Bajo una revisión exhaustiva de la bibliografía referente a las ciencias administrativas, como regla general, cuando hablamos de una inversión privada en una empresa, o bien sea un emprendimiento en su fase madura, el margen de ganancias netas esperado puede ser en promedio del 10 %. Un margen del 20 % se considera bueno y un margen del 5 % se considera bajo, no obstante cabe aclarar que lo que se considera un buen margen de ganancias varía ampliamente según la industria y la realidad económica del país en aquel momento.

Por ejemplo, tenemos la industria de reparación y mantenimiento de vehículos con un margen de ganancias neto de cerca del 12 %, el sector de la construcción con un margen del 5 %, el sector del turismo y la hotelería con un margen del 8 %, los servicios de mantenimiento con un margen del 10 %, los restaurantes y servicios de alimentación con un margen del 15 %, los negocios minoristas con un margen del 5 % y el transporte con un margen del 19 %, según la Quick Start Guide de Financial Forescasting.

Cuando un individuo planea emprender o instalar una empresa, debe analizar la problemática asociada a la inversión, el riesgo país, la estructura y la fuente de su capital, los intereses que le genera la inversión y el mantener la misma en el horizonte temporal planteado hasta empezar a percibir los márgenes de ganancias que en este artículo se han colocado.

En muchas ocasiones, este nivel de ganancias no se ve hasta dentro de cinco años de funcionamiento. Con esto quiero mostrar lo difícil que es ser empresario y emprendedor en el país. Ahora bien, tenemos la otra cara de la moneda en el sector público, donde existe una gran masa laboral que trabaja y lucha día a día para mantener las empresas públicas y volverlas productivas, estas personas pertenecen a la clase pobre y media, y siempre seguirán perteneciendo a aquella por más esfuerzo y dedicación que asignen a su trabajo y preparación académica. No obstante, también existe una clase privilegiada dentro de las instituciones públicas, que tiene relación usualmente con la cúpula de ciertos sectores privados, y que de la mano tienen el negocio más lucrativo y deshonesto del país, “la corrupción”. Esta clase alta y rica del país será siempre más rica debido a la naturaleza de los negocios que posee. Citemos un ejemplo, en la preventa petrolera del país se conoció por medios investigativos de Estados Unidos que existió corrupción en la transacción. Entonces, de la cantidad que debía obtener el Ecuador recibió menos dinero, el que fue a parar a los bolsillos de los empresarios y funcionarios corruptos.

Estimemos que el valor desviado sea del 10 %. Con este dinero se compraron insumos médicos, materiales para obras, y se financiaron algunos contratos de los que se sabe que existieron sobreprecios y casos de corrupción. Estimemos que el sobreprecio promedio es del 20 %. Solamente en esta transacción cuyo lapso es de tres o cuatro meses se ha desfalcado al Estado un 30 % de cientos de millones de dólares. Frente al 10 % de ganancias promedio de un empresario honesto en uno o varios años, ¿en dónde está el verdadero negocio del país? (O)