A los candidatos se les suele hacer esta pregunta y suelen responder con alguna oferta demagógica. Un candidato puede tener el deseo de crear empleos y la convicción de que sus propuestas lo lograrán, pero realmente no hay cómo saber con precisión. Una pregunta más adecuada sería: “¿Qué políticas implementará para estimular la creación de empleos?”.

Es importante entender el proceso de creación de riqueza. Quienes pretenden resolver el problema del desempleo haciendo de la administración pública una gran agencia de empleo y acosando al sector productivo, realmente no lo entienden. La riqueza se genera fomentando el ahorro y la inversión de manera sostenida. Un gobierno que perennemente gasta más de lo que le ingresa está destruyendo capital. Y eso es precisamente lo que sucedió durante el correísmo. Se incurrió en un déficit que todavía estamos pagando y que la administración de Moreno siguió aumentando porque se negó a implementar las reformas necesarias para cambiar la trayectoria de las finanzas públicas. Un déficit sostenido conduce a más impuestos, desalentando la inversión y la creación de empleos.

Si el lector quisiera votar por el candidato que es probable que fomente la mayor creación de empleos, debe ponerle atención a sus propuestas en áreas claves como reformas al mercado laboral, al sistema tributario, a la política comercial y al sistema financiero.

Mantener un código laboral obsoleto que restringe artificialmente las plazas de trabajo alienta la informalidad y el desempleo. Fíjese en qué candidatos proponen flexibilizar la contratación laboral.

Pareciera una perogrullada, pero vale la pena recordar que los sueldos y los impuestos se pagan a partir de los ingresos obtenidos por los individuos y las empresas. De manera que no se puede esperar estimular la creación de empleos manteniendo el actual nivel alto de presión tributaria ni mucho menos incrementándolo. Fíjese en el candidato que propone aliviar el bolsillo de los consumidores y empresarios sin a la vez otorgar favores, para que tengan mayor ingreso disponible para consumir o invertir.

Nótese que la idea es bajar impuestos mientras que se reduce el déficit, para lo cual también debe fijarse en aquel candidato que proponga los planes más certeros y concretos para reducir el gasto público.

Otra manera de estimular la creación de empleos es adoptar una ambiciosa agenda de apertura comercial, que aliviaría al instante el bolsillo de los consumidores e insertaría al país en las cadenas internacionales de suministro. Fíjese en qué candidato ofrece abrir el mercado ecuatoriano al mundo de manera más agresiva.

Para crear empleos, el costo del capital debe bajar. Eso no se logra obligando a los actores, todo lo cual más bien ha resultado en espantar capitales. Al contrario, debemos abrir nuestro sistema financiero al mundo y someter la banca nacional a la competencia con bancos internacionales. Una economía pequeña como la panameña logra acumular en su sistema financiero ahorros que superan su PIB (depósitos del sistema financiero internacional totalizan el equivalente a 146 % del PIB al cierre de noviembre de 2020, en Ecuador apenas llegan a 32,8 %). El modelo de integración financiera panameño permitiría que nos nutramos del ahorro internacional. (O)