Guillermo Lasso plantea la creación de una ‘Unidad Anticorrupción’, adscrita a la Presidencia, para que ‘monte’ un sistema de seguimiento de casos de corrupción

En los lineamientos de la política pública anticorrupción presentados el jueves 9 de diciembre por la Presidencia de la República, el mandatario Guillermo Lasso plantea la creación de una “Unidad Administrativa Anticorrupción” que, entre otras cosas, se encargue de “montar, con los organismos correspondientes, un Sistema de seguimiento de casos de corrupción”.

El Sistema también se encargaría de hacer el seguimiento de la ejecución de políticas anticorrupción, la calidad y eficiencia del gasto público y programas de cooperación interinstitucional e internacional.

Este es un organismo adicional a la Comisión Nacional Anticorrupción con carácter interinstitucional, que también plantea la Presidencia.

La Unidad se encargaría de la ejecución y seguimiento de las decisiones de la Comisión Nacional Anticorrupción.

Las otras once funciones que tendría son establecer mecanismos para la optimización e implementación de procesos y procedimientos en la administración pública relativos a Integridad y transparencia en el ámbito de la Función Ejecutiva; presentar al presidente las políticas, planes, programas, proyectos y acciones anticorrupción en el marco de la planificación nacional, las sugerencias de la Comisión Nacional Anticorrupción y los convenios internacionales.

Comisión Anticorrupción del Gobierno será integrada por autoridades de instituciones públicas y tendrá carácter preventivo

Diseñar los mecanismos y ejecutar las acciones previstas en la Política Anticorrupción de la Función Ejecutiva; ejecutar las acciones de consulta a la ciudadanía sobre anticorrupción dispuestas por la Comisión; desarrollar una propuesta de un sistema de alerta temprana de acciones en áreas de alto riesgo de corrupción; analizar e informar a la Comisión Nacional Anticorrupción acerca de procesos en curso.

Además, sistematizar, interpretar y analizar cuantitativa y cualitativamente la información relacionada con actos de corrupción; desarrollar indicadores de corrupción desde ópticas cualitativa, cuantitativa, percepción y victimización; entregar a las instituciones del sector público que correspondan la información conseguida y el análisis realizado acerca de hechos de corrupción; y preparar informes sobre el cumplimiento de la Política Anticorrupción para el presidente.

La idea de un organismo anticorrupción adscrito a la Presidencia no es nueva. Varios gobernantes de turno lo han hecho. En la historia reciente del país, Rafael Correa y Lenín Moreno tuvieron organismos similares.

Correa creó la Secretaría Nacional de Transparencia de Gestión, Moreno creó la Secretaría Anticorrupción, que tuvo una duración de apenas un año, luego fue disuelta por críticas de las autoridades de otras funciones del Estado.

Organizaciones de la sociedad civil relacionadas a la lucha anticorrupción que ya han cuestionado la conformación de la comisión que plantea la Presidencia con autoridades de otras funciones e instituciones del Estado, también critican la creación de esta Unidad, adscrita a la Presidencia.

Gobierno anuncia consulta ciudadana para política anticorrupción y ratifica composición institucional de la nueva comisión anticorrupción

Mauricio Alarcón Salvador, director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD), manifiesta que siempre será positivo crear órganos u oficinas anticorrupción, el problema radica cuando estas se crean bajo coyunturas como acciones aisladas y no en respuesta a una política pública, dentro de un plan o un programa.

“Durante los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno la secretaría, subsecretaría y unidad anticorrupción existieron simplemente como espacios para que funcionarios públicos puedan tener trabajo y no en respuesta a algo bien organizado, como debería ser, entonces ahí radica el problema principal (...) La independencia difícilmente va a existir siendo autocontrol (...) Esto no tiene claridad en cuanto a qué obedece: responde a un plan, una política pública, a un interés presidencial, se crea por crear”, agregó Alarcón Salvador.

Germán Rodas Chaves, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) creada en el 2015, señala que la lucha anticorrupción, en cualquier lugar del mundo, parte del hecho de que “no puede mirarse a sí mismo”, menos, si no se contribuye para que la sociedad civil esté ahí y lo único que se logra “resta credibilidad” a las acciones en contra de la corrupción.

“Es pésimo que no tengan una visión de que la sociedad civil es la que debe actuar para juzgar los actos de poder, que no solo es la Presidencia, sino el Estado en su conjunto, pretender arrogarse esta competencia es lo que hemos denominado traje a la medida para callar, para no volver públicos algunos desfases del comportamiento del Estado frente a la sociedad”, dijo Rodas.

Al consultarle sobre la creación de esta Unidad y las posibilidades de modificación del documento de los lineamientos con la consulta a la ciudadanía, el consejero gubernamental anticorrupción, Luis Verdesoto, señaló: “Una consulta tiene que ser abierta. El documento son lineamientos”. (I)