Expongo un comparativo del uso de armas no letales por parte de las Fuerzas Armadas (FF. AA.) con relación a fuerzas subversivas violentas del orden interno; desde el punto de vista de la doctrina militar, se asemeja a una balanza donde estas dos fuerzas están sostenidas en equilibrio o no, por el Gobierno como columna central; teniendo en cuenta la premisa de que la misión constitucional del control del orden interno es de la Policía Nacional (PP. NN.).

Un peso en la balanza que hay que dejar en claro es que el presidente de la República tiene la potestad constitucional de declarar estados de excepción y usar las FF. AA. en forma temporal, para apoyar a la PP. NN. a restablecer el orden cuando las fuerzas que lo subvierten superan a su capacidad; siempre se debe preguntar: ¿hay legalidad en ordenar el empleo de FF. AA. según la Constitución y leyes, como el Código Orgánico Integral Penal (COIP)?, ¿es necesario?, ¿en qué proporcionalidad?, ¿quién registra o controla las acciones para la rendición de cuentas una vez terminado el decreto?

El otro peso en la balanza son las fuerzas que subvierten o se rebelan contra el orden en forma violenta, superando la capacidad de la PP. NN. y presionando a que el gobernante haga uso de estados de excepción por decretos; las causas justas que proclaman pueden ser políticas, económicas, sociales, étnicas y religiosas, dependiendo su sentir de rechazo a políticas del Gobierno, falta de atención a sus necesidades o discriminación de cualquier tipo, que los obliga a protestar, estas situaciones son aprovechadas por agentes violentos que se infiltran para lograr la mayor destrucción posible durante sus movilizaciones. Ejemplo vivido en los oscuros y terribles 11 días en el mes de octubre del 2019.

La columna central que sostiene la balanza es el Gobierno, que, por sus decisiones buenas para unos sectores o malas para otros, no puede mantener un equilibrio en el orden interno, entonces se producen conflictos que terminan afectando a todos los ecuatorianos, denotando debilidad en el arte de gobernar.

La política del Gobierno en resumen es usar FF. AA. con armas no letales, es decir sin fusiles, pistolas, balas o material de guerra; la pregunta es ¿cuándo o en qué punto de la escalada del conflicto se usarían las armas letales? Por otro lado, las fuerzas subversivas ni siquiera dicen usar armas no letales, lo que debe ser analizado de forma urgente.

Las armas no letales que usarán las FF. AA. son: tolete, granadas lacrimógenas, carabinas para disparar balas de goma y defensa personal para capturar a los violentos; los grupos antimotines tienen una actitud defensiva protegidos con equipo denominado comúnmente tipo ‘Robocop’ que están siendo adquiridos, para soportar toda la carga de los subversivos violentos.

Las armas no letales que usan los violentos son: piedras, palos, lanzas, tubos o piezas metálicas, bombas incendiarias tipo molotov, ácidos, clavos miguelitos, cohetes explosivos artificiales artesanales, bombas caseras con clavos, tanques de gas doméstico (GLP), trampas artesanales (ejemplo hilos de pesca) y cualquier artefacto o material que cause daño físico; aquí la pregunta para todos, ¿considera usted que las armas denominadas no letales realmente lo son, de acuerdo a cómo fueron usadas durante los acontecimientos de octubre del 2019, grabados en videos públicos?

Los grupos violentos toman como referencia la doctrina del manual del guerrillero urbano conocido como bloque negro black block y se despliegan organizados en: picapedreros, quienes rompen calles, veredas, edificios y otros considerados con minas o canteras; lanzadores de piedras y cualquier objeto; lanzadores de artefactos incendiarios ‘bombas molotov’; escuderos; relevos; abastecedores de agua, alimentos, medicinas; y pagadores con dinero en efectivo. ¿Quién los financia?

Esperemos que no haya otra sorpresa como lo ocurrido en octubre, debemos estar ojo avizor, en especial el Gobierno y las fuerzas de seguridad, para que la balanza no se incline en favor de subversivos violentos, terroristas o anarquistas y se tenga que pasar del uso de armas no letales a letales. (O)