Iván Tutillo, candidato de Renovación: Los barrios de Guayaquil alertarán a la Corporación de Seguridad Ciudadana, como se hace en otros países

El 5 de febrero será la tercera vez que Iván Tutillo esté en una papeleta electoral. En 2007 y 2021 buscó ser asambleísta y, aunque no lo logró, dice que todo fue un proceso para decidir buscar la Alcaldía de Guayaquil en esta elección con su movimiento provincial, Renovación (lista 61).

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Entre sus principales propuestas está conformar una plataforma barrial para convertir a barrios en asociaciones sin fines de lucro y darles trabajo a través de procesos de compras públicas en el Municipio. Quiere también que sean los mismos moradores los que alerten a la Corporación de Seguridad Ciudadana de delitos, e involucrar a reservistas de las Fuerzas Armadas para tener más seguridad.

En el 2021 no logró ser electo como asambleísta. ¿Qué le hizo tomar la decisión de ir en esta ocasión tras la Alcaldía de Guayaquil?

Ser candidato a asambleísta fue un paso más del proceso; también lo fui en el 2007 para ser parte de los constituyentes. Nosotros desde la academia podemos decir que estamos más preparados que los políticos que ocupan cargos públicos, y es algo que me ha motivado no solo a mí, sino a varios profesionales para incursionar en la política, aunque sabemos que es difícil, porque no se tiene el dinero mal habido y toca gastar de nuestro propio peculio. Y es lo que estoy haciendo: me estoy apoyando también en la venta de productos de campaña a mis amigos para tener ese dinero e invertir en mi campaña con marketing y marketing digital, como vimos que ya lo hice con un video que se hizo viral en TikTok. No lo hice de casualidad; lo hice para hacer ruido y dar inicio al plan de mostrar quién soy y mi preparación.

¿Por qué no optó empezar por una concejalía?

Los concejales son levantamanos, al igual que los asambleístas. Si yo soy concejal, tengo que humillarme ante un alcalde. Y no puedo ser concejal porque mi rebeldía busca siempre hacer las cosas bien. Me van a pedir sobornos, comisiones y coimas, como ocurre actualmente, y lo digo porque ahora soy candidato y tengo inmunidad.

Pasando a su plan de trabajo, un objetivo se centra en la seguridad, lo que más preocupa a los guayaquileños ahora. ¿Cuáles son sus propuestas para atender esta problemática?

Mi propuesta es tener una plataforma barrial que haga que la gente gane dinero, para alejarlos de cosas como inmiscuirse en bandas delictivas, y así tener los jóvenes oportunidades diferentes. Otro punto es que los barrios se vuelvan asociaciones sin fines de lucro, involucrándose con una fundación, pero de las que sirven; y hablo de fundación para que se les pueda dar trabajo y para pueden participar en compras públicas de servicios o productos, y que el Municipio (pueda) darle trabajo a la gente de esos barrios. Yo no quiero clientes políticos; quiero llenar la silla vacía. También queremos que la gente de estos barrios ayude a la Corporación de Seguridad Ciudadana. Propongo que el monitoreo esté a cargo de los barrios y que ellos alerten. Medellín trabaja así; no me lo estoy inventando: lo estoy adaptando a la realidad de Guayaquil. Además, queremos involucrar a los reservistas de las Fuerzas Armadas, que sí tienen la oportunidad de portar armas y que por alguna remuneración nos van a apoyar, no como un grupo de élite, sino para tener algo más de seguridad, y ya he hecho los acercamientos.

Ha manifestado preocupación por los procesos de compras públicas y la presunta corrupción en el Municipio. ¿Qué políticas quiere implementar?

Quiero poner un sistema paralelo, un software que permita exprimir las bases del Sercop y llenar las propias, para darle a la ciudadanía un mapa sobre las obras y contratos; por ejemplo, poder ver cuántas veces se asfaltó la misma obra, porque sabemos que en esos mantenimientos está el billete. También propongo la denuncia pública por corrupción, amparada en el COIP (...). Quiero implementar también veedurías ciudadanas y de fiscalizadores, similares a las que están en Nueva York, con jóvenes que se van a graduar y sea su vinculación con la colectividad un requisito obligatorio.

