Estoy totalmente de acuerdo con el uso de los monopatines y de las bicicletas para controlar el tránsito de vehículos, casi en todas las ciudades del mundo se hace así. Pero hay que dar un buen entrenamiento a los uniformados que lo van a usar, ya que por experiencia propia he visto cómo los que controlan en bicicletas se cruzan de un lado a otro de las calles, se meten en contravía, andan zigzagueando, se paran en grupo a conversar, etc.
Vuelvo a insistir que las ciclovías tienen que ser diseñadas donde no haya transportación pública, y en calles anchas o medianamente anchas, por la derecha sin giros a la izquierda. Ojalá en Guayaquil se enrumbe el tránsito. Mucho ojo con la transportación pública, los conductores, peatones siguen haciendo lo que les da la gana. (O)
Álvaro Luque Benítez, abogado, Guayaquil