Desde la noche del domingo 7, cuando funcionarios del Consejo Nacional Electoral (CNE) presentaron resultados preliminares del conteo rápido de la votación para presidente de la República, con dos variantes, la tensión se apoderó de la escena política. Aún no se logra establecer si será Yaku Pérez o Guillermo Lasso quien pasará a la segunda vuelta con Andrés Arauz.

Las especulaciones y cálculos electorales caldean el ambiente. Se habla de cuál de los candidatos es preferible que pase al balotaje, se pide que quienes se disputan el segundo lugar logren un acuerdo en beneficio de la unidad del país y en contraposición al correísmo.

Mientras tanto, Pérez y Lasso, como sus partidarios, están seguros de pasar a la segunda vuelta y no faltan exaltaciones que hacen temer por la paz social.

La presidenta del CNE, Diana Atamaint, entrevistada en Ecuavisa, llamó ayer a “esperar con serenidad” que concluya el escrutinio de las elecciones, lo que podría demorar hasta el fin de semana, pues hay votos por contabilizar, asegurando que el CNE está dando todas las herramientas a las organizaciones políticas para que vigilen de cerca y sean testigos de que el conteo es transparente y respetuoso del voto ecuatoriano.

También ayer, los titulares de las funciones Ejecutiva, Legislativa, Judicial, y de Transparencia y Control Social llamaron al CNE a atender las denuncias y pedidos legales y procedentes a nivel nacional sobre el proceso electoral, para dotar de total legitimidad al conteo final y contar así con el compromiso de todos a respetar esos resultados.

La actividad en las redes sociales gira en torno al conteo de votos y de cómo será la segunda vuelta con los escenarios Arauz-Pérez o Arauz-Lasso. Los candidatos en disputa, conscientes de la estrecha diferencia de votos, piden transparencia en el escrutinio y han dicho que reconocerán las cifras oficiales una vez que concluya el conteo de votos. Hace falta comunicar con asertividad esa postura a las bases en resguardo de la paz social. (O)