Los asambleístas Elina Narváez y Esteban Torres (PSC), este 17 de noviembre, presentaron un proyecto de ley orgánica de bienestar animal que corrige la propuesta planteada por la Defensoría del Pueblo, semanas atrás, que proponía equiparar los derechos entre animales y seres humanos.

Se trata de un proyecto que reconoce a los animales como seres sintientes y con derechos, pero que no equipara sus derechos con los de los seres humanos. Esto, entre otros temas relacionados con el control y las competencias para la regulación de la sanidad animal.

La propuesta respeta y define técnicamente cinco libertades de bienestar animal: libres de hambre, sed y de desnutrición; libres de temor y angustia; libres de molestias físicas y térmicas; libres de dolor, lesión y enfermedad; y, libres de manifestar su comportamiento natural.

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Este proyecto trabajado con los sectores productivos, académicos y veterinarios reconoce y clasifica las especies de animales que existen, conforme a su naturaleza. Además, reconoce el cuidado que deben tener los animales, sin que ello implique una afectación a la producción y a los precios finales de la canasta familiar.

La Defensoría del Pueblo presentó un proyecto de ley de defensa y promoción de los animales no humanos, en el que se concibe a los animales como sujetos de derechos, se pretende equiparar sus derechos con los de los seres humanos, lo que fue expresamente diferenciado por la Corte Constitucional.

Según los proponentes, los grupos animalistas tienen una visión subjetiva respecto de los animales y han intentado plasmarla en el proyecto de ley, por eso las disposiciones tienden a ser explicativas y reglamentarias, cuando las normas, especialmente de una ley orgánica, requieren ser redactadas de manera abstracta y general.

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Asimismo, el proyecto de la Defensoría plantea crear un sistema de protección de derechos de los animales, lo que conlleva la creación de una nueva institucionalidad. Esto profundiza las antinomias jurídicas existentes entre las leyes orgánicas de sanidad agropecuaria, el Código del Ambiente y el Cootad respecto de las competencias de los diferentes niveles de gobierno para la regulación y control de los animales.

La legisladora Elina Narváez explicó que el proyecto presentado organiza técnicamente la clasificación de los animales y asigna de manera clara y definida las competencias de cada nivel de gobierno, reconociendo la rectoría del Gobierno central y la obligación de los GAD de adecuar su normativa seccional a los lineamientos y directrices de los órganos rectores.

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En síntesis, añadió, se propone fortalecer la institucionalidad vigente, en lugar de crear nuevas instituciones que, a la larga, duplicarán funciones, entorpeciendo el sistema, además de representar una importante carga presupuestaria.

Ambos proyectos reconocen que los animales son seres sintientes, y por lo tanto, sujetos de derechos, que merecen el respeto a la vida y a sus libertades; sin embargo, el proyecto presentado por los dos legisladores del PSC reconoce la interacción histórica de los seres humanos con los animales y la interdependencia que tienen unos con otros, ajustándose a la realidad socioeconómica del país, procura no afectar de manera negativa a la productividad y al empleo. (I)