También propone transparentar y corregir abusos e ilegalidades en la administración de las dependencias municipales y concesiones. ¿Cómo hará esto?

En concesiones hay un gran problema. Guayaquil tiene carne y tiene hueso: la carne son los contratos públicos, y el hueso, los servicios. Tenemos el caso de Interagua, por ejemplo, en la que he detectado incumplimientos, y debo mirar esos contratos, al igual que el de Urvaseo, que han sido hechos para perder plata. En la ATM también hay cobros cuando se guardan los vehículos, pero sin seguridad, y eso es un abuso, al igual que ocurre con los parquímetros. Todo eso lo vamos a eliminar, y no me digan que no habrá presupuesto, porque no es así.

En lo social, ha dicho que la entrega de tablets y becas se debe mantener. ¿Qué otras propuestas tiene?

Realmente mis propuestas son todas sociales. Tengo otras ideas: que los centros de rehabilitación sean manejados en cada barrio, pero con voluntarios preparados, con el apoyo de colegios profesionales, pero hay que darles incentivos. Y ahí retomo lo de las compras públicas con el Municipio: quiero eliminar la argolla para unos cuantos y darle argolla a toda la ciudadanía.

Para la movilidad, ¿cuáles son sus propuestas y qué diagnóstico pudo hacer sobre la situación del transporte en Guayaquil?

En mis clases siempre jugamos queriendo saber cuál es la hora pico de la ciudad; como somos informáticos, quisiéramos tener un sistema para saberlo, pero llegamos a la conclusión de que es algo que no se puede controlar. Pienso que las troncales de la Metrovía, como están planteadas, son buenas; lo que está mal son los articulados, que ya se les pasó la vida útil. El sistema debe ser renovado con unidades como las de la línea 89, y los otros buses hay que usarlos para circuitos pequeños; no eliminarlos, porque se deja a la gente sin trabajo. Y en la parte fluvial, queremos mirar a la producción de Tenguel, banano y cacao en su mayoría; pero también hay verduras y fruta, y si cogemos eso y lo traemos cerca de la Caraguay por el río, al igual que la mercadería de Puná y de Posorja, (tendremos) un corredor para poder abaratar la canasta familiar (...). Quiero lograr llegar al minorista con precios de mayorista, como lo hacen los Tutis, que no tienen nada que ver conmigo, pero comparto su idea.

¿Qué opina de la Aerovía y de la construcción del nuevo aeropuerto?

Eliminarla es inviable, porque el contrato está tan mal hecho que hace que nos puedan demandar. El nuevo aeropuerto no es una prioridad; pero, solo para hacer llorar a unos cuantos socialcristianos, diría que lo quiero cambiar de lugar, porque lo que han hecho es adueñarse de Chongón de forma abusiva. Si no encuentro otro sitio, lo voy a postergar y mejorar el actual.

Retomando lo político, ¿cómo está Renovación y cuál es su expectativa para esta elección?

Nosotros hicimos este movimiento con la finalidad de crear la universidad en Durán, y lo logramos: la Universidad Bolivariana del Ecuador (UBE). Y, aunque ya no teníamos necesidad de seguir, lo hicimos para cambiar Guayaquil y, a futuro, el Ecuador. Como director provincial, le comento que en este momento tenemos bandera amarilla: debemos llegar a 127.000 votos para salvarnos, o poner tres alcaldes o tres concejales en cantones distintos, y hemos trabajado y está la oportunidad para llegar a 240.000 votos y poner los tres alcaldes y no tres, sino seis concejales. Con miras al 2025, sabemos que vamos a tener una muy buena representación, con gente nueva y académicos que estamos preparando. (I)