“El pueblo se ha cansado de que el Gobierno no resuelva educación, empleo, salud, seguridad social, la seguridad como tal. Por eso, decimos que esta es la primera jornada de movilización junto con todos los sectores y el movimiento indígena. Y, si el Gobierno no rectifica su política, si la Asamblea no se dedica a legislar y fiscalizar, solo queda el camino de la muerte cruzada y adelantar las elecciones y la revocatoria del mandato”.

Esta fue la advertencia que hizo José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores (UGTE), en el cierre de la marcha en conmemoración del Día Internacional del Trabajo, que se dio entre la mañana y tarde de este domingo por calles del norte y el centro histórico de Quito. Lo dicho por Villavicencio de alguna forma terminaba siendo el sentir de muchos de los sindicalistas y líderes indígenas que asistieron a la jornada.

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En términos generales, la marcha, en la que participaron entre 5.000 y 6.000 personas, fue pacífica, a decir del general César Zapata, comandante de Policía de la Zona 9. Únicamente desde el Ministerio del Interior se informó que, en horas de la mañana de este domingo, un servidor policial recibió el impacto de una camareta en el rostro mientras brindaba seguridad a la marcha.

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En lo que respecta al centro histórico, la Policía no realizó vallados que impidieran el paso no solo a quienes llegaran al lugar para ser parte de la marcha, sino a turistas, peatones y comerciantes, como en anteriores marchas, pero sí mantuvo un acompañamiento constante a los manifestantes. Grupos de policías se apostaron en esquinas estratégicas del centro de la capital para así responder ante cualquier novedad.

Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), también asistió a la marcha junto con otros líderes indígenas. A poco de que el Gobierno del presidente Guillermo Lasso entre en su segundo año de mandato, Iza indica que la Conaie no descarta alternativas, como la revocatoria del mandato, aunque reconoce que mucho va a depender del manejo que se dé en los próximos días al país.

Desde la Conaie se plantean siete puntos al Gobierno: el precio de los combustibles; los problemas de la agricultura y ganadería; el tema financiero, la moratoria y rebaja de intereses; la no flexibilización laboral; el rechazo al extractivismo petrolero y minero; el respeto a los derechos de los pueblos indígenas y las nacionalidades; y la lucha contra la privatización de las centrales hidroeléctricas, el Banco del Pacífico, entre otros.

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“Nosotros hemos dicho que queremos un diálogo con resultados. No podemos seguir sentándonos en una mesa que se ha utilizado solo para las fotos y jamás se han resuelto los problemas centrales”, anotó Iza.

El director nacional del movimiento Unidad Popular, Geovanny Atarihuana, cree que esta marcha del Primero de Mayo, más allá de la conmemoración propia, debe entenderse como un llamado de atención contra un Gobierno antipopular, esto es, el del presidente Lasso.

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“Que sepan los políticos que, si no hay soluciones, el pueblo seguirá tomándose las calles. Aquí están en riesgo las vidas de millones de ecuatorianos: no hay medicinas en los hospitales, las escuelas están golpeadas, los maestros no tienen alza salarial y, en general, el costo de la vida golpea a la población. Esta es una jornada de protestas que abre en el mes de junio movilizaciones contra el Gobierno de Guillermo Lasso. El pueblo está descontento y reclama cambios, nuevas políticas; y, si eso implica que en algún momento se vayan todos, eso será responsabilidad de los gobernantes”, aclaró Atarihuana.

Además de centrales sindicales, como la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), la UGTE, la Unión Nacional de Educadores (UNE), organizaciones sociales que conforman el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), a la marcha asistieron trabajadores del sector eléctrico, de la salud, jubilados, estudiantes secundarios y universitarios, médicos y enfermeras despedidos del sector público, desempleados e integrantes de organizaciones feministas, GLBTI, de defensa de la naturaleza e instancias contra la explotación minera y petrolera.

‘Que se vayan todos’, la consigna que marcará las protestas sindicalistas por el Día del Trabajo

El presidente del FUT, Ángel Sánchez, descartó que las centrales sindicales estén buscando desestabilizar al Gobierno de Lasso, pues —resaltó— lo único que están haciendo es defender al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y rechazar los intentos por privatizar los sectores estratégicos, que son propiedad de los ecuatorianos y no de un Gobierno.

“Este es un Gobierno neoliberal que se está cayendo solo, y no nos venga a decir que estamos desestabilizando. Aquí estamos para respaldar las buenas acciones; pero, si tienen malas acciones, el pueblo les juzgará y les dirá: ‘Gracias por no servir para nada’”, apuntó.

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Para unas organizaciones sociales, la marcha culminó en la plaza de Santo Domingo; y para otras, la jornada tuvo un final en la plaza de San Francisco, ambas ubicadas en el centro histórico. Entre los dirigentes que dieron discursos en una tarima improvisada en San Francisco estuvo Mesías Tatamuez, presidente de la Cedocut, quien dijo que le demostraron al país y a las autoridades que este no fue un Primero de Mayo violento, sino uno unitario y masivo.

El presidente Lasso emitió un saludo por el Día del Trabajo e indicó que su Gobierno busca ampliar las fuentes de empleo para que todos dispongan de un ingreso, el hambre se aleje de los hogares y se amplíe el horizonte de desarrollo. “Expreso mi firme convicción de que la democracia es el único ambiente institucional que posibilita el crecimiento y la justicia social, con respeto a la diversidad. Sigamos adelante en la construcción de un Ecuador de prosperidad y tolerancia”, dijo Lasso. (I)