Nuestra ciudad se ha visto afectada por decesos por asesinatos, robos, venganzas, ajustes de cuentas, etc.; sin embargo hay que tomar en cuenta el fallecimiento debido a cirugías mal practicadas.
Ciertos centros estéticos ofrecen beneficios o promociones, resultan ser clandestinos, a pesar de estar identificados con nombres de clínicas, sin cumplir las normas de seguridad y todos los permisos para su funcionamiento. Para un negocio de esta índole se requieren permisos del Ministerio de Salud Pública, Cuerpo de Bomberos, Municipio de Guayaquil, Ministerio de Medio Ambiente, por lo que mi inquietud es ¿cómo pueden funcionar? El Gobierno, el Municipio de Guayaquil, la Policía Nacional deben informar por prensa escrita, televisión y radio sobre esos centros clandestinos para que se aplique la ley y evitar dolor. (O)
María Elena Castillo, licenciada, Guayaquil