La vida de Piedad Cuarán Rosero cambió cuando el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) dio un taller en Salinas, una parroquia rural de Ibarra, donde ella trabajaba. Fue hace diez años.

Para entregar los certificados acudió la entonces presidenta del Consejo, Marcela Miranda, y se hizo un acto en el que Cuarán fue la maestra de ceremonias. Al final, cuenta ella, Miranda le ofreció trabajo en Quito, pues le había gustado su simpatía. “Fue como esas hadas madrinas”, comenta.

Nació en Lita, la parroquia rural más lejana de Ibarra, hace 43 años. Ahí, su padre se dedicó a la agricultura y su madre abrió un restaurante para criar a sus nueve hijos. Estudió en el Colegio Nacional de Ibarra. Luego fue a la Universidad Técnica del Norte, donde obtuvo una licenciatura y una maestría en Ecoturismo. Quería crear un emprendimiento en Lita.

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Dio clases en el colegio Isidro Ayora, de su pueblo natal, y luego trabajó en la junta parroquial de Salinas, donde conoció a Marcela Miranda.

En el CPCCS primero fue designada como especialista en Políticas de Interculturalidad; luego como gestora cultural; y más tarde como delegada provincial de Imbabura, hasta mediados del 2017.

Ese año pidió una comisión de servicios para trabajar por un año en el Municipio de Ibarra, donde le ofreció un cargo el entonces alcalde Álvaro Castillo, elegido por Avanza.

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Cuarán aclara que no se ha afiliado a ninguna organización política. Cuenta que buscó trabajar en Ibarra para estar cerca de sus tres hijas, de las que se alejó mientras laboró en la capital. “Mi candidatura no tiene padrinos”, recalca.

Al regresar al CPCCS en 2018 ocupó el puesto de especialista en Participación Ciudadana. Ahora está con licencia sin sueldo. En su última declaración patrimonial jurada, que presentó a la Contraloría el año pasado, registró un patrimonio de casi $ 184.700.

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No ha tenido relación societaria ni administrativa con ninguna empresa privada. Ha declarado $ 321 de impuesto a la renta en doce años. Ha presentado todas sus declaraciones tributarias.

Cuarán se define como afrodescendiente y progresista. “Creo en la redistribución justa de los recursos, en el trabajo digno”, menciona. Le gusta practicar la pintura y el teatro. Escribió la obra Dorotea y su bomba, que narra la vida de Martina Carrillo, una líder negra que fue esclavizada a finales del siglo XIX.

Si es elegida, dice Cuarán, formará un consejo ciudadano con líderes comunitarios para que vigilen su labor.

También planteará a la Asamblea Nacional una reforma legal para entregarle al CPCCS la facultad de sancionar a los gobiernos que incumplan los mecanismos de participación ciudadana. “Hoy tenemos que esperar la respuesta de la Contraloría cuando llegan denuncias de este tipo al Consejo, pero debería ser directo y con más celeridad”, sostiene.

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Otro de sus proyectos es volver a fortalecer las direcciones provinciales del CPCCS. También propone retomar las capacitaciones que ella misma daba antes, en temas de participación ciudadana, a estudiantes, trabajadores, funcionarios públicos, organizaciones civiles y demás. (I)