Durante once días Ecuador siguió de cerca la historia de María Belén Bernal. Su desaparición en el interior de la Escuela Superior de Policía, en el norte de Quito, despertó interés hasta de la prensa internacional.

Desde que su madre, Elizabeth Otavalo, dio a conocer su desaparición se fueron tejiendo relatos de lo que pasó en esa escuela el 11 de septiembre. Ese día, su familia no supo más de ella.

Bernal llegó a esa dependencia policial a buscar a Germán Cáceres, su esposo. Él era un teniente de Policía que se desempeñaba como instructor. Es el principal sospechoso.

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De los catorce abogados de la firma Defensa Penal Group, María Belén Bernal era parte del grupo de seis mujeres que llevan casos enfocados, en su mayor parte, hacia la materia penal.

Ella, que era abogada litigante, había tratado casos de agresión sexual, violencia, defensa a policías, pensiones de alimentos y otros.

A María Belén o simplemente Belén, como más la conocían sus allegados y colegas, la definían como una mujer de carácter fuerte pero sensible con causas sociales.

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El derecho era su pasión. Estudió la carrera en la Universidad Central del Ecuador y luego tomó una maestría en Litigación Oral en la California Western School of Law.

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Con Cáceres contrajo matrimonio en el 2017, un año después de divorciarse de su anterior esposo, con quien tuvo un hijo de 13 años.

Parte de los abogados con los que trabajaba María Belén Bernal. Foto: API

En la firma Defensa Penal Group estaba como socia. Galo Quiñones, gerente de ese estudio, asumió la defensa de la familia. Él se consideraba un amigo de Belén.

Elizabeth Otavalo, madre de Belén, en estos días había comentado que su hija tenía un espíritu de lucha y que se mostraba siempre afectiva, alegre.

En el barrio donde ella creció, la Mena 2, ubicado en el sur de Quito, los vecinos la recordaban como una persona solidaria, que en las festividades navideñas se acordaba de los chicos.

Su círculo familiar refirió que su matrimonio no daba muestras públicas de un resquebrajamiento. Parecían cercanos, pero Bernal era la que más compartía en sus redes sociales fotos junto con él. Cáceres posteaba más temas de motos, escalada de montaña o memes.

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Grupos colectivos, feministas y de defensa de los derechos de la mujer han lamentado el trágico final de Bernal.

“No más discursos de solidaridad, se requieren medidas contundentes para salvar nuestras vidas, educación, presupuesto para casas de acogida, depuración de la Policía Nacional, gente especializada haciendo políticas públicas con enfoque de género. #JusticiaParaMariaBelén”, posteó el colectivo.

Acción Jurídica Popular exigió explicaciones y sanciones a todos los involucrados en el caso de María Belén Bernal.