“El pan se quemó en la puerta del horno”, dice un adagio que utilizó el presidente de la Feine, Eustaquio Tuala, para explicar la decisión que había tomado el presidente de la República, Guillermo Lasso, de no avanzar en los diálogos con los movimientos indígenas, para intentar poner fin al paro nacional, que avanza este miércoles a su día 17.

Diez horas habían transcurrido del segundo acercamiento que mantuvieron el lunes último los líderes de las tres agrupaciones sociales con el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, y el secretario de la Administración, Iván Correa, como parte de una iniciativa del presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela.

En esa última cita, el régimen se ofreció a analizar la viabilidad de cumplir uno de los diez principales ejes de la agenda detonante del paro nacional que se inició el 13 de junio con paralizaciones territoriales y violentas protestas en Quito: reducir 40 centavos en los precios de la gasolina extra y el diésel.

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La aspiración entre los dirigentes era que el jefe de Estado avance, aunque sea, en una reducción que bordee los veinte centavos. Es decir, diez centavos más a lo que Lasso redujo por decreto ejecutivo el fin de semana pasado.

Si ello se daba, levantaban la movilización nacional, pues la gente está cansada y quiere regresar a sus tierras, contaba un dirigente indígena bajo el anonimato.

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Pero esta aspiración se frustró tras conocerse que en la madrugada del martes, doce policías y militares habían resultado heridos y un militar había fallecido, supuestamente, a manos de un “grupo armado”, cuando iban en un convoy acompañando el traslado de combustible desde Shushufindi (Sucumbíos) hasta el bloque ITT.

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Para las 09:00 de este martes se había fijado instalar un nuevo encuentro en el colegio Matovelle en Quito, que dirigen los misioneros oblatos de la Basílica del Voto Nacional.

Con varios minutos de retraso arribaron una delegación de más de cien indígenas, actores “veedores” del diálogo, autoridades de Estado y los presidentes Leonidas Iza, de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie); Gary Espinoza, de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), y Tuala, del Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine).

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De las decenas de sillas que eran ocupadas por los indígenas, tres se dejaron para los representantes del Gobierno nacional, en donde se colocó a forma de crítica una cartulina con el mensaje: “Gobierno ausente”.

Dos horas transcurrieron en la espera y los rostros de Jiménez o Correa no se vieron. En tanto, Saquicela declaraba ante la prensa su optimismo por los avances en el diálogo.

Luego, preocupado, fumó varios cigarrillos hasta que uno de sus asesores le comentó al oído que las autoridades gubernamentales no llegarían. El motivo: el hecho violento en Shushufindi.

Entró al salón Matovelle y anunció que los ministros de Estado no acudirían para dar continuidad a las conversaciones. Los rostros de las decenas de presentes desvariaron y acompañaron suspiros de pesimismo.

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QUITO (28-06-2022).- Gary Espinoza, presidente de la Fenocin (i); Leonidas Iza, presidente de la Conaie (c); y, Eustaquio Tuala, presidente de la Feine, son los líderes de los tres movimientos sociales que impulsaron el paro nacional con una agenda de diez puntos que avanzó a los 17 días. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Enseguida, Iza calificó la actitud de “pretexto” para no dialogar y, además, que lo que pasó en la Amazonía se había tratado de una “provocación” por parte de la fuerza pública. Pero, para dar continuidad al diálogo, planteó tres alternativas: que se conforme una comisión independiente que investigue ese suceso; que continúen las reuniones; y, que no se apliquen actos de represión a los manifestantes del movimiento nativo.

Su coideario Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía (Confeniae), advirtió que si el Ejecutivo no se hacía presente, se “caotizaría” el país.

De igual forma, Espinoza y Tuala aspiraron a que se retomen las conversaciones para las 14:00, como lo reprogramó Saquicela, para dar tiempo a Lasso de enviar su comitiva.

Entre los pronunciamientos, sobre la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, indígena amazónica y parte “garante del diálogo”, recayó una crítica de Tuala.

“Usted, estimada Dianita, ¡debe estar en medio de la voz de protesta apaciguando! También hay que denunciar de las autoridades indígenas que se han escondido apagando los focos. Eso no es justo, el avance del indígena a los espacios de poder es para corresponder a los pueblos más humildes. Sé, Dianita, que no está en su capacidad de solucionar, pero su identidad, el dolor y muerte de los amazónicos debe llegar a su corazón…”, le espetó. Ella no sabía a dónde mirar, incómoda, solo lo escuchó.

