¿Qué se debería reforzar en materia de seguridad por los últimos ataques en hospitales y clínicas?

La incursión armada dentro de hospitales y centros de salud destapa las vulnerabilidades en materia de seguridad que tienen estos establecimientos en un momento que grupos delincuenciales intentan ganar espacios y operan a toda hora, sin importarles las víctimas colaterales.

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Si bien el Gobierno nacional lanzó hace pocas semanas el Código Plata, creado para prevenir ataques armados en centros y unidades de salud, expertos en seguridad afirman que se requieren acciones adicionales.

El código prioriza aquellos centros de salud ubicados en lugares de mayor peligrosidad o sitios de referencia para la atención de personas privadas de libertad. La etapa inicial del plan agrupa a 18 hospitales y centros de salud.

El ataque dentro de las instalaciones de una clínica privada del norte de Guayaquil, que asilaba a un herido por tentativa de asesinato, destapó una vez más las necesidades de seguridad de los establecimientos, afirmó Galo Estrella, especialista en seguridad y director de la Cámara de Comercio de Guayaquil.

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Sicarios entraron a la clínica y se enfrentaron con los custodios de Carlos K. En la acción, un hombre murió en el ascensor del hospital.

“Se notó que no existen protocolos y que, en medio de la ola de violencia, las clínicas no están exentas de ataques armados”, dijo.

El Omni Hospital, casa de salud privada en donde se produjo el ataque armado, señaló que como hospital cumple con los protocolos de seguridad, que “lamentablemente fueron vulnerados por la violencia armada de personas que irrumpieron en grupo por la fuerza a las instalaciones”.

El establecimiento indicó que se activó el protocolo para contactarse con el sistema 911, lo que permitió el desplazamiento de la policía para que tomaran el control de la situación. Asimismo, se reforzaron los sistemas para brindar seguridad a pacientes y personal.

Para Estrella, este último hecho violento dejó ver también un error de la Policía. “Ya se sabía que existía un altísimo riesgo por los antecedentes de la víctima. La Policía pecó de negligente en no custodiarla”, indicó.

La custodia a los heridos por arma de fuego, arma blanca o que se conoce que estarían relacionados con hechos delictivos o de narcotráfico sería la medida a corto plazo que se debería implementar, según el experto.

Estrella agrega que sería algo utópico creer que se podrá vigilar con policías todas las unidades de salud y que la seguridad privada se va a enfrentar a la delincuencia organizada.

“Los recursos (policiales) deben estar enfocados a casos puntuales, para que de esta manera se los pueda racionalizar. Armar un esquema de seguridad puntual para este tipo de eventos, ahí sí con uniformados con fusiles para poder enfrentar a los delincuentes. Por ejemplo, si se recibe en un centro de salud a un herido de una tentativa de asesinato, inmediatamente disponer policías en la habitación y en la entrada al establecimiento como medida de prevención”, afirmó.

Con esta medida concuerda el experto en seguridad Abraham Correa. Por ejemplo, explicó, si ya se realiza la vigilancia cuando se interna a un privado de libertad que ha sido herido, la misma acción se debería ejecutar para aquellas personas que se detecte que provengan de tentativas de asesinato por retaliaciones.

Una medida que también se puede implementar, dijo Correa, es la instalación de arcos de detección de armas o metales en los ingresos de hospitales y clínicas, sobre todo, en la zona de visitas. En ese sentido exhorta al Gobierno y a los propietarios de clínicas y hospitales privados para que planifiquen inversiones para aparatos que tengan esta tecnología.

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Según el experto, es impensable que se puedan ‘blindar’ todos los ingresos por la cantidad de personas que recibe a diario un establecimiento; pero sí es viable incrementar la vigilancia en las zonas por donde han ingresado los atacantes a los hospitales.

Asimismo, indicó, se puede dividir en pabellones a las clínicas y hospitales para destinar áreas en las que se atienda a estos pacientes.

Citó el caso de mayo de 2021 cuando personas ingresaron sin ningún problema a una clínica del norte de Guayaquil y asesinaron a una mujer que estaba hospitalizada. Los victimarios ingresaron al sanatorio con un arma de fuego larga.

“La ola de violencia está imparable y lo que se tiene que hacer es lidiar con ella con mecanismos que sean viables a corto plazo”, dijo Correa. (I)