Jaime Páez, aspirante a la Alcaldía de Guayaquil por el movimiento Democracia Sí, lista 20, cuenta que su candidatura surgió por un artículo de opinión que envió a tres diarios con el título ‘Si yo fuera alcalde de Guayaquil’, que le había pedido uno de sus amigos meses atrás.

“Para mi sorpresa, uno de esos diarios sacó el artículo, que gustó a muchos, incluso a varios partidos. Recibí ofertas para ser candidato a concejal. Pero yo siempre dije, como lo señala el título, que yo quería ir por la Alcaldía de Guayaquil. En ese artículo yo planteaba que debía dirigirse el Municipio con un sentido social y no económico, mejorar la calidad de vida y servicio para la gente…”, señala Páez, quien pone énfasis en solucionar tres problemas de la ciudad: inseguridad, fallas en el transporte público y exceso de tributos.

¿Solo Democracia Sí le ofreció la candidatura a la Alcaldía?

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Democracia Sí tiene algunos contactos a nivel nacional; amigos de Quito, Esmeraldas, Guayaquil dieron mi nombre y les dije que me encantaría ser candidato. También me ofrecieron inicialmente una concejalía, pero yo dije que no. No soy afiliado al partido, pero participé en una primaria en la que se decidió mi candidatura a la Alcaldía, y gustosamente la acepté.

¿Conoce a Gustavo Larrea, el director del partido?

No lo conozco, me han dicho en varias ocasiones para reunirme, pero no se ha concretado. No hemos hablado tampoco por teléfono. La directora provincial es Verónica Llaguno.

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Democracia Sí no tiene fortaleza en la Costa, ¿cree que eso le servirá para llegar a la Alcaldía?

Sí, el partido no tiene fortaleza en la Costa. Mi candidatura salió de amigos que conocen mi profesionalismo, mi honestidad y mi apego al tema social. Creo que sí podría llegar a la Alcaldía por varias razones: que es un partido que está en proceso de crecimiento, que yo no me he afiliado y que estoy armando equipos de trabajo.

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¿Cuáles cree que son los principales problemas de la ciudad?

El principal problema es la inseguridad, eso lo he notado en las conversaciones en los diferentes distritos. La manera que se la está atacando no es la correcta, no es la represión, no es tener más policías, más militares..., es generando más trabajo, más negocios, más comercios, a través de un proceso de liberalizar todas las economías, menos tiempo y recursos en permisos de construcción, de negocios nuevos. Otro problema es el tránsito. Guayaquil tiene dos sistemas de transportación: el terrestre, que es la Metrovía, que no debería llamarse así porque el metro es otro sistema, debería ser busvía; y el otro es la Aerovía, que tampoco debería llamarse así porque es como un teleférico. Ambos deberían estar integrados, además, hace falta un nuevo sistema, que es el fluvial. Juntando los tres habría conectividad no solo dentro de Guayaquil, sino con otros cantones. Un tercer problema son los impuestos, tasas, hay que estudiarlas, porque en ciertos casos se repiten y son excesivas, tengo un grupo de asesores locales con los que estamos analizando algunas reformas.

¿Qué plantea en el tema de inseguridad?

Los tres problemas están ligados a la educación. Con la adecuada educación, que se la debe impartir a través de un departamento del Municipio, la gente va a tener un mejor concepto de atacar estas tres grandes complicaciones que están generando conflictos en la ciudad. Pensamos trabajar con todos los medios de comunicación para que la gente nos explique cuáles son los problemas que se suman a los tres ya citados, y de esa manera tener nuevos caminos para atender. En seguridad, hay un divorcio entre el GAD de Guayaquil y el gobierno central, creo que debería ser todo lo contrario, ser una pareja, para mejorar las instituciones y crear una policía exclusiva para atender al turista, esto nos va a permitir que vayamos ganando mayor aceptación en congresos nacionales e internacionales, haciendo que Guayaquil sea tomado en cuenta por las industrias turísticas del mundo.

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Se supone que la seguridad no es competencia del municipio.

Sí, pero tenemos que cuidar ciertas áreas, ciertas instituciones, sectores, vías principales. La seguridad no solo la debe dar la Policía Nacional, la Metropolitana, sino que la ATM (Autoridad de Tránsito Municipal) puede sumarse al sistema de seguridad. Porque no es lo mismo asaltar a pie que en un vehículo. Incluso deberíamos contar con helicópteros para controlar la delincuencia por aire y tierra.

