Hace un mes no iba al cantón Salinas, provincia de Santa Elena. Lo hice durante fin de semana y me quedé alarmado por el reporte de personas, de la falta de seguridad que viven en las preciosas playas: asaltos, extorsiones (‘vacunas’), robos de las acometidas eléctricas de las casas de las personas que solamente van los fines de semana; asaltos en restaurantes, viviendas, etc. ¡La realidad asusta!

Hasta en la playa asaltan los delincuentes armados y se llevan lo poco que se puede tener, unas sandalias, toallas, bolso, etc.

En resumen, es alarmante cómo la tranquilidad y la seguridad de las que se gozaba un fin de semana en el balneario de Salinas pasó a la historia. No hay policías suficientes para el control de la delincuencia imparable. Y cuando una autoridad es entrevistada por un periodista, la respuesta es conocida, “estamos en eso”.

Publicidad

La Ruta del Sol (aproximadamente 115 kilómetros desde la provincia de Santa Elena hasta el sur de la provincia de Manabí) es un peligro y un riesgo por los asaltos, cuando tiempo atrás era una bella vía de paseo por la carretera junto a las playas, pasando por poblaciones donde en paz se podía degustar de exquisitos mariscos, etc.

Desde los balnearios Ballenita (Santa Elena) hasta Salango (Manabí) sin riesgos disfrutaba de vistas maravillosas y de pueblos amigables, se comía muy bien y a precios razonables. Ahora la recomendación es manejar acompañados por dos o tres vehículos en caravana; pero viajar en su carro solo no es recomendable, resulta asaltado y no se sabe cómo terminará ese mal momento.

Da pena que tengamos que aceptar esta realidad, pero hay muchísimos casos de turistas perjudicados por delincuentes y de familias que viven en estas bellas playas que lo previenen a uno. Y las autoridades, dicen la misma respuesta: “Estamos en eso”. ¡Pobre turismo! (O)

Publicidad

Hugo Alfonso Campos Cedeño, vía a Samborondón