Personas dicen que han comprado en diciembre del 2020, más que en los otros años, bebidas alcohólicas para ‘perderse’ en las noches de la Navidad y del fin del año, tomar, bailar, hasta caer dormidos, perder los sentidos, para olvidar la pandemia del COVID-19 y los problemas que generó: económicos, de salud, el miedo, el desempleo, el teletrabajo y el teleestudio que son estresantes, etc.
Ojalá las copas de más no causen accidentes de tránsito, caídas peligrosas, peleas, asesinatos, infartos, ni convertir personas en inconscientes, idóneas para ser asaltadas por los delincuentes. (O)
Héctor Trejo B., Guayaquil