Mi voto deseaba y desea dejar atrás escándalos de corrupción, vanidades y prepotencia, y trabajar pensando en los ciudadanos. Urgen obras como mejorar el alcantarillado, proveer agua potable, reparar y pavimentar calles, renovar buses viejos de la Metrovía (buses eléctricos), optimizar la recolección de basura, continuar el plan de soterrar cables (‘tallarines’), mejorar el control del tránsito, brindar oportunidades a vendedores (emprendedores) ambulantes, tomar acciones eficaces contra la inseguridad, evaluar la Aerovía, etc.

Es conocida la frase de Lord Acton: “El poder tiende a corromper; el poder absoluto corrompe absolutamente”. No necesitamos monarca dictador. Quiero una persona trabajadora, honesta, con vocación de servicio. La Administración municipal debe sentir más empatía por los sectores donde aún no llega la obra; crear una mejor calidad de vida generando oportunidades para el empleo, el estudio y la mano de obra calificada con escuelas de capacitación, continuar con los centros de ayuda para las adicciones; señor alcalde electo de Guayaquil. Termino con una frase irrefutable de Jesús: “Por sus frutos los conoceréis”. El tiempo lo dirá. (O)

Julio César Navas Pazmiño, licenciado en Ciencias de la Educación, Guayaquil

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