El próximo 21 de junio se celebrará el quincuagésimo aniversario de la creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos del Guayas, histórico gremio que ha logrado supervivir a pesar de la disposición arbitraria que dejó sin respiro a estas organizaciones al eliminar la obligación de registro y afiliación de los egresados de las facultades universitarias graduados luego como ingenieros agrónomos, carrera de tercer nivel que tiene por finalidad primordial la producción de alimentos hasta alcanzar su abastecimiento soberano, frente al desafío de nutrir un mundo acosado por el cambio climático y una presión demográfica que pronto será de nueve mil millones de habitantes.

Los titulados en este campo tienen varias opciones, unos se dedican a la investigación para extraer los secretos de la naturaleza, explicar sus procesos y buscar el mejoramiento de las especies para incrementar rendimientos, otorgarles resistencia a plagas y enfermedades, aplicación eficiente de fertilizantes y pesticidas, optimizar las labores de poscosecha y muchos elementos necesarios para volver rentable la actividad agraria. Otros se encaminan a la transferencia tecnológica utilizando mecanismos innovadores, ahora con herramientas sofisticadas que cada día se superan.

Muchos se han entregado al ejercicio de la cátedra universitaria dejando buena parte de su vida para darle sustentabilidad a la profesión con enseñanzas que no cesan en renovarse y que también investigan, marchando en paralelo al comportamiento del sector agrícola en una nación que es básicamente eso, de tal suerte que cuando decrece o se estanca impacta el desarrollo creciente de los agrónomos, reflejándose en desocupación u obligada dedicación a actividades diferentes, que afecta a más del 30% de los titulados, hecho injustificable en un país de indiscutible dependencia económica y social de la agricultura.

La conmemoración se realiza el día instituido para rendir homenaje a los ingenieros agrónomos del Ecuador, razón por la cual en la sesión solemne que se realizará en el Salón de la Ciudad se conferirá un merecido reconocimiento post mortem al primer presidente y fundador del Colegio, Ing. Agr. Ángel Sonnenholzner Villegas, recordado profesor universitario forjador de muchas generaciones profesionales; se galardonará también al primer presidente titular, Ing. Agr. Elías Fernández Montes, quien ha brillado como destacado empresario privado que abrió camino para la modernización de la agricultura nacional.

El Colegio, presidido por Ángel Carranza, otorgará una presea que perenniza los méritos del Ing. Francisco Mite Vivar, Msc., quien ha sobresalido como investigador de renombre internacional, creando conocimientos científicos en su especialidad, nutrición vegetal, reflejados en récords de productividad en cultivos de exportación, más notorios en los emblemáticos banano y cacao, demostración cabal de la valía del profesional agrónomo ecuatoriano.

En el mismo acto solemne, Carlos Ferrín Farías, ingeniero manabita que acumula toda una existencia en la trasmisión tecnológica y el servicio público, gestor y sustentador de la revista técnica de la entidad, descollando además como un caracterizado escritor y poeta, recibirá una justa exaltación. Sumamos nuestra congratulación a los profesionales del agro que tanto beneficio han entregado al país, a la expectativa de un pronto renacer agropecuario. (O)