Con mucha tristeza observo, en los años, que nada ha cambiado, que los favorecidos por el voto popular cuando llegan al poder tienen otras prioridades y que el pueblo solo sirve como una escalera para llegar al cargo, salvo honrosas excepciones. Se lo hace desde el principio de la humanidad. Demuestra que solo el pueblo salvará al pueblo, y el pueblo como mandante que es, tiene que exigir que ya es hora de que cambie la historia.

La mejor forma de cambiar es que los candidatos, para ser merecedores del voto, entreguen su hoja de vida sin depender de banderas políticas, sino que los mejores ecuatorianos tengan ese honor y el ganador de cualquier unidad se ajuste a su actividad y no piense que es su oportunidad de cambiar su vida en lo social y económico. Tenemos que exigir que la ley sea para todos y no a la medida de los partidos ganadores. Hay que hacer esto en todas las elecciones, desde una tenencia política de un recinto hasta la presidencia de la República del Ecuador, sin presiones políticas, de lo contrario será un fracaso más. Es la única forma de llegar al objetivo para poder decir que el Ecuador es un país democrático con autoridades que sirven al pueblo. (O)

Colón Vicente Quiroz Ferruzola, Guayaquil