros se les retiró el documento para ingresar a territorio de Estados Unidos.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Nelson Proaño, aseguró que la institución no ha recibido oficialmente información de las personas a quienes se les habría revocado ese documento. Aclaró que el conocimiento que tenían es por medios de comunicación que hablaban del retiro de visas a 18 miembros de las Fuerzas Armadas, en mayoría de la Fuerza Naval.

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Fuerzas Armadas aseguran que no han sido notificadas sobre presunto retiro de visas estadounidenses a 18 miembros, en su mayoría de la Fuerza Naval

El oficial aseguró que respetan la decisión soberana de otorgar o retirar visas que tienen los estados, pero al mismo tiempo ratificó que existe el compromiso de llevar adelante “procesos disciplinarios para esclarecer acciones u omisiones contrarios a la norma en la que se hallen inmiscuidos miembros activos de las Fuerzas Armadas”.

Recordó Proaño el caso ocurrido el 14 de agosto pasado en el que inteligencia naval descubrió cuatro kilos de droga en la lancha guardacostas Isla Darwin, en Galápagos. Actualmente la causa está en etapa de instrucción fiscal y están siendo investigados por el delito de tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización ocho miembros de la Armada.

Para el general de las Fuerzas Armadas (sp), Wagner Bravo, este tipo de situaciones, aunque no deberían ser comunes, terminan existiendo, porque los grandes cárteles de la droga y el crimen organizado tienen un poder para ir enraizándose en un país y normalmente a quien tiene que contaminar es al personal de las fuerzas del orden, al sistema judicial, al político,y a todo el que pueda permitirles este negocio ilícito.

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Bravo piensa que estos ilícitos que podrían tener participación de agentes del orden se deben a que el país está débil y fue desinstitucionalizado en todos los ámbitos. “Suelo decir que las Fuerzas Armadas fueron las que más resistieron a lo que hizo el socialismo del Siglo XXI. Ya el presidente (Lenín) Moreno decía que existió una permisividad para que el narcotráfico venga al país y no se han tomado las acciones para impedirlo en los últimos 30 años”.

Desde las perspectiva de Bravo, las instituciones deben estar abiertas al cambio, para así irse modernizando y actualizando a la par que lo hacen las organizaciones criminales y su actitud de cooptar todas las instancias del Estado. Por ejemplo, el general en sp pide que la Asamblea Nacional trate una Ley de Disciplina que está en ese organismo desde hace más de tres años y que podría ayudar en el trabajo de control.

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QUITO (17-08-2022).- El General de División (segundo desde la derecha), Nelson Proaño, jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., participó una rueda de prensa sobre la detención de ocho miembros de la Armada por intento de comercialización de droga, en Galápagos. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Ante lo que califica como una avalancha del narcotráfico y de otras actividades criminales, él cree que debe existir un continuo mejoramiento de los instrumentos de chequeo, de contrainteligencia, de asuntos internos para así evitar que el personal policial y militar sean corrompidos y reclutados por estas redes. “Es básico el control en las instituciones. (...) Sino en quién confiamos”.

En una entrevista publicada el 15 de agosto pasado por la revista Vistazo, el embajador de Estados Unidos en Ecuador, Michael Fitzpatrick, fue consultado sobre la supuesta revocatoria de visas a 18 oficiales de alto rango, la mayoría de ellos de la Marina. Sin comentar sobre casos específicos, el embajador estadounidense señaló que su Gobierno seguirá tomando medidas enérgicas contra la financiación ilícita, congelando e incautando activos robados, denegando o revocando visas.

“Estados Unidos seguirá colaborando con Ecuador para aumentar la transparencia y el Estado de Derecho, combatir la corrupción, luchar contra el narcotráfico y aumentar la seguridad ciudadana”, apuntó Fitzpatrick, quien en diciembre de 2021 habló de la preocupación de su Gobierno por la penetración del narcotráfico en el Ecuador, la existencia de “narcogenerales” y del retiro de visas a policías, jueces, abogados, entre otros.

Luego de una comparecencia en la Asamblea Nacional, el miércoles 17 de agosto último, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, respecto al retiro de visas estadounidenses a 18 oficiales de la Marina dijo que de eso lo leyó en los medios de comunicación y agregó que le parece que las Fuerzas Armadas ha reaccionado y actuarán con la misma transparencia que ha actuado la Policía Nacional.

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Carrillo reconoció que existe una investigación interna en curso, luego de que el embajador Fitzpatrick habló de los “narcogenerales” en términos amplios. Dijo que la Policía reaccionó y de manera transparente el mando en su momento pidió exámenes especiales a la Contraloría, los cuales ya han sido entregados. Se refiere a la entrega a la Fiscalía de informes con indicios de responsabilidad penal de tres generales de la Policía.

“Hay una investigación interna, pero con eso quisiera decir un asunto que en justicia se debe reconocer. En el mando institucional actual ya no existe esa posibilidad. Eso no quiere decir que mañana no pueda ser tentado o cooptado alguien, pero yo descartaría que en este momento existan “narcogenerales” en la Policía. Hay varios elementos que nos permiten llegar a esa convicción, nos permiten no solo plantear hipótesis, sino hay certezas de la probidad y la integridad a través de pruebas de confianza que también se han realizado”, acotó el ministro Carrillo.

Al docente universitario experto en temas de seguridad, Daniel Pontón, lo que le llama la atención es que pese a que el embajador de Estados Unidos ha hablado de “narcogenerales”, lo cual es muy grave para un país, en Ecuador las investigaciones no avancen en la medida de la prioridad del tema.

Sargento de Fuerza Naval, uno de los ocho marinos involucrados en caso de droga en Galápagos, ya había sido dado de baja en 2016

“La embajada busca mover el tablero, pero de ahí no pasa. Me sorprende que el asunto de los “narcogenerales” no se haya judicializado, salvo estos que tienen indicios de responsabilidad y que son tres casos y por otro lado no hay nada. Antes decían que la embajada estadounidense opinaba y aquí el presidente obedecía. Creo que esa teoría está en entredicho para el narcotráfico. No pasa nada, el Estado parece que transita en un campo minado, en un mar sin rumbo. No pasa nada”, refirió Pontón.

El catedrático tiene claro que hay una estrategia desde el crimen organizado y el narcotráfico para cooptar espacios en la Policía y las Fuerzas Armadas y por eso cree que hay que ponerle un ojo ahí.

Desde ese realidad, Pontón ve como indispensables controles más estrictos no solo en el ingreso y la selección del personal, sino periódico, púes es en el proceso de vida de los uniformados en donde se empiezan a presentar estas posibilidades de corromperlos y ahí, dice, “ese ya es un problema mayor”.

Para el docente es necesario mejorar los niveles de supervisión periódica, trabajar mucho en lo que se llama contrainteligencia o sistemas de controles cruzados e incluso la posibilidad de tener una capacidad de control externo, es decir, instancias externas que pueden ayudar a jugar tanto a nivel de inteligencia, como en el nivel de fiscalización, pues también ahí se juega el tema del control. (I)

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