Sindicatos marcharán el 1 de mayo por los derechos laborales y exigirán la renuncia de Guillermo Lasso

Aunque faltan tres semanas para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, el lunes 1 de mayo, los mayores sindicatos del país ya tienen definido el lugar, hora y ruta de la marcha que realizarán. Ese día no solo reivindicarán los derechos laborales y reclamarán por la creación de más y mejores fuentes de empleo, sino que también alzarán la voz para exigir la renuncia del presidente Guillermo Lasso, mientras en la Asamblea Nacional se define el juicio político en contra del jefe de Estado por el delito de peculado relacionado con el caso Flopec.

Como se acostumbra, los sindicatos se reunirán en la Caja del Seguro Social, en el centro norte de Quito. La concentración está prevista desde las 08:00 y de ahí recorrerán varias calles hasta llegar a la plaza San Francisco, en pleno casco colonial, a pocas cuadras de la plaza de la Independencia, donde se encuentra el Palacio de Carondelet.

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Insatisfechos por los dos años de administración de Lasso, los trabajadores responsabilizan al actual Gobierno por el incremento de la inseguridad, crisis social, deterioro de los servicios públicos, actos de corrupción en el Estado y por no crear las condiciones necesarias para conseguir una real reactivación económica que se traduzca en mayor contratación de personal. Además rechazan la decisión de permitir el porte y tenencia de armas para uso civil.

Desde hace tiempo en Ecuador el mercado laboral se reduce a que apenas tres de cada diez trabajadores poseen un empleo pleno (aquel en el que un trabajador percibe el salario básico o más), los demás se debaten en el desempleo y un elevado porcentaje está en la informalidad.

A febrero de 2023 la tasa de empleo pleno o adecuado se ubicó en 32,9 % y la tasa de desempleo cerró en 3,9 %. Lo grave está en las demás categorías que corresponden a la informalidad: subempleo, en 21,6 %; otro empleo no pleno, en 30,4 %; y empleo no remunerado, 11 %. Las cifras provienen de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Defender al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), sumido en una crisis financiera por varios años, será otra de las consignas que harán los trabajadores en su día.

La movilización será pacífica, adelantó Marcela Arellano, presidenta del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), quien además pide que el Parlamento tramite la propuesta de Código de Trabajo que el sindicato entregó el año pasado.

En el marco del juicio político contra Lasso, Arellano señaló que respetan el procedimiento constitucional que se desarrolla en la Asamblea, pero permanecerán vigilantes. Esperan “que el Gobierno no compre asambleístas” para salvarse de ser juzgado.

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El 1 de mayo demandarán la renuncia de Guillermo Lasso, algo que buscan desde hace meses. “El Gobierno es incapaz de solucionar los graves problemas que enfrenta el Ecuador, el presidente tiene que dar un paso al costado”, resaltó la dirigente.

Ante la posibilidad de que el primer mandatario aplique la muerte cruzada y disuelva al Legislativo, el FUT aún no determina si, en caso de que esto ocurra, saldrán a las calles a protestar como sí lo tiene previsto la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Arellano explicó que después de la marcha por el Día de los Trabajadores se convocará a una convención general del Frente Unitario para definir acciones, dependiendo de cómo se desenvuelva el escenario político. La fecha de dicho encuentro aún no está fijada.

La Unión Nacional de Educadores (UNE) también será protagonista en la jornada. Antes de la movilización, el 22 de abril junto con el Frente Popular ultimarán detalles de su participación, contó Isabel Vargas, presidenta del gremio, que hizo eco del pedido de salida de Lasso del poder.

De cara al juicio político, la vocera de la UNE apuntó que “la Asamblea Nacional no puede ocultarse de la voluntad del pueblo ecuatoriano”, que rechazó en las urnas la consulta popular planteada por el gobernante.

“Por eso hay diferentes movilizaciones, por la incapacidad de solucionar los problemas estructurales del país y mucho más por ser (Guillermo Lasso) un autor implicado en actos de corrupción y su participación en la narcopolítica. Es necesario que los asambleístas cumplan su rol de fiscalización”, comentó Vargas y agregó que si en el Legislativo el juicio no prospera la población tiene el derecho constitucional a la resistencia.

El Parlamento Laboral Ecuatoriano (PLE) también se sumará a la movilización. Fernando Ibarra, titular del sindicato, dijo que el jefe de Estado no ha cumplido con el artículo 3 de la Constitución -sobre los deberes primordiales del Estado-, que es garantizar la ética laica como sustento del quehacer público y el ordenamiento jurídico.

“Ética laica significa el conjunto de principios y valores que constan en la Constitución. ¿Qué hizo el presidente Lasso? El presidente se enteró de lo que estaba pasando con su cuñado (Danilo Carrera), se enteró del tema de Flopec y no hizo absolutamente nada, prefirió los intereses de su familia, intereses de otra naturaleza, en vez de los del Estado”, reprochó Ibarra.

A su criterio, Lasso atentó contra la seguridad del Estado, “por eso las mafias siguieron operando al interior del más alto nivel de Gobierno y también tienen en vilo a la sociedad con una inseguridad fatal”, remarcó Ibarra, quien a su vez criticó el manejo de la solicitud de juicio político en la Comisión de Fiscalización y la actuación de su presidente, el asambleísta Fernando Villavicencio, que demoró en notificar al primer mandatario y a sus acusadores.

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José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), insiste en que Guillermo Lasso tiene que irse porque “ha demostrado que no tiene capacidad para gobernar” y no cuenta con el respaldo de la población.

Villavicencio, quien el 1 de mayo asumirá la presidencia del FUT, también arremetió contra la Asamblea por la manera como ha llevado el proceso en contra de Lasso desde sus inicios.

“Gente que estaba en contra del juicio político votó a favor, y nos preguntamos ¿acaso se estaban cotizando para lo que pasa ahora?”, dijo el dirigente de la UGTE, en referencia a las denuncias de que Carondelet pretende comprar los votos de ciertos legisladores para salvar al presidente.

La amenaza de una muerte cruzada por parte del Ejecutivo ha sido una constante desde el primer año de su administración, recriminó Villavicencio.

Si bien la mayoría de los sindicatos más importantes tienen en común su deseo de que Lasso deje la Presidencia, también está otro grupo de trabajadores que, aunque reprochan la gestión del mandatario, considera que debe terminar el periodo para el que fue elegido.

En esa orilla se encuentra la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), cuyo líder Édgar Sarango señaló que con respecto del enjuiciamiento a Lasso “no van a caer en aventurismos”.

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A su manera de ver, en la historia del Ecuador se han derrocado presidentes y quienes los han sustituido no han modificado la situación del país, sino que “han sido la continuidad de lo mismo”.

Comentó que “el presidente de la República, Guillermo Lasso, tiene aún dos años para buscar, si se quiere, hacer una coalición de fuerzas interesantes que le permitan una gobernabilidad en los dos años”. Para ello, el mandatario “tiene que ceder” y “dejar las posiciones sesgadas”, ya que un país se gobierna con alianzas, precisó Sarango.

La CTE en los últimos años se ha mantenido distante del FUT y sus centrales, por diferencias de criterios entre sus dirigentes. No obstante, este año hay acercamientos, aunque todavía no se confirma su participación en la marcha del 1 de mayo.

Sarango mencionó que la Confederación plantea pasar de la lucha reivindicativa a una lucha política, que vaya encaminada a una nueva propuesta política de Gobierno. (I)