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Tras esta primera parte, los presentes salieron del salón y las directivas de la Conaie, Feine y Fenocin se reunieron cada una en diferentes espacios para tomar decisiones.

Había rostros desencajados. La gente que acompañaba a la Conaie, apoderada de los espacios, quería sacar a la prensa del colegio para que no los molestaran. Después de rogarles que no ejecutaran esa acción, exigieron a los periodistas que no se les acercaran, que se encerraran en algún lugar o se fueran lejos hasta que ellos decidieran.

De repente, el anuncio de que a las 12:45 Guillermo Lasso haría un pronunciamiento por cadena nacional. La expectativa se ahondó.

Una pequeña televisión sobre una mesa se puso en el patio del colegio. Con los brazos cruzados, mirando atentamente la pantalla, escucharon a Lasso lamentar lo sucedido en Shushufindi y que no se permita el paso de un convoy que transporta oxígeno para pacientes enfermos en Azuay.

“(…) No volveremos a sentarnos a dialogar con Leonidas Iza, quien solo defiende sus intereses políticos y no los de sus bases. (…) Ustedes merecen más que un oportunista como líder, que los ha engañado a ustedes y a todo un país. (…) No vamos a negociar con quienes mantienen al Ecuador como rehén”, dijo Lasso y su mensaje exacerbó la frustración.

Gestos de rabia y decepción que los hizo alejarse del televisor con expresiones como “Señores…” “Vámonos”, “Ya nada”…

Las herméticas reuniones de las dirigencias indígenas continuaban. Pero, minutos antes de las 16:00, los presidentes de los tres movimientos salieron al patio. Iza, Tuala y Espinoza estaban descompuestos.

Saquicela, autoridades, los veedores del diálogo, entre ellos, el exjuez de la Corte Constitucional Ramiro Ávila y Elsie Monge, directiva de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu), y los indígenas retornaron al salón para una declaración de prensa. Sin preguntas de los periodistas.

QUITO (28-06-2022).- Representantes de las organizaciones indígenas miran la cadena nacional del presidente del Ecuador, Guillermo Lasso. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

Saquicela tomó el micrófono y criticó a Lasso por su actuación. “Podemos evitar que pueblo con pueblo se enfrente. Señor presidente, el diálogo al que usted ha acudido con representantes legítimos, estamos como garantes, estamos predispuestos a retomarlo el momento que sea necesario, volvemos a convocar a las partes. Aspiremos a que el diálogo no ha concluido”, manifestó.

Que si hubo infiltrados en las protestas tendrán que responder ante las instituciones de la justicia. “Está en manos de usted, señor presidente, de la dirigencia de las organizaciones sociales, presentarse de manera inmediata a este diálogo y aspiramos por el bien de los ecuatorianos a que así sea. Estamos a un paso corto (de llegar a acuerdos)”, esbozó.

El defensor del Pueblo encargado, César Córdova, también exhortó a retomar el diálogo, al igual que Atamaint, confundida, porque sabía el nombre y el cargo de Iza, pero no sabía los nombres de los presidentes de la Feine y Fenocin, que han sido parte de este proceso.

Gary Espinoza pidió predisposición para que se los escuche y al mismo tiempo recriminó que era una “falta de respeto” dejarlos plantados. Que primero los criticaban de no querer dialogar y ahora que lo hacen, el Gobierno no se hace presente.

La determinación de Iza para criticar al régimen bajó de tono. Estaba conciliador y recordó que el lunes hasta se estrecharon las manos, pues el diálogo es el camino para resolver los problemas.

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“El diálogo no puede ser una imposición de un lado y de otro, para ello necesitamos que se baje de tono entre las partes. Presidente (Lasso), usted ha dicho que no dialogará con Leonidas Iza, pero está muy complejo y alejado de la realidad pretender que al quitar una voz de un dirigente esto va a funcionar”, expresó.

