Negrito Apolo lo llamaban de cariño en el interior de la Policía Nacional al sargento Eduardo Perlaza Cevallos, quien fue asesinado la madrugada de este lunes 17 al intentar evitar un asalto a una gasolinera de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Sus compañeros lo recuerdan como un experto en la cocina y, sobre todo, del encocado, que lo preparaba espectacularmente.

En el año 2020, en plena pandemia por el COVID-19, estuvo sirviendo en la ciudad de Guayaquil.

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Desde que estaba en la escuela expresaba su deseo de convertirse en policía: así se recuerda en Loja a Verónica Songor

Sus colegas se sentían protegidos por Perlaza cuando en operativos ingresaban a Flor de Bastión o al Guasmo, zonas consideradas de alta peligrosidad.

Negrito, ¿hasta cuándo?”. “Hasta cuando Dios permita (...). Lo mío es la calle, lo mío es contra los malos”, era la respuesta que les daba Perlaza cuando le preguntaban sobre un eventual retiro o cuando le decían que iba a trabajar en una oficina.

Cuando los policías trabajan en unidades investigativas se les asigna un nombre de combate a sus efectivos. Como Apolo fue bautizado él.

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Tras conocerse la muerte de Perlaza, la Policía Nacional mencionó en la esquela de condolencias que él, al enfrentar a los delincuentes, ofrendó su vida a cambio de la seguridad de todas las personas que se encontraban en el lugar y abatió a uno de los delincuentes.

Perlaza Cevallos nació el 15 de mayo de 1981 en la provincia de Esmeraldas. Tenía 41 años.

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El 1 de noviembre de 2003 postuló a la escuela de formación de policías y, luego del proceso académico y práctico, se incorporó al servicio en la zona rural.

Casado con Jéssica Salazar, tuvo dos niñas: Gloria y Jéssica.

El incidente en el que murió se produjo en el kilómetro cuatro y medio de la vía a Quinindé. Perlaza estaba en el lugar cuando antisociales amedrentaron a los dueños de la estación de servicio y quisieron llevarse el dinero, indicó la Policía en un comunicado.

Sometieron a los trabajadores y a uno de los clientes, sin percartarse de que se trataba de un policía.

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“Sin dudar, el sargento Eduardo Perlaza enfrentó a los delincuentes”, señaló la entidad policial.

Integrantes de la organización delictiva abrieron fuego en contra de la integridad del agente del orden y, tras un cruce de disparos, Perlaza murió.

Dos parejas fueron acribilladas cuando salían de una fiesta en Samanes 6

Estuvo 18 años en el servicio policial, lo que le permitió ejecutar múltiples procedimientos, allanamientos e intervenciones simultáneas en contra del microtráfico y narcotráfico.

Obtuvo varios reconocimientos al mérito profesional. Cumplía su labor en el servicio de Antinarcóticos de la Subzona de Pichincha.

“Este asesinato no quedará impune. Pondremos a los responsables de este hecho criminal ante la justicia”, dijo el comandante general de la Policía, Fausto Salinas. (I)