El 5 de febrero, obligatoriamente los ecuatorianos mayores de 18 hasta 65 años de edad deberemos concurrir a las urnas, según el artículo 62 de la Constitución de la República y el artículo 11 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas de la República del Ecuador, mejor conocida como Código de la Democracia.

De la misma manera los casi niños, adolescentes de 16 a 18 años lo harán facultativamente, y los mayores de 65 años, las personas con discapacidad, ecuatorianos que habitan en el exterior, integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en servicio activo, y las personas analfabetas. Será la prueba de responsabilidad y reflexión sobre el futuro de cada provincia, cantón y parroquia rural, elegir entre candidatos a las dignidades correspondientes.

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Tratándose de escoger cosas, los equívocos pueden ser costosos, pero los yerros al elegir a quienes dirigirán los destinos del país, que son los destinos del pueblo, resultan fatales. ¡Basta de equivocarnos! No más dádivas u ofertas incumplidas. Si vamos a elegir o ' elejir ’, la ortografía será tolerante en nuestro lenguaje siempre violentado; pero si nuestra elección en los comicios es incorrecta por inconsciencia, negocio, negligencia, coacción; la patria y la historia serán rigurosas y nos juzgarán con rudeza.

En la consulta con ocho preguntas que se realizará simultánea a las elecciones seccionales, la alternativa sería para limpiar lo dejado en la Constitución por corrupciones del ‘pasado cercano’.

Hago un llamado a la cordura, la sensatez y al patriotismo para hacer del domingo 5 de febrero de 2023 un auténtico acto democrático, y de nuestro voto la herramienta con que pensamos construir el Ecuador que queremos para nuestros hijos: productivo, equitativo y seguro. ¡Elegir correctamente! (O)

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Joffre Edmundo Pástor Carrillo, profesor jubilado, Guayaquil