La ilusión de todo niño es observar de cerca el movimiento de la cabeza, de brazos y de piernas de un robot; despierta interés, sobre todo curiosidad por tocarlos, manipularlos y hasta desarmarlos. La idea es no causar miedo ni terror por ‘bichos’ raros, sino todo lo contrario, introducir a los niños en el mundo de la robótica.

Existen variedad de certámenes y actividades relacionadas con los robots, entre los que se destacan cursos de corta duración o vacacionales organizados por instituciones. En sus ofertas incluyen actividades orientadas a cómo armar su primer robot, escritura en lenguaje de programación netamente pedagógico para niños, etcétera.

Otra de las variantes de la robótica para niños de entre 2 a 5 años que están en etapa de aprender a hablar, reconocer objetos, colores, formas, es la concentración en la curiosidad. Los juegos de legos son sus mejores aliados debido a sus piezas desarmables; arman figuras de robots humanoides y de animales. 

Para los niños de más de 5 años, les ayuda a la creatividad, experimentar, debido a que en esas edades saben leer y escribir y les permite teclear sus primeras líneas o código de programación.

Otras de las motivaciones para enrolarse en la técnica es el uso de materiales reciclados en el diseño de los robots, desarrollar exposiciones, ferias y demostraciones de robots humanoides que juegan fútbol, robots en forma de autos, máquinas, etcétera; y son atractivos y sirven de estimulación de la imaginación, de influencia en los intereses que más adelante plasmarán.

En conclusión, el mundo de la robótica ha evolucionado vertiginosamente, así como el desarrollo psicomotor de los niños.

Desde tempranas edades permite despertar el interés por la experimentación y la tecnología.(O)

Roberto Gabino Camana Fiallos,

profesor; Ambato, Tungurahua