La inseguridad en los balnearios es uno de los males del país, ciudades que se convierten en peligrosas por la delincuencia, donde el control y patrullaje policial no existe, la inseguridad es alarmante.

Me refiero a la provincia de Santa Elena, es lamentable que en el cantón Salinas, principal balneario del país, no hay seguridad ni para el peatón que corre riesgo de asaltos, peor para las casas que son habitadas solo los fines de semana.

En barrios como Costa de Oro, La Milina, Las Conchas, es raro ver una patrulla, un policía en moto haciendo una ronda. De lunes a viernes están cerradas las casas y ni con seguridad asistida por empresas que prestan este servicio, se puede estar tranquilo.

Publicidad

Mi casa en Costa de Oro, con alarma, cerco de rayos laser, sensores de movimiento y seguridad, asistida con una empresa fue asaltada hace un año. Y como conocían de las seguridades, los ladrones rompieron el techo y por ahí entraron y se llevaron casi todo. Dejaron la refrigeradora, la cocina y muebles. Pero cuatro televisores y toda la ropa, licores, enlatados y sábanas, etc., se llevaron. Las ciudadelas se encuentran abandonadas tanto por el Municipio como por la Policía. Ni calles asfaltadas tenemos, pero pagamos impuestos.

Para colmo, en Costa de Oro existe una estación de Policía con patrullas y motos, pero ellos no pueden distraer sus funciones porque son estrictamente para ‘vigilar el narcotráfico’, nada más.

Lo único que nos queda, después de haber electrificado hasta el techo, la casa, es venderla por la preocupación que vivimos por la inseguridad en toda la provincia de Santa Elena. Da pena, pero es la realidad.

Publicidad

A unos delincuentes extranjeros los pescaron viviendo en casas poco concurridas por sus dueños en esta época. Los delincuentes salían los días viernes, por ‘precavidos’, y regresaban los lunes; parece mentira, pero me consta.

Pedimos que la Policía y el Municipio del cantón Salinas presten más atención a este abandono. (O)

Publicidad

Hugo Alfonso Campos Cedeño, avenida Samborondón