De una vez en Guayaquil tienen que realizar la campaña, medida, plan, ley, etc. para control del ruido por las camaretas.
El ruido en las fiestas del próximo mes se repetirá.
Nuestros ancianos, padres, abuelos; nuestros niños, recién nacidos; nuestros perros, gatos; se ponen nerviosos, debido a que el pueblo prende y revienta camaretas que originan humo. Más contaminación en un año con pandemia del coronavirus. (O)
Moraina viuda de Urquizo I., Guayaquil