El año de la pandemia, el 2020, marcó una escalada de asesinatos de trabajadores de los puertos. Las víctimas se triplicaron: pasaron de dos en 2019 a seis en 2020 y a cuatro de ellos les costó la vida. De los seis, cuatro laboraban para Contecon Guayaquil S. A., uno para la empresa que le da seguridad, Liderman, y otro para DP World Posorja. Tenían entre 33 y 53 años, fueron acribillados y los atentados se produjeron días después de que la Policía Antinarcóticos incautara toneladas de droga en el puerto marítimo.

Los asesinados fueron Byron Jaramillo, exsupervisor de seguridad de Contecon; Ernesto Saavedra, guardia de Liderman; Christian Castro, guardia de Contecon; y Peter Sánchez, analista de garita en el puerto de DP World Posorja; y los heridos: Rubén Chancay, custodio de Contecon, y Byron Sánchez, jefe de seguridad de Contecon.

A Jaramillo, por ejemplo, lo mataron el 17 de septiembre de 2020, quince días después de que el 29 de agosto la Policía ejecutara la Operación Cerrojo, que incautó 2.245 kilos de cocaína en el puerto de Contecon; Saavedra fue asesinado el 26 de noviembre, cuatro días después de la Operación Guiness en la que se decomisaron en Contecon 991 kilos de cocaína que tenía como destino Rusia; y a Christian Castro lo acribillaron el 4 de diciembre, luego que el 30 de noviembre, con la operación Anónimo, se incautaran en los patios de Contecon 1.130 kilos de cocaína que tenía como destino Guatemala.

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Muchas veces estas organizaciones narcodelictivas realizan ajustes de cuenta entre ellos, pero la Policía está dando resultados al país

Fausto Íñiguez, exdirector de la Unidad de Investigación Antidrogas

Mientras que el actual director, Pablo Ramírez, coincide que “habrá casos en que sí, en que se establezca esta vinculación, precisamente porque las organizaciones delictivas buscan a estas personas que trabajan en estas actividades y lugares, en algunos casos de manera voluntaria y en otros no”. Sin embargo, Ramírez cree que “no en todos los casos se podría decir que en cada incautación hay una persona asesinada y que trabaje en el puerto”.

La Policía Antidrogas aplica protocolos para dar protección a empleados que cumplen cargos de riesgo en los puertos, incluso -agregó Ramírez- mantienen una línea directa para que estas personas denuncien amenazas o extorsiones de parte de bandas narcodelictivas.

Los agentes antinarcóticos utilizan estos protocolos para conocer con anticipación los intentos de camuflar en contenedores sustancias ilícitas. Otra forma de detectar a estos grupos delictivos son las líneas 1800 Drogas y 1800 Delitos, a las que se puede llamar para dar información que permita el decomiso de drogas y la captura de grupos delincuenciales.

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Son organizaciones criminales que llegan donde pueden, en toda la cadena logística. Lo que nosotros hacemos con la Policía y Fiscalía es colaborar, dar información que ellos quieran. Sí que somos muy sensibles con los empleados, nosotros no vamos a acusar a nadie, son empleados de la compañía, tenemos nuestros controles y medios, y los apoyamos en todo lo que sea necesario

Javier Lancha, gerente de Contecon Guayaquil S. A.

Esta empresa -explicó el administrador- asesora a los trabajadores para cumplir las normas y que sepan dónde acudir ante intimidaciones. “Cuando hay un hecho tan terrible como un atentado o incluso una muerte, estamos cerca de las familias para apoyarle en todo lo que corresponde, porque al fin y al cabo es una tragedia”. (I)