En poco más de una hora y media, el presidente de la República, Guillermo Lasso, dio a conocer al país el resumen de los logros alcanzados en lo económico, vivienda, trabajo, medioambiente, turismo, entre otras áreas intervenidas durante el 2022. El tema de seguridad fue el último en ser abordado en un Informe a la Nación realizado en la Plataforma Gubernamental, ubicada en el sur de Quito, debido a que no podía darse en la Asamblea Nacional, instancia que fue disuelta el 17 de mayo pasado mediante el Decreto Ejecutivo 741, en el que se definió la muerte cruzada.

“Enfrentamos una etapa difícil, pero seguimos combatiendo férreamente a las mafias que quieren destruir a la sociedad. No bajaremos los brazos ni un solo momento. (...) Esta es una lucha que no solo compete al Gobierno. Es un problema del Estado ecuatoriano y, como tal, demanda que todos actuemos en conjunto. No podemos permitir que el crimen organizado pretenda dominar al Ecuador con la complicidad de políticos traidores a la patria o de malos servidores judiciales”, señaló el presidente Lasso en su discurso.

En su exposición, el primer mandatario graficó con cifras el trabajo hecho por su administración en el tema de seguridad, aclarando que entiende el sentimiento de la ciudadanía de que no ha sido suficiente: la Policía ha realizado más de dos millones de operativos de control y orden público; han desarticulado 3.000 organizaciones delictivas y decomisado 16.000 armas de fuego; han incautado en dos años la “cifra récord” de 420 toneladas de droga, cantidad equivalente a cinco veces el promedio anual de lo decomisado en los últimos quince años.

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Destacó que se está dotando a la Policía de más equipos, armas, municiones, chalecos antibalas, vehículos de patrullaje, y también informó que carros blindados serán entregados a las Fuerzas Armadas para el combate al terrorismo.

“Nuestro apoyo total a la Policía Nacional y Fuerzas Armadas, cuyas capacidades cada día estamos fortaleciendo. (...) Avanzamos hacia nuestro objetivo de incorporar 30.000 policías para completar los 80.000 efectivos hasta el 2025. (...) Hoy la gente mira y siente más la presencia de los uniformados en todo el territorio nacional. Eso brinda más seguridad a nuestras familias, a los negocios, a los lugares de diversión sana, a los espectáculos públicos. Nada detendrá nuestro combate a las mafias del narcotráfico y del crimen organizado”, afirmó Lasso.

Informe a la Nación: Guillermo Lasso pide a todo el país concretar un acuerdo llamado ‘Ecuador’

El mensaje presidencial recibió críticas de la exasambleísta de la Revolución Ciudadana Victoria Desintonio. Ella recuerda que en la alocución presidencial se mencionaron avances en educación, en salud o mejoras generales a nivel estatal, pero, preguntó Desintonio en su cuenta de Twitter, ¿en qué rincón del Ecuador se esconde la “perfección idílica de la que se habla?”.

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“¿Será acaso un soñador empedernido (el presidente Guillermo Lasso)? (...) El legado de su administración deja cifras desgarradoras: 10.000 asesinatos macabros, 354.324 personas pertenecientes a la Población Económicamente Activa (PEA) sin ingresos y en completo desempleo”, sostuvo la legisladora que integró el bloque de la Unión por la Esperanza (UNES), uno de los sectores que participaron como interpelantes en el juicio político contra el presidente Lasso.

Si bien el experto en temas de seguridad coronel (sp) Carlos Blanco sostiene que el Gobierno no ha hecho todo lo que podía hacer para enfrentar la situación de inseguridad que atraviesa el país, reconoce que ha realizado un “esfuerzo loable” desde su campo de acción para combatir el crimen organizado y el narcotráfico con mayor número de personal, con uniformados más capacitados y dotar de los elementos necesarios a la Policía y las Fuerzas Armadas.

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Él cree que quienes han quedado en deuda es la ahora desaparecida Asamblea Nacional, que se dedicó a poner trabas para gobernar, y la Función Judicial, que no ha podido controlar a esos malos elementos que tiran abajo el trabajo de las fuerzas del orden y de alguna forma con sus resoluciones respaldan al crimen organizado y a la delincuencia.

Blanco sostiene que el Estado como tal no está enfrentando los problemas de inseguridad. Afirma que hay cosas que desde el Ejecutivo se están trabajando y así lo dijo en su informe el presidente Guillermo Lasso: patrulleros, armas, en talento humano hay policías que van a integrarse al trabajo, pero está seguro de que se necesita lo que puedan hacer para colaborar desde los otros poderes para enfrentar a las bandas criminales.

“El problema de la seguridad es un tema de Estado y no un problema del Gobierno y en ese sentido todos los poderes del Estado deben trabajar en beneficio de la seguridad y la paz ciudadana. Algo que no se da ni se entiende”, anotó Blanco.

En su discurso, Guillermo Lasso destacó que la muerte cruzada fue la herramienta constitucional que puso fin al abuso de poder de cierta parte de la Función Legislativa, dando así a los ecuatorianos la oportunidad de decidir el destino del país en las urnas. “Disolver la Asamblea Nacional, sobre la base del artículo 148 de nuestra Constitución, cerró un largo capítulo de desinstitucionalización y abuso de poder, liderado por sectores políticos que se habían trazado como meta la cooptación de todo el Estado”.

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Según Lasso, todo lo realizado en este último año para enfrentar la inseguridad lo ha hecho por el bienestar y seguridad de las familias ecuatorianas y de miles de negocios que se sienten amenazados por extorsionadores. El hampa, dijo, no solo genera hechos de violencia, sino que afecta, además, el normal desarrollo de las actividades comerciales.

Alejando Jaramillo, expresidente de la Comisión de Justicia de la disuelta Asamblea Nacional, piensa que el tema de seguridad es una deuda que mantiene el actual Gobierno, aunque a partir de las cifras dadas por el primer mandatario cree que le faltó a esta administración comunicar a la ciudadanía los logros alcanzados y el plan de seguridad que mantiene para combatir este grave flagelo que azota a Ecuador.

“Hay que continuar combatiendo al narcotráfico, al sicariato, a la delincuencia común, así se tenga seis meses o dos días. Eso tiene que hacerlo porque es su obligación y no es que es un tema que hay que aplaudirlo. (...) Hay que prevenir, hay que crear políticas públicas en lo que tiene que ver con educación, trabajo. (...) Si no lo ha hecho, el presidente Lasso está a tiempo de rectificar y tiene cerca de seis meses para darle un giro a su gobierno en este tema”, anotó el exlegislador.

“El país requiere que todos los actores políticos y sociales nos sentemos a definir las estrategias para resolver problemas como la pobreza y la delincuencia”, indicó el primer mandatario ecuatoriano, quien se mantendrá en el cargo hasta que sea reemplazado por quien gane en las elecciones que se darían el 20 de agosto próximo. (I)