El presidente de la República, Guillermo Lasso, anunció el pasado 12 de octubre que con la finalidad de destinar más recursos que solucionen la violencia de género y mejores oportunidades para las mujeres de todo el país, la actual Secretaría de Derechos Humanos se convertirá en el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos. Paola Flores, titular de la institución, conversó con EL UNIVERSO y asegura que la transición hacia la nueva cartera de Estado estará lista para diciembre y tendrá la participación de todos los organismos, instituciones o movimientos de mujeres del país, para escuchar sus necesidades y armar agendas especializadas, que esperan que se concreten en mesas de diálogo en las 24 provincias.

¿Cómo surgió la idea de convertir a la Secretaría de DD. HH. en el Ministerio de la Mujer y DD. HH.?

La iniciativa nació desde reuniones con varios colectivos de mujeres donde el presidente nos invitó a un diálogo abierto y sincero en el que ellas pudieron plantear la dificultad y nudos críticos que tiene la Ley de erradicación de violencia y sin duda se vio la necesidad de que la Secretaría se convierta en el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos. Estos diálogos donde se recogen las iniciativas son importantes, es una lucha histórica, el movimiento ha sido escuchado.

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¿Cuándo está previsto que se inicie la transición?

Como bien me lo dice es una transición, tenemos que sentarnos a diseñar, delimitar hacia dónde va encaminado el ministerio. Estarán integrados en una mesa los ministerios del Trabajo, Finanzas, la Secretaría de Planificación y la de Derechos Humanos. Tenemos la intención muy clara de que este ministerio tiene que aterrizar sus políticas públicas en territorio, por esto es posible que hasta diciembre tengamos definido lo que será este nuevo ministerio.

Más allá de ser un cambio de nombre o burocrático, ¿qué acciones inmediatas se realizarán una vez que esté en vigencia el nuevo ministerio?

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Las acciones inmediatas van a ser fortalecer al ministerio con recursos económicos, algo fundamental para la aplicación de la Ley de erradicación de la violencia. Necesitamos dar respuestas rápidas y oportunas dentro del territorio ecuatoriano a esas mujeres que viven y sufren violencia de género y esperamos que se pueda concretar en los próximos meses.

En otros países de la región como Argentina, Brasil, Chile y Perú ya existen carteras de Estado dedicadas a la mujer. ¿Ecuador va a tomar de ejemplo alguna de estas?

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Sí, vamos a tomar la experiencia que tienen en este caso. Vamos a tener acercamiento con Argentina y Chile para coger la mejor experiencia de estos ministerios, esta petición vino desde las mismas organizaciones políticas.

En algunos de esos países, la misma cartera de la Mujer abarca también a la Familia. ¿Se contempla en Ecuador tomar ese camino?

En este momento tenemos la visión de derechos humanos en materia de reparación, el registro de pueblos y nacionalidades y tenemos una subsecretaría de Diversidad, así lo vamos a denominar y firmar el presidente Lasso en el decreto.

Activistas y organizaciones han tomado la noticia del cambio de forma positiva, pero consideran que se debe dialogar con todos los grupos y no solo los más extremos. ¿Cómo harán para sentarse a dialogar con todas, aun cuando dentro del feminismo ya hay una división como tal?

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Es una pregunta muy buena, hay que tener en cuenta que solo una mujer representante del grupo feminista representa a 30 organizaciones. Vamos a entablar 24 mesas a nivel provincial en las que vamos a recoger todas las iniciativas de todos los organismos, instituciones o movimientos de mujeres, para que planteen ciertas necesidades, incluso armar agendas con las necesidades que tienen en los distintos territorios para una mejor aplicación de la política pública.

¿Cómo determinarán a quiénes invitar a esas 24 mesas?

Hemos planteado que primero estén las 22 instituciones que conforman el Sistema Nacional para erradicar la violencia, más las distintas organizaciones o colectivos que existen en cada parte del territorio nacional, de esta manera pretendemos tener un diálogo directo con cada una.

Desde estos mismos grupos, se ha manifestado también que hay preocupación porque la misma cartera de Estado maneje el hacer frente a la crisis carcelaria y la rehabilitación social. ¿Se seguirá manejando de la misma forma?

Seguiremos al frente de manejar la política pública en materia de rehabilitación social, en este caso con enfoque de derechos humanos, no podemos estar ajenos a esta responsabilidad que nos ha dado el señor presidente. Hay que delimitar nuestras acciones y hay dos temas muy importantes que maneja actualmente la Secretaría, uno es la erradicación de la violencia de género y el otro cómo manejar la crisis penitenciaria que tenemos hoy por hoy, sobre todo mejorar las condiciones de vida de las personas privadas de la libertad. Nosotros como Secretaría ya tenemos un accionar en esta política pública, hacer que se vuelva efectiva y la búsqueda de mejora de condiciones es también para los hijos e hijas de estas personas.

Para separar estos temas y no incumplir con sus competencias, ¿hablamos de que se podría crear una subsecretaría para manejarlos de forma independiente?

Sí, así es. La Secretaría en este tiempo también ha velado por las mujeres. A través de los servicios de protección integral (...) hemos atendido hasta la fecha a más de 45.000 personas. Estamos dando una respuesta rápida y oportuna y sobre todo salvando vidas de mujeres; es importante reforzar esa respuesta que estamos dando en casos de violencia intrafamiliar en los territorios ecuatorianos. (I)