Pidió que no deslegitime su representación, porque ellos no deslegitiman la de él. “Aquí no es la movilización la que ha sitiado a Quito, lo que ha sitiado a los ecuatorianos es la pobreza, la delincuencia, el narcotráfico, y para resolver aquello, hemos tenido que hacer un año de diálogo”, justificó.

“Señor presidente, jamás hemos condicionado quién viene a dialogar y quién no. Simplemente hemos aceptado que, como Gobierno, tenga la madurez, las condiciones… No creo que estemos afectando los procesos. Al encontrar en un momento de punto muerto, nosotros dejamos extendidas todas las condiciones para que este proceso de diálogo tenga un fin y podamos encontrar la respuesta que buscamos los ecuatorianos”, añadió.

Pidió a monseñor Luis Cabrera, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), que interceda y, a través de él, al papa Francisco, para que se pueda “limpiar de una vez por todas esta imagen de terrorismo, de vandalismo, porque nosotros hemos demostrado que estamos haciendo una marcha pacífica”.

Entre los dirigentes indígenas había una posición coincidente y que la mencionaban con culpa y arrepentimiento.

Es que si el 27 de junio se hubieran concretado los acuerdos hasta la madrugada, seguramente el paro habría concluido. Pero no se les hizo caso y al contrario, el Gobierno pidió tiempo para analizar los recortes que sufriría el Estado por la reducción de los precios de los combustibles.

“En la puerta del horno se quema el pan. ¡No es justo! Llamamos a la reflexión contundente, mesurada, tomando un poquito de agua fría al señor presidente de la República. Ser necio no trae resultados de paz, hacerse oídos de sordo no trae resultados. ¡Aquí estamos esperando, presidente! Ninguno de nosotros hemos amenazado, había condiciones, hemos puesto de parte… Lamentamos que a eso de las diez de la noche yo pedía que terminara el diálogo, pero parece que están mal asesorados”, enfatizó Tuala, con el rostro cansado.

Doce heridos y un fallecido, entre miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, son el resultado de un presunto enfrentamiento con manifestantes en Shushufindi (Sucumbíos) este 28 de junio, siendo un factor que diluyó el diálogo con el movimiento indígena. Foto: Cortesía de las Fuerzas Armadas. Foto: Cortesía Fuerzas Armadas

Aclaró que esto no era problema de un dirigente, que “no se deje abandonado el asiento del diálogo”, porque “faltó poquito” para llegar a consensos.

Al no tener más que decir y sin tener una respuesta del Palacio de Gobierno, este ‘desencuentro’ terminó con los líderes de los tres movimientos sociales tomándose de las manos y empuñándolas, llamando a reinstalar este mecanismo para terminar las medidas de hecho.

QUITO (28-06-2022).- Tomándose las manos y empuñándolas, los dirigentes de los tres movimientos sociales lamentaron que el gobierno de Guillermo Lasso haya decidido no continuar con el diálogo para poner fin al paro nacional. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

El siguiente paso fue instalarse en el colegio Matovelle para esperar una respuesta de Lasso. Iza pidió a los misioneros oblatos que les permitieran quedarse ahí hasta tenerla.

Esto había sorprendido a los misioneros, porque en el edificio no hay habitaciones para que puedan descansar. No obstante, allí se quedaron la Conaie y otros de la Feine; la Fenocin se marchó hasta su sede para continuar buscando las salidas.

En tanto, afuera del colegio, decenas de manifestantes esperaban con ira los resultados. Iza tuvo que salir y tranquilizarlos.

Les pidió calma y que si hay alguien que esté provocando actos violentos, se identifique y exprese qué es lo que quiere, pero que no provoque caos.

Reconoció a esas bases que lo ocurrido en Shushufindi generó tensiones. “Estamos diciendo que este pueblo es de paz, no hemos venido a hacer daño a nadie”, les regañó, al tiempo que los exhortó a mantenerse unidos en las ‘casas de paz’, en referencia a las universidades Central y Salesiana, en donde en la última semana las comitivas indígenas y campesinas han hecho su ‘hogar’, mientras esperan que se les cumpla su agenda de diez pedidos.

En horas de la noche, Iza y varios dirigentes emitieron un mensaje por redes sociales desde el colegio Matovelle. Sentados en el piso, ratificaron que el paro nacional se mantendrá y que esperarán la voluntad de Lasso para reinstalar el diálogo. (I)