Rosa Antonia Vélez, de 75 años, murió tras recibir dos disparos en el pecho cuando varios sicarios llegaron a su casa para matar a un grupo de jóvenes que estaban parados en su portal.

Ocurrió a las 22:30 del sábado 18 en el sector conocido como La Ladrillera, noroeste de Guayaquil.

La hija de la víctima contó que los jóvenes, entre quienes estaba el nieto de la adulta mayor, conversaban cuando pasaron dos motos sospechosas.

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Vieron rondar a las motos dos veces, y por ello quisieron entrar al cerramiento de la vivienda, porque pensaron que les iban a robar, contó un testigo.

Pero los sicarios se bajaron y empezaron a disparar. El nieto de Rosa Antonia logró refugiarse en la vivienda y cerró la puerta de la casa. Sin embargo, los gatilleros entraron al cerramiento y le dispararon a la adulta mayor, que habría abierto la puerta de un departamento independiente al oír los tiros en el exterior.

El nieto de la fallecida recibió también dos impactos de bala. Tras la curación de sus heridas en el hospital, fue dado de alta médica.

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Durante el ataque a bala también falleció otro de los hombres que estaban en el portal.

Y el otro hombre resultó con una herida en el hombro, de la cual se recupera, se indicó.

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Solo en el interior de la casa de la adulta mayor se levantaron al menos cinco casquillos. En las puertas de madera quedaron varios orificios de bala.

“Cuando ya pasó el susto, salí a ver a mi madre y la encontré agachada contra el mueble; estaba de rodillas y pensé que estaba rezando. Cuando la quise levantar, vi el charco de sangre”, explicó entre lágrimas la hija de la fallecida, quien cuenta que con ayuda de los policías subieron a su madre a un patrullero, pero al llegar al hospital ya no tenía signos vitales.

Este fin de semana se registraron otras muertes violentas en Durán, en el bloque 10 de Bastión Popular, en Monte Sinaí y en Siete Lagos. Además, en la Penitenciaría del Litoral, un reo apareció ahorcado. (I)