Un grupo de comerciantes arribó a Guayaquil entre la noche del viernes y la madrugada de este sábado, 1 de abril, para vender los arreglos y detalles con los que los fieles participan en las misas de Domingo de Ramos, fecha que marca el inicio de la Semana Santa o Mayor.

En medio del intenso tráfico que se registra en la avenida Machala, en el cruce con la calle Pedro Pablo Gómez, en el centro sur, Carlos Drouet se detuvo a comprar dos ramos por $ 4 esta mañana.

El ciudadano dijo que prefería comprar con antelación para evitar la aglomeración de feligreses durante la misa de este Domingo de Ramos. En su caso, prevé participar de una ceremonia mañana en la iglesia Niña María, de la ciudadela Simón Bolívar.

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“Agradecerle a Él. Mañana es un día muy especial”, reflexionó el hombre sobre la importancia de esta Semana Santa.

Entre los comerciantes, en su mayoría originarios de Molleturo (Azuay), contaron que se movilizaron grupalmente en transporte para traer sus sacos con el producto que suele bendecirse en las misas.

Domingo de Ramos: por qué representa el inicio de la Semana Santa y cómo se celebra

Adolfo Morales y su hermana Sonia vinieron por la vía de Puerto Inca por primera ocasión, principalmente por la necesidad y falta de buenos ingresos. Anteriormente vendían ramos en Naranjal.

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Ellos llegaron con 50 docenas de ramos de palma para vender a $ 2,50 cada docena, sin decoraciones con otras plantas.

Él contó que este trabajo les tomó dos semanas, esto es, el tejido de cinco docenas por día. Ahora, este sábado, ellos principalmente buscaban proveer a los comerciantes, que a su vez venderán en los exteriores de las iglesias este domingo, 2 de abril.

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Otra mujer de Molleturo, Rosa Criollo, en compañía de dos hijas, llegó con 50 docenas de ramos distribuidos en dos bultos para sacar ingresos económicos que le sirvan para su sustento.

Para el tejido de los ramos hizo labores desde las 17:00 hasta las 22:00 durante una semana, con el apoyo de sus dos hijas.

“Por no migrar estamos aquí, para sacar siquiera la comida para mis hijos y nietos. Cada día en Molleturo no queda gente, y se van (emigran)”, comentó la mujer sobre la situación en su parroquia.

Conforme pasen las horas, los comerciantes esperan que se agilite la venta y poder retornar a su localidad en la noche.

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El Ministerio de Medio Ambiente dispone cada año que se evite la comercialización de la palma de ramos o palma de cera en esta celebración, con el fin de evitar la extinción de la especie.

Por ello, incentiva que se usen plantas alternativas, como romero, manzanilla, espigas de trigo y cebada, paja, laurel, entre otras. Varias de estas especies también se ofrecían como opciones por los comerciantes azuayos. (I)