La transición tecnológica ligada a la revolución industrial del presente siglo obliga a los estados a replantear sus políticas públicas orientadas al desarrollo y la automatización de sus procesos productivos. Esto debe ser abordado como una política industrial en la que la transición energética es un pilar fundamental para sustentar esta evolución. Por ejemplo, en Europa países como Alemania y Francia han emprendido, con enfoques diferentes, procesos de cambio en sus estructuras energéticas.

El caso de Alemania es particularmente significativo por dos motivos; el primero, por la importancia y el peso que este país tiene en la economía mundial, y el segundo, porque el proceso de transformación energética está ligado estructuralmente a su política industrial. Dicha política se fundamenta en cuatro bloques básicos; el primero sobre el marco regulatorio; el segundo sobre la estructura energética; el tercero sobre la organización para el proceso de transición; y el cuarto examina los temas industriales. Esto de manera práctica se traduce en una mejora en la calidad de la prestación de los servicios energéticos, optimizaciones en la ejecución de los planes de expansión, ampliación de cobertura, una mejor gestión administrativa, mayores índices de calidad del servicio eléctrico, y una disminución de las pérdidas de energía eléctrica. Todo esto orientado a la integración tecnológica entre el mercado y las distribuidoras.

Por ejemplo, en los países europeos los usuarios pueden cogenerar electricidad para su consumo mediante energía renovable (paneles solares, entre otros), lo que incentiva el desarrollo comercial, la productividad y reduce los costes estatales para la generación de recursos públicos.

El Estado ecuatoriano en el marco del Pacto Social Energético impulsado por el Gobierno Nacional y encabezado por el Ministerio de Energía, ve indispensable el cumplimiento de acciones que mejoren la gestión empresarial del sector eléctrico integral en el país, buscando como metas la transparencia y el beneficio de la ciudadanía, basados en el marco legal reglamentado de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 15 de la Ley Orgánica del Servicio Público de Energía Eléctrica (Lospee).

En una primera etapa, se han tomado como ejes para la reestructuración de CNEL la prestación de servicios, ejecución del plan de obras de expansión, ampliación de cobertura, gestión comercial y empresarial, índices de calidad de servicio eléctrico, pérdidas de energía eléctrica y falencias en la atención al cliente. Como se puede observar los pilares de la transición energética alemana son la base estructural para el cambio de modelo del Ecuador, y aunque la realidad productiva, industrial y económica es distinta, es una base probada y fiable para emprender un proceso de cambio hacia la flexibilidad del mercado mediante la inversión mixta y la descentralización de los procesos.

La empresa que estará a cargo de este proceso se compromete a realizar actividades de investigación, desarrollo tecnológico, asesoría, entre otras, como base para elaborar el informe final en el que se incluirán las recomendaciones que se convertirán en estrategias para la transición. Para transparentar el proceso, deberá ser necesaria la creación de una comisión de intervención, con veedores externos que garanticen la transparencia del proceso y se deberá velar por el capital humano de las empresas. (O)

* Docente investigador