¿Qué propone en transporte?

Guayaquil tuvo hace muchos años ferrocarril, tranvía y es importante que estos sistemas se retomen. No olvidemos que en Cuenca hay un tranvía y en Quito hay un metro. Nuestra ventaja es que como tenemos una superficie casi plana podemos hacer un metro sobre superficie e integrar a todos los cantones colindantes. Por ejemplo, un metro que vaya a Guayaquil, Daule, La Aurora y Samborondón, así estaríamos integrados a través de un círculo cerrado, y conectaría a las principales industrias y negocios.

Pero eso costaría mucho dinero, ¿de dónde lo sacaría?

Yo fui hasta hace poco gerente general de una empresa internacional que quiso invertir hace poco $ 2.500 millones para la construcción del ferrocarril en Ecuador. Si bien ya no lo soy, hay muchas empresas más que tienen esa necesidad de invertir en nuevos sistemas de transportación, es más, en el mundo entero las principales ciudades le apuestan a estos sistemas que son fiables, económicos y que dan una gama de servicios, pues se pueden tener sistemas conexos, como el transporte de basura o de agua para combatir incendios. Esa sería una alianza público-privada, ya hay normativa internacional de otros países sobre ello. Aquí estamos en pañales. He asistido a conferencias internacionales por mis maestrías de aeropuertos, metros y tranvías, donde ya se discuten estos temas. Este circuito cerrado permite trabajar en ambas direcciones, y se podrán conectar zonas de producción como Daule y Samborondón.

Este proyecto no se edificaría en los cuatro años de su gestión, ¿qué pasará si sucesivas alcaldías lo abandonan?

Sí, es verdad, los malos gobernantes no dan la debida importancia a la continuidad de los buenos proyectos.

¿Qué hacer con la Metrovía y la Aerovía?

En la Metrovía, tendría en las estaciones una mejor calidad de servicios, adquiriría una mayor capacidad de transportación, unos 50 buses; y en sectores donde el tráfico es recto sería de tres o cuatro vagones o de dos pisos, eso permitiría llevar más pasajeros. Sobre el teleférico, fue considerado de una manera errónea, el punto de salida si está bien que sea Guayaquil, pero el punto de destino no debió ser donde esta ahora, sino el ferrocarril. Tarde o temprano el sistema ferroviario recibirá una rehabilitación adecuada y se podrían enlazar varios sistemas de transporte terrestre, aéreo, fluvial, que conecten a todos los cantones.

¿Qué tiene pensado en el tema de los impuestos?

Hay multas e impuestos que son astronómicos, que no viven la realidad del momento que sufrimos tras la pandemia, que nos desmejoró la calidad de vida y la economía. Tenemos que pensar en democratizar la economía a través de reformar leyes, aterrizar costos y tiempos.

En su plan de trabajo habla de mejorar la calidad de los servicios básicos, ¿cómo lo hará?

He sido contratista, he sido funcionario de Interagua, director técnico de la empresa de agua de Durán. Creo que es hora de revisar el contrato que se firmó con Interagua, ya faltan pocos años para que este fenezca, y revisar bajo qué condiciones deben mejorar el servicio. La presión debe mantenerse en todos los lugares, la calidad del agua, sobre todo en la zona periférica, debe tener la mejor composición y mayor capacidad de las estaciones de bombeo. Además, equipos de generación de energía para que se abastezca el agua todo el día. Yo prefiero tener dos o tres empresas de agua que den el servicio por sectores. En el tema de la recolección de basura, a la empresa Urvaseo la conocí en Santiago de Chile, es una de las más importantes a nivel mundial, tienen su propio ferrocarril que se enlaza con plantas recicladoras. Yo me he reunido con directivos de estas empresas para dialogar. Santiago es una ciudad muy limpia. Yo les pondría un apéndice (en el contrato), que no se encarguen solo de la recolección, sino también del reciclaje y la reindustrialización de la basura. Si en ciertos sectores de los distritos tenemos una planta de procesamiento de basura, vamos a generar mucho trabajo y crearemos una cultura del reciclaje. (I)