Santiago Becdach salió de la Asamblea para seguir fiscalizando en el CPCCS

A Santiago Becdach Espinosa le gusta el color celeste y lo viste. “No nos van a robar ahora los colores”, asegura refiriéndose a otros candidatos al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social afines a la Revolución Ciudadana. La mejor carta de presentación del joven de 34 años, candidato al CPCCS, es haber sido secretario relator de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, cuyo presidente es Fernando Villavicencio.

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”Yo no soy correísta”, aseguró este abogado, que ha transitado por el activismo desde que era estudiante en el Colegio de la Liga. “Protestón e irreverente”, Becdach se opuso a hacer la premilitar y, en su lugar, presentó un proyecto de labor social.

Se organizó con sus compañeros y, después de una encuesta en la comuna de Caspigasí (Calacalí), comenzaron a trabajar los sábados para dar clases de nivelación a los niños. “Fue excepcional. Nos unimos todos, reparamos las instalaciones y hasta hicimos una escuela de fútbol”, contó.

Ingresó a la UDLA para estudiar Derecho y trabajaba para pagar sus estudios; comenzó a los 18 años vendiendo en el bar de un cine. Participó en los grupos estudiantiles que eran críticos de la nueva Constituyente, y se metió de lleno en los proyectos de leyes de educación superior y de comunicación. “Nos unimos la universidad pública con la privada y propusimos cambios al proyecto, pero el presidente Rafael Correa vetó la mayoría del texto de educación superior. El día que la Asamblea Nacional debía tratar el veto, ni siquiera nos dejaron entrar”, relató. Pertenecía entonces a la organización Jóvenes y Punto.

En 2013, y aunque no era afiliado, se candidatizó en la circunscripción 3 de Pichincha para asambleísta por SUMA. Perdió. Entró Diego Salgado por CREO.

Desilusionado de la política, Becdach ingresó a laborar en una aerolínea. “Comencé en el counter; luego ascendí a asesor jurídico”, contó. Trabajó en Lacsa y luego en Avianca. “Igual, seguía estudiando, pero me gradué en 2016″. Después estuvo casi un año en Tame y salió antes de que el Gobierno decidiera liquidar la empresa estatal.

A fines de 2019 ingresó al Municipio de Quito, con el alcalde Jorge Yunda, en Servicios Ciudadanos, aunque no tenía relación con el radiodifusor. La prueba de fuego vendría en marzo siguiente, por la pandemia del COVID-19. “Hicimos el proyecto de ayuda humanitaria, armar las canastas y salir a repartirlas”, relató.

Así conoció el Quito profundo, alejado de los edificios; el Quito de la pobreza. Recordó: “Había que dejar las canastas en el suelo para evitar el contacto. Luego nos dimos cuenta de que la gente mandaba a niños a hacer la cola para poder recibir doble ración, porque no tenían nada. Cada tarde salía destrozado”. Al saltar el escándalo de las pruebas para el COVID-19 despidieron al personal de libre remoción, entre esos él.

En 2021 ingresó a la Asamblea como prosecretario de la Comisión y luego asumió la secretaría.

Una de sus motivaciones es acercar a la ciudadanía a los cargos públicos, con concursos que no favorezcan al político de turno. Plantea retomar las veedurías ciudadanas y luchar contra la corrupción. (I)