A los nietos no les veo hablar, interactuar, jugar físicamente, son maniquíes con un celular o una computadora portátil. La mirada, las manos, la mente, el cuerpo están captados totalmente a juegos, videos, en sus pantallas.

La nieta de 7 años grita, “¡inteligencia artificial, abuela!”, dado que le pregunto qué está haciendo, qué está viendo desde más de tres horas; no corre, no coge la bicicleta, no lee los libros de cuentos, no coge las muñecas y los juegos de té y cocina (no le gustan, se molesta cuando le regalan). Le digo: ¿qué es eso?, grita: “inteligencia poderosa del ‘celu’ y la tablet, ¿no entiendes?”.

Padres, maestros, abuelos, tengan cuidado con el abuso por muchas horas de los teléfonos celulares, computadoras, internet, que no es para estudio de los niños y adolescentes, sino para “navegar” por sitios, ver ciertas imágenes, oír palabras que no tienen supervisión de un adulto con criterio formado. (O)

Publicidad

Clemencia de Valle, Machala