Wilma Andrade, de las filas de la Izquierda Democrática, justificó su participación en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, Estados Unidos, cuando ya no tenía funciones de legisladora tras la disolución de la Asamblea Nacional dispuesta por el presidente Guillermo Lasso, el pasado 17 de mayo.

Lasso aplicó la llamada muerte cruzada alegando una grave crisis política y conmoción social, según lo establece el artículo 148 de la Constitución de la República.

Andrade estuvo en Washington en calidad de vicepresidenta del Parlamento de las Américas (ParlAmericas), una red de parlamentarios del continente, entre el 18 y el 19 de mayo.

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“Este viaje fue planificado con antelación y lo inicié horas antes de que el presidente de la República disuelva la Asamblea Nacional”, explicó la exasambleísta.

Agregó que los pasajes, el hotel, la alimentación y los traslados en Washington fueron financiados por ParlAmericas.

Andrade aseguró que los organizadores del evento sabían que ya no era legisladora, pero que de todas formas le pidieron que se quedara hasta el final porque su experiencia y conocimiento podrían contribuir a la cooperación parlamentaria. (I)

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