La cercanía al Puerto de Aguas Profundas ha convertido a la parroquia Posorja en un punto estratégico que varias bandas enlazadas con cárteles mexicanos se disputan. Esa lucha ha provocado que, en lo que va del año, en esa localidad de apenas 25.000 habitantes se hayan registrado ya cinco asesinatos, todos relacionados a la venta de drogas.

Pero esta semana la violencia que se vive en ese puerto escaló de forma considerable y alarmante. En menos de 48 horas fueron asesinadas tres personas en la calle: profesionales los ejecutaron frente a testigos que recibieron amenazas.

Tras los asesinatos, la policía logró detener a seis sospechosos cuando huían. El más reciente de los crímenes ocurrió a unos 100 metros del retén policial.

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Este nivel de violencia no es propio de Posorja; de hecho, los sicarios han llegado de Guayaquil, aseguró el coronel Iván Rodríguez, jefe policial del sector, quien agregó que tres de las víctimas también serían residentes de Guayaquil.

El lunes se detuvo a cinco sujetos, entre ellos, un menor de edad; y el martes se detuvo a otro sicario luego de que, desde una moto, se enfrentó a bala con la policía tras matar a alias Colombiano. Ese día, quien conducía la moto logró huir.

Pero el sicario resultó herido y fue llevado a la maternidad de Posorja. Ahí reveló que había llegado de Guayaquil, que tenían como tarea matar a tres hombres, pero que “solo logró quebrar a uno”. También indicó que quien conducía la moto era un residente de ese sector portuario. Este sicario sería parte de Los Choneros.

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Eso hizo saber a las autoridades que la situación era realmente grave. No solo porque los residentes ya eran parte de la lucha entre bandas, sino que conocieron que las organizaciones han puesto precio a más cabezas y que los asesinatos iban a seguir.

Cinco muertos y un herido se reportaron en menos de 24 horas en Puebloviejo, Los Ríos

Por eso, este fin de semana se realizó una intervención en esa localidad. Llegaron al menos cien policías y, tras nueve allanamientos, se detuvo a dos personas y se decomisaron tres armas. Además, los uniformados descubrieron que al menos diez motocicletas que circulan por Posorja tenían el chasis modificado.

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El coronel Rodríguez informó que al menos veinte miembros de grupos élite se quedarán resguardando esa localidad, y que ya un residente prestó una vivienda para que los uniformados puedan permanecer.

La situación es tal que esta semana un equipo de EL UNIVERSO visitó Posorja y a treinta metros del retén pasó una camioneta color vino con dos hombres con acento colombiano, quienes insultaron al fotógrafo cuando hacía algunas gráficas del sector.

¿Por qué empezó la disputa en Posorja?

La violencia en Posorja no empezó esta semana, sino hace mes y medio, cuando intentaron matar a Jonathan Quintero, alias Popeye, quien habría sido parte de Los Choneros y a quien acusaron de desaparecer un gran cargamento de droga.

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A Popeye le dispararon cuatro veces cuando conducía un carro blindado cerca del malecón el 18 de abril, pero fue llevado a un hospital. Quince días después (4 de mayo), cuando los sicarios quisieron terminar el trabajo, mataron por error a una mujer extranjera en una clínica del norte de Guayaquil: le dieron 16 disparos con un fusil.

Desde entonces se sabe que la cabeza de Popeye tiene precio. No se conoce el paradero del hombre de 42 años, pero se presume que fueron Los Choneros quienes ordenaron la ejecución en el hospital como venganza por el cargamento que se perdió en Posorja y que estaba a cargo de él.

Acribillan a ciudadano extranjero en el interior de su vivienda, en Santa Elena

Popeye cuenta con antecedentes por robo, posesión de armas y asesinato. Ahora él tendría algunos miembros a su favor y se estarían dando ataques entre Los Choneros y los llamados Popeyes.

Eso cuentan con temor los residentes de Posorja, quienes afirman que esta disputa fue aprovechada por Los Lagartos, cuyos miembros también han llegado a ese puerto.

Los residentes piden más control, pues temen ser víctimas colaterales de esta pelea.

Asesinatos recientes en Posorja

El lunes 24 de mayo dos hombres fueron asesinados en la parroquia Posorja. El primer crimen ocurrió a las 15:30 en el barrio Montessori. Leonardo Amador Suárez, de 19 años, fue asesinado a una cuadra de su casa con varios disparos. Él no tenía antecedentes.

Cuatro horas después, Itel Castillo García, de 21 años, también murió.

Su familia aclara que el ataque no era dirigido a él, sino que pasaba por el sector cuando ocho hombres vestidos con chompa reflectiva (policial) lanzaron una granada a una vivienda y realizaron varios disparos. Fue atendido en un centro de salud y recibió alta médica, pero murió en su casa horas después por las esquirlas que hirieron su cabeza.

Tres asesinatos en menos de 24 horas en Santa Elena; la última víctima fue acribillada en el portal de su vivienda antes de acudir a su trabajo

El miércoles ocurrió otro crimen a dos cuadras del retén policial de Posorja. Alias Colombiano, un hombre que llegó de Guayaquil, fue asesinado con varios disparos por un sujeto que iba en moto.

Durante el crimen, una mujer que pasaba por la zona recibió un tiro en la pierna y fue amenazada por el sicario.

Los uniformados iniciaron una persecución policial y se logró detener a uno de los sospechosos, quien fue identificado como Aníbal Stalin A. G.

¿Cómo envían la droga?

El puerto de Posorja es el único en el país que cuenta con un escáner, por lo que el ingreso de drogas a los contenedores es menos común, sin embargo, los delincuentes se las ingenian y logran contaminar los buques cuando ya salen cargados y se encuentran en la denominada “área de cuarentena”.

A bordo de embarcaciones pequeñas llevan la carga (los sacos de yute con la droga) bien amarrada y la enganchan al buque, y esta, en complicidad con algún tripulante, ingresa al buque burlando los controles. (I)