En Cuenca el caso al principio se investigó como un crimen perpetrado por un antisocial, pero luego la figura cambió radicalmente tras la difusión de un video de seguridad por parte de un familiar del asesinado.

Allí se observaba a tres policías que aparentemente sacaban de la casa donde se halló el cadáver varios objetos que luego colocaban en el portamaletas de una patrulla.

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El cuerpo de Vinicio Bautista fue hallado sin vida el 25 de agosto del 2022. El cadáver tenía las manos atadas y ya en la tarde el entonces comandante zonal de la Policía encargado reconoció que por el caso se aprehendió a tres uniformados de la institución.

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Con el paso de la investigación, uno de los tres detenidos fue liberado, pero en contra de los otros dos el proceso judicial sigue en curso.

En enero de este año, durante la audiencia preparatoria de juicio se expusieron detalles de lo que ocurrió el día en el que se encontró el cadáver de Bautista.

Los dos policías involucrados en este delito de robo con muerte entraron a la casa del ahora occiso, presuntamente se llevaron ropa, una cadena de oro y habrían tenido participación en el crimen, se dijo en la diligencia.

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El 3 de febrero el juez a cargo del caso dictó un auto de llamamiento a juicio en contra de los dos uniformados, pero aún no se ha establecida la fecha.

Este caso fue uno de los que más estremecieron a Cuenca en el 2022 por los elementos que incluyó. Primero, porque evidenció la inseguridad en que se vive en la ciudad; luego, por la frialdad con la que ocurrió el crimen; y tercero, tal vez el más impactante, que dos policías son los sospechosos del hecho.

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La semana del 25 de agosto del 2022 fue muy alarmante para los ciudadanos de Cuenca, porque en menos de cinco días hubo tres crímenes. Primero este asesinato, luego el caso del hombre cubierto con cemento en una bañera y posteriormente la aparición de un cuerpo decapitado en el río.

La mañana de ese 25 de agosto la noticia se difundió rápidamente y el único detalle revelado era que un hombre yacía envuelto en una sábana, con las manos atadas y cuyo cuerpo estaba, literalmente, bañado en sangre.

Hasta el mediodía la Policía no hablaba de sospechosos, pero todo cambió cuando al lugar del crimen acudió un familiar del muerto para mostrar un video revelador: el de una cámara de seguridad que mostraba a un patrullero estacionado fuera del domicilio, así como a dos policías que entraban y salían con fundas plásticas para colocarlas en la cajuela.

Con el paso de los minutos se conoció que la víctima era Vinicio Bautista, un cuencano residente en Estados Unidos que estaba a pocos días de abrir un negocio de ropa en la ciudad. Trabajó por varias semanas en la implementación del local, lo tenía prácticamente todo, hasta las vitrinas, pero ese objetivo quedó trunco con su asesinato.

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El caso generó presión en el mando policial local y a las 18:00 del 25 de agosto el comandante zonal encargado, Édison Padilla, reconoció en una rueda de prensa que había tres colegas suyos, subalternos, detenidos y que trabajaban en el área preventiva.

El hallazgo del cuerpo de Vinicio Bautista fue la mañana del 25 de agosto. La noticia se difundió rápidamente y el único detalle revelado era que un hombre yacía envuelto en una sábana, con las manos atadas. Foto: Archivo. Foto: El Universo

Ellos llegaron al sitio donde se halló el cadáver para atender una llamada de emergencia despachada desde el ECU911.

Al día siguiente, el 26 de agosto, el fiscal de Azuay Leonardo Amoroso declaró que los gendarmes llegaron para atender una emergencia a las 05:50 (del 25) y una vez que se confirmó su identidad se los detuvo, y en su poder se hallaron varias evidencias e indicios.

Entre esos, dijo, ropa, zapatos, una computadora, una cadena de oro, un cuchillo, una cédula de identidad y manchas de sangre del uniforme y las botas de dotación oficial.

La situación generó el rechazo del fiscal Amoroso, quien declaró: “Estamos a merced de malos elementos que, por sustraerse una computadora, una cadena, ropa, zapatos, cometan este tipo de ilícitos”.

Un aspecto que también provocó críticas fue que cuando los dos uniformados procesados se presentaron a la primera audiencia se acogieron a su derecho del silencio, por lo que se desconoció cuáles fueron sus motivaciones.

Un mes y una semana después de ser detenidos y por ende de no acudir al trabajo, los policías involucrados seguían cobrando su sueldo, lo que causó una indignación ciudadana adicional.

El 7 de octubre de 2022, el comandante de la Subzona Azuay, Hugo Arroyo, justificó que será así “mientras no exista una sentencia en firme, son personal policial en servicio activo”, pero días después, el nuevo comandante zonal, Xavier Rosero, desmintió a su subalterno.

La familia de Vinicio Bautista se mostraba sorprendida por el hecho, pues no entendía qué había motivado el crimen del hombre. Y por eso decidieron seguir con el proceso legal en contra de los gendarmes.

Durante la audiencia preparatoria de juicio que se reinstaló el 3 de febrero pasado, el juez Luis Barahona encontró elementos suficientes para llamarlos a juicio.

Esa convocatoria se desarrolló en modalidad híbrida, pues a través de internet se unieron a la diligencia los dos detenidos que permanecen en el Centro de Privación de Libertad de Turi y el abogado defensor de la familia Bautista.

Mientras, en la sala estaban presentes un fiscal y los abogados defensores de los uniformados implicados.

Este Diario se contactó con uno de los familiares de la víctima que vive en Cuenca, sin embargo, no quiso hablar sobre el caso. Muchos de los parientes del ahora occiso están radicados en Estados Unidos.

Por su parte, Rómulo Argudo, abogado de Cristian A. A., luego de la audiencia preparatoria de juicio aseguró que en la siguiente instancia probará la inocencia de su cliente.

Sostuvo que si bien el juez en su motivación detalló que en poder de su defendido se hallaron prendas de la víctima, sangre en su uniforme policial y que estuvo presente en la escena del crimen, eso no necesariamente significa que participó del hecho, más cuando a su criterio no se ha demostrado que él ejecutó el crimen.

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Mientras, el día de dicha diligencia solo fue a escuchar la audiencia un socio del bufé, no el abogado titular de Marco N. M., el otro policía procesado por el caso, por lo que evitó dar declaraciones a la prensa.

En cuanto a la fecha de inicio del juicio en contra de los uniformados procesados aún no se la conoce. (I)