El restablecimiento de actividades en espacios públicos en esta nueva semana ha empezado con cautela por el estado de excepción en provincias como Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo luego de la ola de violencia que se inició el pasado martes.

Ese día en Guayaquil y Esmeraldas se reportaron al menos doce atentados con explosivos y balaceras en patrulleros, Unidades de Policía Comunitaria (UPC), gasolineras y otros centros públicos que dejaron como resultado el asesinato de seis policías.

Santo Domingo se convierte en la tercera provincia con estado de excepción y también tendrá toque de queda de 21:00 a 05:00

Al día siguiente, con el traslado de los cabecillas de los Chone Killer a la cárcel de máxima seguridad La Roca, se reportaron al menos ocho ataques en Durán. Estos hechos también se registraron en gasolineras y otros puntos en Santo Domingo de los Tsáchilas.

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Ante este panorama, ciudadanos a más de respetar el toque de queda de 21:00 a 05:00 también se autoconfinaron en estos días de feriado debido al temor por estos hechos violentos calificados como terroristas.

Expertos en seguridad explican que mantener la vigilancia y control en estas tres provincias será el principal reto para evitar que se repliquen actos terroristas y que los ciudadanos sigan realizando sus actividades.

Para el consultor internacional en inteligencia y seguridad Mario Pazmiño, sería una irresponsabilidad por parte de las autoridades si se dispone la reactivación de todas las actividades normales.

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Argumentó que, antes de aquello, el Estado debe asegurar que tiene el control total de los lugares donde el crimen organizado se instaló, construyó sus fortines y donde no podía ingresar la fuerza pública.

Durante la madrugada del pasado martes se registraron varios atentados en diferentes sectores de Guayaquil. Fotos: César Muñoz/API Foto: El Universo

Pazmiño reconoció que el Gobierno inició un trabajo bastante difícil, y que en los días de toque de queda no podría estar completamente solucionado. Puntualizó que no se deben olvidar las diferentes amenazas que hicieron las organizaciones delictivas y que, en su mayoría, no se han ejecutado.

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“Creo que deben actuar con prudencia, durante la semana habrá que ver cómo se van desarrollando los acontecimientos (…), tenemos control de un centro carcelario a medias, no en su totalidad, y otras áreas, de territorio, donde están ejecutándose acciones de terrorismo, no las tenemos controladas en su totalidad”, indicó.

Entre las recomendaciones que dio Pazmiño está ampliar las acciones de inteligencia, de presencia policial y militar dentro de los territorios que se van liberando de los grupos delictivos.

En eso coincide el también experto en seguridad Julio César Cueva. Él considera que se debe mantener la intervención policial y militar desplegada en las calles y que se debe apresurar llevar a cabo estrategias para debilitar a los grupos narcodelictivos y criminales.

¿Quiénes pueden circular durante el toque de queda en Guayas y Esmeraldas?

“Hay que hacer requisas tres veces al día en las cárceles. Y no los guías ni la Policía. Deben hacerlo los militares y de forma rotativa para evitar que se los infiltre. También hay que cortarles las líneas de comunicación, su estructura financiera, para que se mantengan incomunicados”, comentó

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Con respecto al retorno de las clases en centros educativos, explicó que sí se pueden retomar aplicando los protocolos de seguridad respectivos, al igual que otras actividades productivas del país.

“Los ciudadanos no podemos escondernos, los que se tienen que esconder son los delincuentes”, dijo.

César Coffré, catedrático y experto en seguridad en centros educativos, manifestó que para que las clases se den con mayor calma debe haber una coordinación directa desde el Ministerio de Educación a cada uno de los rectores y comunidad educativa, en que se implementen parámetros de seguridad tanto interna como externa acorde con esta realidad: terrorismo.

Este lunes, la clases se mantuvieron suspendidas en unos planteles. En unos establecimientos que sí abrieron sus puertas hubo ausentismo de un 20 %. En otros se derivó a los estudiantes a clases virtuales.

En las calles de Guayaquil hubo movimiento, pero mucha gente dijo haber salido con cierto temor y con cautela a realizar sus trámites.

En la terminal terrestre de Pascuales hubo un atentado con carro  bomba. Foto: Ronald Cedeño  Foto: El Universo

“Se debe estar atento de cualquier vehículo extraño, dar el reporte respectivo, darse cuenta de algún objeto extraño, cada rector debe dar la comunicación para que toda la comunidad educativa esté articulada a la prevención de cualquier ataque o artefacto explosivo en exteriores”, comentó Coffré.

Mientras que para el experto en temas de seguridad Fernando Carrión, la virtualidad es una buena opción para continuar con las clases en escuelas, colegios y universidades en este contexto inicial.

Como otro tipo de pandemia, explicó que “el temor es una de las cosas más complicadas de manejar porque está lleno de incertidumbre, uno no se sabe qué puede hacer y no tiene la capacidad de dominar esa situación”.

Agregó que esto podría cambiar conforme los hechos de violencia vayan disminuyendo y las instituciones vuelvan a brindar confianza.

Sin embargo, puntualizó que es difícil, porque existe una tendencia de crecimiento en el índice de hechos delictivos. “En el 2017 la tasa de homicidios fue de 5 a 6 y daría la impresión de que este año vamos a finalizar sobre 21, eso significa que se ha incrementado por cuatro veces en estos cinco años”, agregó Carrión.

Este es el diagnóstico del Gobierno respecto a la penetración del crimen organizado en el país

Además, señaló que existe una diversificación de los hechos delictivos. Es decir, aparecen nuevos modos como las vacunas o extorsiones que antes no existían. A esto se le deberá sumar la aparición de cadáveres colgados, carros bomba, uso de explosivos, ataques a gasolineras, etc.

“La situación es difícil, si bien hemos tenido un par de días con relativa calma no significa que los problemas que originaron todo esto se hayan evacuado”, refirió Carrión.

Añadió que finalmente los ciudadanos tomarán también sus propios protocolos de seguridad a más de las normas del estado de excepción ante la percepción de inseguridad. (I)