Guayaquil es la ciudad de la bulla: negocios con parlantes promocionan ofertas; taxistas, colectiveros, conductores, manejan con la radio a mucho volumen y tocan el pito; barrios meten ruido con peloteros en la calle, música muy alta, gatos y perros que chillan; ruidos de tubos de escape de motos, camionetas.
Nadie en la ciudad nunca controla la bulla. (O)
Gladys Ch. de Landívar, Guayaquil