Quito

“Esto es un crimen de Estado”, “La Policía no nos cuida”, “Ni una menos, vivas nos queremos”, gritaban con indignación cientos de mujeres que marcharon en Quito por la desaparición y muerte de María Belén Bernal, cuyos restos fueron encontrados en el cerro Casitagua, este miércoles 21 de septiembre.

La multitud de concentró en los bajos del Ministerio de Agricultura, en el norte de la ciudad, y estuvo liderada por grupos feministas, de defensa de derechos humanos y familiares de otras personas desaparecidas.

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Cerca de las 16:30 empezaron a caminar en la avenida Amazonas hasta llegar a la Comandancia de la Policía Nacional. No había ningún servidor policial en los alrededores.

“Eli, escucha, tu lucha es nuestra lucha”, coreaba la gente al ritmo de la batucada. Se referían a Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal.

El tránsito se paralizó mientras la marcha avanzaba, mientras los conductores de vehículos detenidos apoyaron a las manifestantes haciendo sonar las bocinas de los autos.

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Ahí estuvo Lorena Herrera, vocera de la Alianza de Organizaciones de Mujeres que Registra los casos de Femicidios. Ella exigió al Estado “la verdad” en el caso.

Además reclamó por las negligencias admitidas por las autoridades entorno a los hechos que derivaron en la desaparición de Bernal desde el 11 de septiembre, cuando ingresó a la Escuela Superior de Policía.

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“Cómo es posible que el ministro (Patricio Carrillo) diga que este es un caso pasional. Este es un delito de Estado. Es un femicidio”, increpó Herrera.

La marcha llegó a la Comandancia de la Policía Nacional, ubicada en la avenida Amazonas y Corea. Las puertas de la institución estuvieron cerradas. Tampoco hubo agentes en los exteriores del edificio.

Entre los gritos frecuentes de las personas que se apostaron afuera del inmueble se pidió la salida del ministro del Interior, Patricio Carrillo, y también se dieron diversos calificativos hacia los policías.

Varias mujeres pintaron graffitis en las paredes y puertas de vidrio de la Comandancia. También pegaron los volantes con el rostro de María Belén y de su esposo, el teniente Germán Cáceres, principal sospechoso del hecho, quien se encuentra prófugo.

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Sybel Martinez, directora en Grupo de Rescate Escolar y defensora de derechos humanos, aseguró que lo sucedido con Bernal es “responsabilidad del Estado”.

“Desde un principio habíamos hablado de que esto fue una desaparición forzada, que ahora tiene el resultado de muerte. Eso quiere decir que el Estado es responsable. No actuaron con debida diligencia”, apuntó Martinez y criticó que el secretario de Seguridad Pública, Diego Ordóñez, haya llamado a las mujeres como desestabilizadoras.

Al plantón también asistieron parientes de otros casos de desaparecidos, que son parte de la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas del Ecuador (Asfedec).

Hasta las 18:50 continuaban las protestas afuera de la Comandancia, sin que haya presencia de servidores policiales.

Félix Otavalo, primo de la madre de María Belén, se sumó en la noche al plantón. Agradeció a las personas por su solidaridad con la familia y por acompañarlos durante este tiempo.

Dijo que Elizabeth Otavalo no podía asistir porque se encontraba realizando trámites pertinentes por la aparición del cuerpo de su hija.

“Que esta lucha no baje, porque es la única forma que tenemos de presionar a este Gobierno para que nos dé respuestas”, pidió Otavalo.

Pasadas las 19:00, varias mujeres rompieron la puerta del principal acceso del edificio, mientras policías antimotines se mantenían en el interior del predio. (I)