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Jaime Mantilla: La decisión de Rafael Correa era liquidar al diario Hoy a como dé lugar

El empresario y periodista recoge en el libro ‘Hoy: Un diario que se enfrentó al poder’ la historia del desaparecido medio de comunicación.

'Hoy: Un diario que enfrentó al poder' es el título del libro que escribió su exdirector Jaime Mantilla Anderson. El medio entró en liquidación hace ocho años, en el Gobierno de Rafael Correa. Foto Cortesía del autor

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Jaime Mantilla Anderson, el Gringo, como se lo conoce en el mundo periodístico, confiesa que escribir el libro Hoy: Un diario que enfrentó al poder fue muy complejo, porque lo ha obligado a hacer memoria de dos historias inseparables: la personal y la del periódico que fundó en junio de hace 40 años, y que entró en liquidación hace 8 —afirma— por el “odio de un Gobierno”.

A lo largo de sus 328 páginas, Mantilla hace un recuento de cómo se inició en el periodismo y cómo surgió la idea de crear el medio de comunicación. “Fui gerente general de El Comercio muchos años e hicimos cambios muy importantes; luego salí de ahí y con varios accionistas fundamos el diario Hoy, que fue pionero en varios aspectos: tecnología, calidad de impresión y perfil investigativo”, destaca.

Y también repasa la relación que el periódico tuvo con once Gobiernos. Así, por ejemplo, recuerda que en el gobierno de León Febres-Cordero, “que fue sumamente autoritario”, les quitó los permisos de importación de papel y acusó a algunos de los directivos del medio de ser miembros del grupo subversivo Alfaro Vive Carajo (AVC), que luego atacó sus instalaciones.

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Cuenta además que, cuando Rodrigo Borja llegó al poder, siete de sus periodistas y editorialistas se fueron a colaborar con él. “Y muchos creyeron que el diario se había vuelto borjista, y fue difícil hacer ver a nuestros lectores que nuestra credibilidad no se había minado”, explica.

También relata cómo se impulsó la aprobación de la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información (Lotaip) en el gobierno de Gustavo Noboa, que fue reglamentada en el de Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio. En ese entonces, Mantilla era presidente de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep).

Pero fue Rafael Correa con quien el Hoy tuvo, al igual que toda la prensa independiente del país, sus mayores conflictos. “Este Gobierno siempre tuvo la decisión de eliminar a la prensa libre, que tenía varios representantes, como EL UNIVERSO y el mío. En el caso de diario Hoy, la decisión de Correa era liquidarnos a como dé lugar, pese a que en el evento de aniversario de los 25 años del periódico le pidió que sea el ‘comisario’ del cumplimiento de la Ley de Transparencia y Lucha contra la Corrupción. A los tres meses ordenó que se corten las suscripciones que tenía el diario en varios ministerios, que se impida la publicación de avisos del Gobierno y empresas estatales y que se transporten ejemplares en los aviones de TAME. Todos los días pensaban en una forma de destruirnos”, afirma Mantilla.

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Para sostenerse, cuenta el empresario y periodista, hicieron varios aumentos de capital, vendieron algunos activos y mantenían un convenio con la Embajada de Reino Unido y el Ministerio de Educación para imprimir textos escolares de inglés en las escuelas públicas. En este último caso, el régimen resolvió cambiar el pénsum académico para prescindir de esos libros.

A la par —señala— entraron en vigor la Ley Orgánica de Comunicación y reformas a la Ley de Compañías, que impedían que los accionistas de las empresas periodísticas tuvieran inversiones en otros negocios. ”Eso nos fue debilitando”, lamenta Mantilla.

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Según el Ejecutivo, en el 2014 los accionistas hicieron un aumento de capital que no fue registrado por la Superintendencia de Compañías, la cual finalmente ordenó su liquidación alegando que las deudas eran superiores a su capital.

Mantilla asegura que, hasta la actualidad, el Hoy no ha concluido su proceso de liquidación. Esto porque no se ha registrado correctamente en los inventarios una serie de activos, como los archivos de las ediciones impresas de 32 años de vida del diario, más de 87.000 fotografías y caricaturas en físico, y la base de datos Explored, en la que constaba todo lo publicado en el medio y otros. “Los liquidadores no han podido venderlos, porque no le pertenecen a la empresa”, indica.

En el libro, Mantilla reflexiona, además, sobre el futuro del periodismo en Ecuador y el mundo, en medio de la irrupción de las redes sociales. “Los medios de comunicación tradicionales tienen que adaptarse a la demanda de información de las nuevas generaciones, pero luchando contra la inequidad y sosteniendo la democracia”, expresa.

En su discurso de presentación del texto, el pasado 29 de julio, explicó que la mayor parte de los medios tradicionales han incursionado en el mundo del internet. “Excelentes resultados en número de visitantes. Existen en Ecuador medios que tienen entre 26 y 30 millones de visitantes mensuales, cifras muy superiores a las de sus lectores, radioyentes o televidentes usuales, pero dicho volumen no logra generar ingresos sostenibles. Un problema básico: el que esos visitantes apenas se quedan en sus páginas entre un minuto y minuto y medio. En muchas ocasiones, los usuarios reciben publicidad invasiva en forma de flashes que cortan la lectura de la nota que los ha atraído. Publicidad generada por algoritmos que introducen anuncios en forma invasiva, rompiendo el compromiso del lector con el contenido, sin generar recursos alternativos”.

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“La situación se complica más cuando vemos que los grandes sitios de internet: Google, Apple, Facebook, LinkedIn, Instagram, e inclusive la televisión por satélite, como DirecTV, han decidido montar verdaderos departamentos de noticias tomando la información de agencias o medios en crisis para distribuirla entre sus millones de lectores en el mundo”.

“Pero no son estos esfuerzos los que podrán acabar con los medios tradicionales, que deben comprender lo que significa el peso de comunidad, que estos grandes motores tratan de formar a su alrededor, pero que no dirigen sus esfuerzos a las comunidades locales. El mundo se ha globalizado totalmente”.

“Esa realidad permite descubrir una de las soluciones posibles para los medios establecidos: volverse entes de cambio local. Es necesario analizar transformaciones urgentes en su modelo de negocio, pensar en cambiar su oferta de información para adaptarla a las necesidades y aspiraciones de las nuevas generaciones, de sus propios territorios, pues de ellas depende el sustento de la democracia en nuestros países. La información debe unir a la comunidad en busca de la solución de sus problemas evitando caer en el espectáculo, la crónica roja o el escándalo que aísla y asusta a posibles nuevos lectores, radioescuchas o televidentes”, comenta.

Dato

En las últimas 60 páginas del libro se incluyeron colaboraciones de experiodistas y exeditorialistas del medio, que “fueron el abono para que el diario florezca”, dice Jaime Mantilla.

Entre ellos están Felipe Burbano de Lara, Andrés Vallejo, Gonzalo Ortiz Crespo, José Hernández, Francisco Borja Cevallos, Saudia Levoyer, Fernando Larenas, Álvaro Mantilla Gómez de la Torre, Consuelo Albornoz Tinajero, Rubi Torres y Jaime Pozo. (I)

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